Marina Abramovic exhibe su m¨¦todo
El CAC M¨¢laga acoge una exposici¨®n antol¨®gica sobre la obra de la creadora serbia, icono del arte contempor¨¢neo
¡°Hay dolor, pero es una especie de secreto muy guardado; el momento en el que pasas por la puerta del dolor entras en otro estado mental. Cuando experimentas esa sensaci¨®n de belleza y amor incondicional, de que no hay fronteras entre tu cuerpo y lo que te rodea y comienzas a sentir esa sensaci¨®n de ligereza y armon¨ªa contigo misma, algo se transforma en sagrado¡±. As¨ª describe la artista serbia Marina Abramovic (Belgrado, 1946) su m¨¦todo, el M¨¦todo Abramovic, un sistema de introspecci¨®n ideado por ella, que ha aplicado a sus creaciones durante casi medio siglo de carrera, convirti¨¦ndose en el principal referente del desarrollo de la performance como manifestaci¨®n art¨ªstica y en un icono mundial del arte contempor¨¢neo.
Abramovic presenta en el Centro de Arte Contempor¨¢neo de M¨¢laga (CAC) hasta el 31 de agosto una s¨ªntesis retrospectiva de su trabajo desde mediados de los a?os setenta hasta la actualidad, muestra que re¨²ne fotograf¨ªas de sus performances m¨¢s relevantes, v¨ªdeos, objetos que invitan a la interacci¨®n del p¨²blico y una selecci¨®n de dibujos in¨¦ditos realizados durante sus ¡°viajes espirituales¡± por el mundo.
Holding emptinees (Abrazar el vac¨ªo) es el t¨ªtulo de esta exposici¨®n, la primera antol¨®gica en un museo espa?ol y que, seg¨²n apunt¨® este viernes el director del CAC, Fernando Franc¨¦s, ¡°es el fruto de cinco a?os de conversaciones y cuatro de negociaciones intensas sobre el objeto central de la exposici¨®n¡±.
Pionera del body-art, Abramovic experimenta y explora los l¨ªmites de su resistencia mental y f¨ªsica y la de su p¨²blico. Con su cuerpo como sujeto y medio, examina la relaci¨®n entre el performer y el p¨²blico, resistiendo el dolor, el cansancio y el peligro en pos de una transformaci¨®n emocional y espiritual. Muchas de sus obras ritualizan los actos m¨¢s sencillos de la cotidianeidad, como tumbarse, sentarse, so?ar o pensar.
La artista habla de su sistema de introspecci¨®n que se ha convertido en referente de sus performances
¡°La exposici¨®n es una colecci¨®n de obras de diferentes obras y momentos de mi carrera. Nunca se ha hecho una exposici¨®n de este tipo¡±, se?ala Abramovic con relaci¨®n al montaje que documenta algunas de sus performances m¨¢s conocidas, desde la series Ritmo, de principios de los a?os 70, y Art must be beautiful, Artist must be beautiful (1975-2010), en las que la artista se autolesiona con un peine y varios cuchillos, hasta la c¨¦lebre The artist is present realizada en el MoMA neoyorquino durante la primavera de 2010 y en la que Abramovic pas¨® 75 d¨ªas sentada en una silla del museo encar¨¢ndose con los espectadores con el objetivo de hacer brotar sus emociones.
¡°Muy pronto me convert¨ª en el espejo de sus propias im¨¢genes. Cree una experiencia individual tan fuerte y profunda que les removi¨® por dentro ¡±, explica la artista, que congreg¨® a m¨¢s de 850.000 visitantes en el MoMa. ¡°Un r¨¦cord para un artista vivo¡±, resalta, que una vez m¨¢s cumpli¨® con la m¨¢xima del performance art de que el arte debe ser una prolongaci¨®n de la vida. ¡°Si est¨¢s sentada durante tres meses, la performance se vuelve la vida misma¡±, afirma.
¡°Hay tantas formas de definir una performance como artistas la realizan. En mi caso es una estructura mental y f¨ªsica que se crea ante el p¨²blico en un lugar concreto y un momento determinado. No es teatro. En el teatro la sangre es k¨¦tchup y en la performance la sangre es sangre (¡) Tampoco es algo terap¨¦utico, la performance va m¨¢s all¨¢, es la conexi¨®n con lo espiritual¡±, explica Abramovic, que este a?o ha sido incluida por la revista Time en la lista de los 100 personajes m¨¢s relevantes del mundo. ¡°Esto no alimenta mi ego, sino que me da m¨¢s responsabilidad¡±, afirma Abramovic, quien apunta que su inclusi¨®n en esa lista obedece m¨¢s a su condici¨®n de ¡°icono¡± que a su faceta art¨ªstica.
Etiquetas que le han acompa?ado desde el inicio de su carrera, ¡°cuando los cr¨ªticos dec¨ªan que lo que yo hac¨ªa no era arte¡±, y por las que ha sido tildada de loca, extremista, populista, feminista radical¡ y que Abramovic se sacudi¨® con la gran retrospectiva que el MoMA le dedic¨® en 2010 y que supuso la consagraci¨®n de la artista serbia en el mundo del arte anglosaj¨®n.
En el CAC, de negro riguroso y muy relajada durante su prolongado encuentro con los medios, Abramovic aprovech¨® para aclarar algunas de estas cuestiones. ¡°No soy feminista. Odio esa idea. Soy mujer, pero no una artista mujer, porque el arte no tiene g¨¦nero. Solo hay dos categor¨ªas en el arte: el arte bueno y el malo. Qui¨¦n haga ese arte no es importante. En el momento en que se usan esas categor¨ªas se est¨¢ poniendo a la mujer en un gueto. Nunca he sentido que haya sido suprimida por ser mujer, pero hay un hecho: hay m¨¢s artistas varones que mujeres por una simple raz¨®n, las mujeres no est¨¢n preparadas para sacrificarse por el arte tanto como el hombre. La mujer quiere tener una familia, un amor y el arte, pero la mala noticia es que no se puede. Tenemos una sola energ¨ªa¡±.
Tambi¨¦n quiso contestar a quienes le acusaron de oportunista, de buscar m¨¢s impacto medi¨¢tico con su colaboraci¨®n con la cantante Lady Gaga, una de los m¨¢ximos iconos de la cultura popular de masas. ¡°Lady Gaga tiene m¨¢s de 45 millones de seguidores en Facebook. No hay artistas con ese n¨²mero de seguidores. Ella tiene 28 a?os y est¨¢ trabajando en ser original, en ser ella misma. Lo m¨¢s importante es que Lady Gaga es un ¨ªdolo para gente muy joven y todo lo que hace lo est¨¢n copiando. Despu¨¦s de tener esta experiencia con Lady Gaga mucha gente joven se interes¨® por el M¨¦todo Abramovic. Esta es mi audiencia del futuro y no el p¨²blico de mi generaci¨®n, que es el que me censura. En el mundo del arte hay muchos tab¨²s y yo no los respeto, los rompo¡±.
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