Madrid bien vale una guerra
Las elecciones europeas han reforzado a Botella en el PP, han acentuado las divisiones en el PSOE y han abierto la puerta a un pacto entre IU, Podemos y Equo que complicar¨ªa a¨²n m¨¢s las batallas y alianzas para ganar la alcald¨ªa
Madrid, una ciudad no hace tanto en decadencia pol¨ªtica, en la que su alcalde sali¨® tarifando en 2011 sin mirar atr¨¢s apenas unos meses despu¨¦s de ganar las elecciones, en la que el principal partido de la oposici¨®n sufre desde hace a?os para encontrar su candidato, en la que uno de cada cuatro ciudadanos no ha conocido un regidor que no fuera conservador, Madrid es ahora el bot¨ªn m¨¢s deseado.
Pese a ello, s¨®lo caben tres opciones de cara a las elecciones municipales de mayo 2015: o el Partido Popular es capaz de mejorar la opini¨®n que tienen sus votantes no s¨®lo de la alcaldesa, Ana Botella, sino tambi¨¦n del propio Partido Popular, y conquista as¨ª una mayor¨ªa absoluta ahora improbable; o la izquierda ¡ªun concepto que en la capital oscila entre el centro que encarna alg¨²n posible aspirante socialista hasta los extremos hacia los que arrastra Podemos¡ª supera su desconfianza cainita y forja una mayor¨ªa absoluta a d¨ªa de hoy complicada; o gobernar¨¢ quien diga UPyD.
Ciudadanos inquieta al PP m¨¢s que Vox
El equipo de Ana Botella (PP) resta relevancia al resultado de Vox en las elecciones europeas del domingo (4,19%), y ve dif¨ªcil que logre superar en 2015 la barrera del 5% de votos para entrar en el Ayuntamiento. Su recorrido, interpreta uno de sus analistas m¨¢s relevantes, se agota una vez colocado a Alejo Vidal-Quadras en el Parlamento Europeo.
El 100% de sus votantes proviene del hast¨ªo con el PP, a?ade. Si volvieran a su seno, los populares ganar¨ªan dos concejales m¨¢s respecto a los 23 que le otorgar¨ªan los resultados del domingo en caso de repetirse en 2015.
Se quedar¨ªa as¨ª a tan solo cuatro de la mayor¨ªa absoluta. Y si hay alguien capaz de reivindicar las esencias del PP, es Ana Botella, cree su equipo. Con m¨¢s inquietud se contempla el ascenso de Ciudadanos, "que ha logrado medio mill¨®n de votos en toda Espa?a saliendo en medios de comunicaci¨®n de derechas".
Si se sumar¨¢n sus votos a los de UPyD (no son pocos los que abogan por una alianza electoral entre ambos), obtendr¨ªan nueve ediles, dos m¨¢s de los que logr¨® la formaci¨®n magenta el domingo. ¡°A Ciudadanos no se les puede pasar por alto¡±, se a?ade en el PP, donde se teme, ¡°por responsabilidad democr¨¢tica¡±, una ¡°italianizaci¨®n¡± de la pol¨ªtica.
Los votos pertenecen a los ciudadanos, y los augures demosc¨®picos parecen poco fiables pese a que ser¨¢ uno de ellos qui¨¦n susurre al o¨ªdo de Mariano Rajoy cuando, a final de a?o o principios de 2015, decida si permite a Botella refrendar su carrera pol¨ªtica en las urnas como candidata. Los designios del presidente del PP son tan inescrutables como la voluntad ciudadana. Pero hasta mayo de 2015 se dirimir¨¢n varias batallas internas m¨¢s que decidir¨¢n qui¨¦n se disputa entonces la capital. No est¨¢ mal para una ciudad que, hasta hace poco, nadie parec¨ªa querer gobernar.
? La flojera del PP. La primera que no se sabe si quiere gobernar Madrid es su propia alcaldesa, incapaz hasta el momento de aclarar si desea seguir si¨¦ndolo cuatro a?os m¨¢s. Quiz¨¢ porque quiere y la mejor forma de conseguirlo es no decirlo. Hasta ahora, esa estrategia no le ha ido mal. Su figura concita rechazo entre la mayor¨ªa de votantes del PP (el 77% desea un candidato diferente, seg¨²n la encuesta de Metroscopia publicada en mayo por EL PA?S). Pero las rivales que podr¨ªan plantarle cara se han retirado a sus cuarteles de invierno. Empezando por la presidenta del PP madrile?o, Esperanza Aguirre, debilitada por su incidente policial, y con la sonrisa congelada tras el mal resultado regional pese a su intensa implicaci¨®n en la campa?a. Pero en el Ayuntamiento se admite su relevancia: ¡°Aguirre est¨¢ retirada virtualmente de la pol¨ªtica y, aun as¨ª, cada vez que estornuda se resfr¨ªa Madrid¡±.
