Donde se deshace la ciudad
El vi?etista, colaborador en varios medios de comunicaci¨®n con sus dibujos cr¨ªticos sobre el capitalismo y el consumismo, reivindica la cultura libre y los espacios autogestionados
1. Caf¨¦ Molar. Estoy muy a gusto aqu¨ª. Antonio, el due?o, es amigo. Ambos tenemos ni?os de la misma edad y los llevamos a la misma guarder¨ªa. Adem¨¢s del buen rollo que tenemos, el local tiene un ambiente buen¨ªsimo. Puedes comprar un libro, un c¨®mic o un vinilo o venir a alguna de las muchas actividades que organizan: presentaciones, exposiciones, conciertos¡ (calle de la Ruda, 19).
2. Traficantes de sue?os. Es una cooperativa, editorial, distribuidora y librer¨ªa. Fueron de los primeros a los que les llev¨¦ mi trabajo. Tienen un trasfondo pol¨ªtico y un pensamiento cr¨ªtico que se refleja en sus cursos, en sus conferencias y en sus publicaciones. Promueven la cultura libre y alternativa y son una referencia para m¨ª (Embajadores, 35).
3. Esta es una plaza. Aqu¨ª vienes como usuario, pero acabas convirti¨¦ndote en participante. Est¨¢ al margen de las instituciones y funciona mejor que muchos espacios p¨²blicos. Han montado huertos, areneros para ni?os, talleres¡ Logran dar uso a esos espacios muertos de la ciudad (Doctor Fourquet, 24).
4. Madrid C¨®mics. Es una de las tiendas de c¨®mic m¨¢s veterana de Madrid. Antiguamente, el local estaba en los s¨®tanos subterr¨¢neos de la Gran V¨ªa, que ya no existen. Ahora est¨¢n abiertos en la calle Silva, siguen siendo fieles a las obras underground, alternativas, de calidad, y no han perdido el criterio ni se han dejado ganar por el rollo comercial (Silva, 17).
En ocasiones, m¨²sico folk
Miguel Brieva se considera tan sevillano (naci¨® all¨ª en 1974) como madrile?o. Su fama como vi?etista no ha dejado de crecer desde que public¨® Dinero, pero tambi¨¦n es m¨²sico folk. Tocar¨¢ en El Intruso el 19 de junio con su banda Las Buenas Noches.
5. Mercado de la Cebada. Vivo enfrente y suelo ir a comprar aqu¨ª. Tiene un estilo industrial de los a?os cincuenta y muchos puestos vac¨ªos, lo que le da un aire de hundido. Estar¨ªa cerrado si no fuera porque a¨²n hay gente que conf¨ªa en los comercios y sus tenderos, que suplen las carencias del mercado con alegr¨ªa e ilusi¨®n (plaza de la Cebada s/n).
6. Ecologistas en Acci¨®n. Su local es destartalado, lleno de libros e informes. Es totalmente ca¨®tico. Tienen una publicaci¨®n, Libros en Acci¨®n, con la que colaboro. Me gusta porque, a pesar de no ser una organizaci¨®n pol¨ªtica, tienen un gran impacto en la sociedad social. Est¨¢n comprometidos y lo hacen todo con muy pocos medios y a partir de una estructura horizontal (Marqu¨¦s de Legan¨¦s, 12).
7. Los extraradios de Madrid. All¨ª, la ciudad se deshace y se fusiona con el campo. Ya no queda casi ning¨²n extrarradio que siga esta descripci¨®n, aunque todav¨ªa hay alguno que se resiste a la nada, a los planes urban¨ªsticos, y que parten en dos la ciudad y el campo.
8. Cine Dor¨¦. La filmoteca siempre ha sido como un oasis en el debate de la cultura libre. Es barato, echan buen cine y se mezcla un p¨²blico heterog¨¦neo y fascinante: de puretas a j¨®venes que solo quieren disfrutar de una pel¨ªcula (Santa Isabel, 3).
9. Fonda La Lechuga. Es un sitio de comida tradicional espa?ola elaborada con productos aut¨®ctonos y riqu¨ªsima. El men¨² lo tienes a 12 euros y la pareja que lo lleva es encantadora (Lechuga, s/n).
10. Cafeter¨ªa La Selecta. En teor¨ªa es solo la cafeter¨ªa del centro h¨ªpico de Buitrago de Lozoya. En la pr¨¢ctica es un espacio de arte, ciencia y gastronom¨ªa lleno de vida y buenas ideas. Y al lado hay un embalse alucinante (Ctra. Villavieja s/n).
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