Historia de dos juezas acosadas
De Lara y San Jos¨¦, instructoras de los Carioca, Pok¨¦mon y Campe¨®n, trabajan amenazadas Han tenido que cambiar sus h¨¢bitos y llevar escolta
¡°Marioneta, la venganza se sirve en plato fr¨ªo, no te olvides de ello. Yo no me olvido¡±. El mensaje de amenaza apareci¨® publicado en El Faro Verde, un pol¨¦mico foro de la Red frecuentado sobre todo por agentes que administra la Asociaci¨®n Unificada de Guardias Civiles. Marioneta es Pilar de Lara. Uno de los nicks o pseud¨®nimos de Internet que en alg¨²n momento us¨® para rastrear delitos. El autor del mensaje era 60Folios, un alias desde el que recibe constante ¡°acoso e insultos¡± y tras el que, seg¨²n ya ha informado el abogado de la magistrada al subdelegado del Gobierno en Lugo y al general de zona, se esconde un agente muy conocido en la ciudad, J.M.B., especializado en seguridad ciudadana y explosivos. ¡°Penitencia, Marioneta, penitencia¡±, ¡°te observo¡±.
Desde 2012, la juez que desmantel¨® una presunta mafia de proxenetismo y corrupci¨®n policial en la Operaci¨®n Carioca, y removi¨® los cimientos de una comandancia que luc¨ªa intachable bajo el Todo por la Patria, ha tenido que cambiar sus rutinas. Dejar un grupo al que acompa?aba tocando la guitarra (su gran vocaci¨®n), cambiar incluso varias veces la parroquia a la que iba los domingos con su marido. Y actualmente, seg¨²n allegados, se mueve con escolta. Se la asignaron por las amenazas de cariz personal y contra su familia sufridas desde que mand¨® a prisi¨®n a los cabecillas de la trama, entre ellos el proxeneta Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n y el cabo de la guardia civil Armando Lorenzo Torre. Seg¨²n fuentes de los juzgados, se han llegado a ¡°detectar seguimientos incluso desde veh¨ªculos oficiales¡± hacia esta juez y Estela San Jos¨¦, instructora de casos tan sonados como la llamada trama de las multas y la Operaci¨®n Campe¨®n.
Las amenazas, vejaciones, insultos, pintadas denigrantes, calumnias difundidas para da?ar (o hasta destrozar, como en el caso de San Jos¨¦) sus vidas privadas, las denuncias, los an¨®nimos y los intentos de coacci¨®n se suceden apenas sin tregua desde que las titulares de los juzgados de Instrucci¨®n 1 y 3 de Lugo empezaron a imputar delitos a personas con poder, desde agentes hasta pol¨ªticos y empresarios. En 2013 fue precisamente uno de estos ¨²ltimos, Miguel Garc¨ªa Gesto, imputado por el caso Pok¨¦mon, quien fue detenido por amenazar e insultar a De Lara en p¨²blico.
¡°Marioneta, la venganza se sirve en plato fr¨ªo, no te olvides de ello¡±, es una de las amenazas contra la juez De Lara
El calvario vivido por el acoso que padeci¨® a trav¨¦s de los foros de Internet la magistrada del 3, Estela San Jos¨¦, qued¨® recogido en la declaraci¨®n que prest¨® en el juzgado 1 tras denunciar a J.M.B., en marzo de 2009. El perseguidor, aquella vez, era el mismo guardia civil que, supuestamente, se esconde bajo el nick 60Folios, aunque entonces lanzaba sus ataques bajo otros disfraces, tales como Habemus o Tiodelavara, desde un c¨ªber perfectamente identificado. No es, de todas formas, el ¨²nico que est¨¢ bajo sospecha de utilizar los foros para ofender, amedrentar y descalificar el trabajo de las juezas o la dignidad de las v¨ªctimas de trata cuyos testimonios hicieron posible la Carioca: ¡°La palabra de una puta no tiene la misma credibilidad que la de un agente del orden¡±, ¡°si vende su cuerpo por dinero, ?qu¨¦ m¨¢s puede ser capaz de hacer por unos billetes?¡±. Fuentes cercanas a las magistradas critican esta impunidad, la falta de apoyo institucional y la pasividad de los superiores en el instituto armado ante estos agravios que no cesan.
Los agentes del cuerpo comisionados en la Carioca, los colaboradores m¨¢s pr¨®ximos a Pilar de Lara, tambi¨¦n son blanco de la campa?a de hostilidad. Alguno de ellos recibi¨® sucesivas amenazas de muerte v¨ªa Internet. Sus coches fueron atacados varias veces y ellos incluso tuvieron que exiliarse de la Comandancia despu¨¦s de que alguien intentase forzar la puerta de su despacho, probablemente para obtener informaci¨®n. Se refugiaron en el juzgado, y la propia juez tuvo que pagarles material de trabajo. El m¨®vil que les hab¨ªan facilitado para comunicarse con las testigos protegidas ten¨ªa un saldo m¨ªnimo que muchas veces no les permit¨ªa devolver las llamadas perdidas y comunicarse con mujeres en aut¨¦ntico riesgo.