La flojera del propio PP a nivel nacional ha apuntado adem¨¢s que quiz¨¢ el problema no sea (?s¨®lo?) Botella. Alberto Ruiz-Gallard¨®n le leg¨® la alcald¨ªa en 2011 tras obtener el 49,7% de votos unos meses antes. El domingo, arrastrado por la gesti¨®n del Gobierno de Rajoy (del que el propio Gallard¨®n es un pilar), el PP sum¨® el 32,4% de votos en Madrid. Casi 18 puntos menos en dos a?os y medio. Pero por encima del resultado nacional (26%) y regional (30%).
Botella puede presumir de que el sondeo de El PA?S le vaticinaba un resultado similar (32,5%) en caso de ser candidata en 2015. Entonces se interpret¨®, incluso en su partido, como que lastraba al PP. Ahora en cambio, parece que es ella la que mejor ha aguantado el guantazo de los votantes.
? ?Qu¨¦ resulta ¡°preocupante¡±? Botella ve ¡°muy preocupantes¡± los resultados de las europeas. Pero esa reflexi¨®n va m¨¢s all¨¢ de la ca¨ªda del PP. ¡°Se ha producido una quiebra de confianza en los grandes partidos, sobre los que se asienta el orden constitucional desde hace 36 a?os. El PP ha resistido mejor porque el terremoto ha sido en la izquierda, y porque el hast¨ªo del votante conservador se ha dispersado entre UPyD, Vox y Ciudadanos¡±, reflexiona un peso pesado de su equipo. ¡°Lo m¨¢s preocupante es la gran proporci¨®n de votantes que ha pasado de la socialdemocracia (PSOE) a la izquierda antisistema (Podemos)¡±, a?ade.
El dilema de las alianzas con UPyD
¡°Los resultados del domingo no implicar¨ªan la ca¨ªda del PP en el Ayuntamiento sino su continuidad¡±, interpreta el equipo de Ana Botella.
En su opini¨®n, los votos de Vox volver¨¢n a su redil en 2015, y a UPyD no le quedar¨¢ otro remedio que pactar con ellos. ¡°Ya ten¨ªan dif¨ªcil respaldar a IU, pero si adem¨¢s se suma Podemos a esa posible coalici¨®n de izquierda, ser¨¢ imposible¡±.
Desde el PSOE, sin embargo, se hace otra lectura: en caso de mantenerse como segunda fuerza, podr¨ªan superar al PP con el respaldo de IU y la abstenci¨®n de UPyD, sin necesidad de Podemos. O incluso con el apoyo ¨²nicamente de UPyD, dando por hecho que ni IU ni Podemos se alinear¨ªa nunca con los populares.
? Septiembre, decisivo. El PP ha perdido 230.000 votos entre las europeas de 2009 y las del domingo, pero la derecha sigue siendo m¨¢s fuerte que la suma de la izquierda. Y, quitando a unos (PP, Vox y Ciudadanos) y a otros (PSOE, IU y Podemos), y a UPyD, que ejerce como fiel de la balanza, sigue quedando un 8-9% de votos que han ido en otras opciones. Es dif¨ªcil que eso se repita en unas elecciones municipales. Y tampoco la abstenci¨®n (50%) se augura tan alta en 2015.
Botella no ha presumido del resultado en la capital (¡°como habr¨ªan hecho otros y otras¡±, a?ade su equipo), pese a que Madrid ha resistido mejor el desgaste del PP. La ciudad ha aportado al partido el 60% de los votos recabados en la Comunidad y casi el 10% del total nacional: ¡°El suelo electoral de la derecha en Madrid es muy alto; la gente vota como vota porque vive como vive. Pero tenemos un problema: hay 10 puntos de nuestra gente que necesita mensajes claros para volver. Con eso, estar¨ªamos por encima del 40%¡±.
En el Ayuntamiento creen que Rajoy se ha dado de tiempo hasta despu¨¦s del verano para devolver el pulso al partido. Pasado septiembre, mover¨¢ ficha. Su argumento es que la elecci¨®n de candidatos regionales y municipales no puede ir en tandas (los que no salieran en la primera, quedar¨ªan lastrados por la duda), y hay quienes, como es el caso del que suceda a Juan Vicente Herrera en Castilla y Le¨®n, necesitar¨¢n meses para forjar su proyecto pol¨ªtico.
As¨ª, la decisi¨®n de Rajoy no podr¨ªa esperar a dos meses antes de las elecciones. ¡°Se empezar¨¢n a hacer encuestas a final de julio y en septiembre, y la decisi¨®n ser¨¢ en octubre o noviembre, una vez el PSOE haya movido ficha¡±, cuenta otro peso pesado municipal.
? La izquierda crepita. En el PSOE no se sabe a¨²n cu¨¢ndo se mover¨¢ ficha. Ni siquiera se sabe qu¨¦ fichas hay, y hasta el tablero est¨¢ en disputa. Pero el partido m¨¢s d¨¦bil que conoce Madrid es, al mismo tiempo, el que mayores posibilidades tiene de ganar. En parecidas circunstancias se halla su l¨ªder municipal, Jaime Lissavetzky. Se enfrent¨® a Gallard¨®n en mayo de 2011, momento ¨¢lgido de la desafecci¨®n de sus votantes, y cosech¨® el peor resultado hist¨®rico, con el 23,9% de votos. Pero su gesti¨®n posterior se ha visto recompensada a nivel interno. Aun as¨ª, su principal problema sigue siendo Tom¨¢s G¨®mez. El l¨ªder regional no le quiere. O mejor dicho, le quiere lejos. Le quiere fuera. Le achaca ser hombre de confianza del secretario general del PSOE, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba (son amigos del alma), con el que manten¨ªa un pulso a muerte.
En 2011, Lissavetzky no tuvo rival en las primarias porque G¨®mez no lo pudo fabricar. Pero, tras las elecciones, qued¨® aislado en un grupo municipal fiel al l¨ªder regional. Pasito a pasito, ha ido ganando espacio, atrayendo hacia s¨ª a figuras relevantes de la ¨®rbita de G¨®mez. El resultado del domingo en la capital (18,2%) fue peor que en 2011. Pero el Ayuntamiento no es una plaza org¨¢nica sino institucional, y s¨®lo se pone en juego realmente en las municipales. Dado que G¨®mez descarta dimitir porque considera que la asunci¨®n de responsabilidades se agota con la anunciada marcha en julio de Rubalcaba, tampoco Lissavetzky renunciar¨¢ a presentarse a las primarias municipales (previstas en principio para finales de septiembre).
? El factor Rubalcaba. Lissavetzky no ha podido evitar sin embargo los temblores internos por la suma del mal resultado (el de G¨®mez fue similar: 18,9%) y la marcha de Rubalcaba. Respecto a lo primero, est¨¢ por medirse su efecto real a nivel interno. Susana D¨ªaz, que logr¨® el segundo mejor resultado del PSOE, con el 35,1% de votos, se qued¨® sin embargo a cuatro puntos de las elecciones andaluzas de 2012 y a 14 de las europeas de 2009. Y, pese a ello, ha salido reforzada en su partido.
El factor Rubalcaba es m¨¢s complicado de medir. Hace meses, su cercan¨ªa era vista por algunos como un lastre. Ahora, tras su anunciada marcha, esos mismos creen que el lastre es que ya no est¨¦ para respaldarle.
Ronda desde hace tiempo la posibilidad de que le plante cara en las primarias el diputado regional Antonio Miguel Carmona, que dice contar con el respaldo de G¨®mez y podr¨ªa lanzarse en julio o septiembre. ¡°Hay que salir a la calle, estar con la gente, ser uno m¨¢s¡±, afirma. S¨®lo as¨ª, a?ade, se puede sacar m¨¢s votos que el PP, un objetivo que ve factible. [APARTADO]
? Una alianza en la izquierda.?Los resultados del domingo, sin embargo, apuntan en direcci¨®n contraria. El PSOE podr¨ªa incluso perder el segundo puesto si cristaliza la alianza que un sector de IU desea fraguar con Podemos (abierto tambi¨¦n a unir fuerzas) y Equo. Tal y como adelant¨® EL PA?S, la decisi¨®n de no repetir como candidato del portavoz de IU, ?ngel P¨¦rez, abre la puerta a un relevo para el que el diputado regional Mauricio Valiente est¨¢ colocado en primera l¨ªnea.
? UPyD decide.. El gran problema tras las elecciones para la izquierda ser¨¢ con qui¨¦n pactar. El resultado de las europeas, trasladado al Ayuntamiento, le dar¨ªa 23 concejales al PP, 13 al PSOE, 7 a IU, 7 a UPyD y 7 a Podemos. Con los votos de Equo, IU y Podemos ganar¨ªan dos ediles. La izquierda quedar¨ªa al filo de la mayor¨ªa absoluta. Pero, al mismo tiempo, tendr¨ªa casi imposible alcanzarla, porque UPyD dif¨ªcilmente entrar¨¢ en una alianza con Podemos.
Parte de los que han abandonado el PP acabaron el domingo en Vox (4,2% de votos) y Ciudadanos (4,7%), da?ando as¨ª el potencial crecimiento de UPyD por la derecha. ¡°Es un partido muy madrile?o y urbano, pero otras opciones para nuestros desencantados se han comido sus expectativas¡±, cree el equipo de Botella.
UPyD sum¨® el 9,64% de votos el pasado domingo. En 2011, obtuvo el 7,85%. La encuesta de EL PA?S, que sus concejales creyeron que se quedaba corta, le vaticin¨® el 11,6% para 2015. Su l¨ªder local, David Ortega, quiere repetir de candidato, pero antes deber¨¢ ganar sus primarias. Otra batalla m¨¢s. Quedan tantas....
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