Actualmente, J.M.B., que fue denunciado por San Jos¨¦ y se libr¨® del juicio al l¨ªmite tras reconocer los hechos, est¨¢ de nuevo imputado, junto a dos personas m¨¢s, en otro procedimiento penal por presunto delito de injurias contra las dos magistradas iniciado a finales de 2010 a petici¨®n del fiscal jefe de Lugo. En febrero de este a?o, por ¨²ltimo, instruy¨® un atestado contra De Lara por presuntas pr¨¢cticas irregulares. Al final reconoci¨® su ¡°enemistad manifiesta¡± con la juez y se abstuvo, pero la denuncia lleg¨® a los juzgados en papel oficial de la Comandancia. ¡°?Alguien se cree que en un cuerpo jer¨¢rquico se puedan saltar el escalaf¨®n y presentar un atestado individualmente?¡±, apuntan las mismas fuentes judiciales.
Se han llegado a ¡°detectar seguimientos incluso desde veh¨ªculos oficiales¡± a las dos juezas
La ¡°enemistad¡± con De Lara empez¨® a gestarse, seg¨²n J.M.B., despu¨¦s de acudir a prestar declaraci¨®n como testigo en la Carioca, en relaci¨®n con la explotaci¨®n sexual de una menor. Seg¨²n ¨¦l, se sinti¨® acosado y padeci¨® ¡°un infierno¡±: ¡°Me despierto cada ma?ana pensando que terminar¨¢ imput¨¢ndome algo¡±, describ¨ªa en una denuncia que present¨® en 2012. El propio agente lleg¨® a asegurar que una tercera persona le ofreci¨® 22.000 euros para ayudarle a acusar a las juezas, aunque, seg¨²n dijo, nunca acept¨® el dinero.
Al menos un par de a?os antes que con De Lara, Tiodelavara, representante sindical en el cuerpo, la emprendi¨® con San Jos¨¦ despu¨¦s de que la juez ordenase detener, en contra del criterio de los guardias civiles, a otro agente que hab¨ªa sido denunciado por violencia machista. A partir de ah¨ª, seg¨²n relat¨® la instructora en su momento, se dedic¨® a minar su relaci¨®n con otro agente propagando infundios. Los rumores llegaron incluso a la Guardia Civil en Madrid. La gravedad de los mensajes, declar¨® San Jos¨¦, deterior¨® su vida de pareja hasta romperla. Fueron ¡°dos a?os de aut¨¦ntica tortura, de ver que la vida se viene abajo, que todo el mundo te se?ala y no por tu labor profesional¡±.
Un d¨ªa, la juez sufri¨® en su despacho una crisis nerviosa. Tuvo que comenzar un tratamiento psicol¨®gico y tomar medicaci¨®n. ¡°Cuando se acusa de prevaricaci¨®n a un juez, si es hombre se habla de dinero. En el caso de una mujer, se habla de camas¡±, sentenciaba la v¨ªctima. Y no deb¨ªa de estar equivocada, porque tambi¨¦n en el caso de De Lara algunos de los ataques responden a la misma estrategia. Aunque con menos ¨¦xito de p¨²blico.
Guardia Civil: El apoyo a De Lara es ¡°inquebrantable¡±
El instituto armado se ha desvinculado de la denuncia presentada el 24 de febrero en el juzgado de Instrucci¨®n 3 de Lugo contra Pilar de Lara. El documento lleva membrete de la Direcci¨®n General de la Guardia Civil y sello oficial de la Comandancia de Lugo, pero un mando del cuerpo asegura que se trata de la iniciativa de un agente ¡°a t¨ªtulo individual¡±, fruto de la ¡°autonom¨ªa¡± que tienen para girarlas. Ese mismo mando no descarta que en pocos d¨ªas, y como consecuencia del acoso al que supuestamente est¨¢ sometida la instructora de los casos Pok¨¦mon y Carioca, se pueda decidir ¡°un apercibimiento¡± contra esta persona, J.M.B. Desde febrero, sin embargo, no ha habido movimientos en este sentido, pese a que la supuesta persecuci¨®n por parte de este agente (que ha reconocido su ¡°enemistad manifiesta hacia la juez) fue denunciada por el abogado de De Lara tanto ante el general de zona como ante el subdelegado del Gobierno.
¡°La adhesi¨®n a la magistrada por parte de la Guardia Civil de Lugo es inquebrantable¡±, apunta el responsable del cuerpo consultado por este peri¨®dico, y a continuaci¨®n enumera otros episodios turbulentos en relaci¨®n con este agente y un par de denuncias cruzadas con De Lara y San Jos¨¦, a la que J.M.B. tuvo que indemnizar junto a un par de superiores en el instituto armado. En aquella ocasi¨®n, el juicio por acoso no lleg¨® a celebrarse porque el guardia reconoci¨® los hechos. Tuvo que pagar por ellos 15.000 euros y publicar una rectificaci¨®n en los foros de Internet en los que hab¨ªa vertido las graves acusaciones que afectaron a la vida privada de Estela San Jos¨¦ y el comandante Jes¨²s Borjas, entonces capit¨¢n.
El agente que instruy¨® el atestado contra la juez, en el que incluy¨® un an¨®nimo denunciando que De Lara ordenaba pinchazos masivos de forma indiscriminada, representa y ha representado distintas asociaciones de la Guardia Civil y cuenta con el respaldo de compa?eros, ya que lidera la Asociaci¨®n Profesional de Cabos y Guardias (APCG).
Sin embargo, la Guardia Civil insiste en destacar su ¡°armon¨ªa¡± con De Lara. Seg¨²n el responsable, la Comandancia ¡°no tiene ninguna queja¡± de la instructora que, tras estallar la Operaci¨®n Carioca, imput¨® a un buen n¨²mero de agentes y mandos de este cuerpo, as¨ª como a otros de la polic¨ªa nacional y la local.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.