Cine aficionado que sabe a casa

Fue un estreno cinematogr¨¢fico peculiar. El p¨²blico que asist¨ªa el viernes al Museo Reina Sof¨ªa de Madrid al primer pase del corto Diario de un barrio, conoc¨ªa de la mano del equipo t¨¦cnico los pormenores de la pel¨ªcula, el making off. Sus autores, menores de edad, explicaron en vivo c¨®mo realizaron su trabajo.

Es el ¨²ltimo paso de?Cine en Curso, un proyecto para alumnos de secundaria que ech¨® a andar hace nueve a?os en Barcelona y que hoy se extiende hasta Latinoam¨¦rica, habiendo recalado en esta edici¨®n en Madrid. El equipo est¨¢ compuesto por chavales de cuarto de la ESO, con los nervios t¨ªpicos de una fiesta escolar. Les arropan en la sala sus familiares y profesores. Pero no est¨¢n reunidos para celebrar el fin de curso, sino para presentar su obra: un corto de 18 minutos que recoge la mirada de 21 adolescentes de Orcasitas, en el distrito de Usera.

Todos forman parte del proyecto cinematogr¨¢fico que en su versi¨®n madrile?a, ha sido coordinado por el cineasta?Jon¨¢s Trueba (Madrid, 1981). El hijo del oscarizado Fernando Trueba ha sido el encargado de orientar a los participantes, de darles las claves para completar el trabajo.

El objetivo es compartir cine, potenciar el poder pedag¨®gico del s¨¦ptimo arte. Y tambi¨¦n la capacidad de apreciaci¨®n del entorno, el trabajo disciplinado, en equipo e individual; la paciencia, la necesidad de combinar la discusi¨®n y el respeto o la toma de decisiones. Todos son valores que este programa trata de incentivar a trav¨¦s de la imagen.

Entre 2013 y 2014, 47 centros y 24 profesionales del cine se han unido a la comunidad que ha hecho florecer Cine en Curso

Este es el primer a?o que un colegio madrile?o participa. Los afortunados, as¨ª se sienten, son los alumnos del colegio Montserrat de Orcasitas. El centro est¨¢ gestionado por una asociaci¨®n cultural y se imparten clases desde infantil hasta de apoyo e integraci¨®n. Una de las caracter¨ªsticas de Cine en Curso es la diversidad de los participantes, que pertenecen a contextos muy diversos y son de edades diferentes, comprendidas entre los 9 y los 18 a?os. Los alumnos han descrito su barrio tal cual lo ven y lo viven: joven, con muchas posibilidades y con gente que lo hace mejorar. ¡°El barrio ha cambiado, ya no es el mismo lugar donde crecieron nuestros padres o profesores¡±, explican los j¨®venes cineastas. Recuerdan que ya no existen chabolas sin luz ni agua, como en tiempos pret¨¦ritos. El paisaje humano est¨¢ hoy poblado de ciudadanos que han venido de diferentes nacionalidades conviviendo sin conflictos. Sus ilusiones adolescentes se reflejan en sus palabras y en su creaci¨®n.

Han estado cuatro meses escudri?ando los rincones de sus parques, indagando sobre la historia de sus calles y reflexionando acerca de lo que han cambiado. Todo para contar una historia, la de Orcasitas. Historias de escaleras de vecinos, de atardeceres rojos, de puentes que ya no unen, de patios vac¨ªos, de parques llenos, de luces en ventanas, de perspectivas, de colores, y de muchas emociones.

El proyecto tambi¨¦n los ha puesto en contacto con otras realidades, con lugares que tambi¨¦n han participado en esta u otras ediciones. Entre 2013 y 2014, 47 centros educativos y 24 profesionales del cine se han unido a la comunidad que ha hecho florecer Cine en Curso. Alrededor de 15.000 escolares nutrieron las ediciones de Catalu?a y de ah¨ª dio el salto a Galicia, Argentina, Chile y finalmente, Madrid.

Todos han seguido las mismas pautas de trabajo. A trav¨¦s de talleres, impartidos por profesores y profesionales del cine, los estudiantes han descubierto la metodolog¨ªa y pr¨¢ctica cinematogr¨¢fica. Despu¨¦s de realizar algunas pruebas y visionar pel¨ªculas de cineastas muy diversos, se pusieron manos a la obra. Los alumnos, coordinados por Trueba, centran sus esfuerzos en la parte m¨¢s creativa: en el gui¨®n, el rodaje diario y el montaje del cortometraje documental.

Las horas que Trueba y el resto del equipo han invertido en los chicos han dado fruto. Los nuevos cineastas hablan de sus planos con aut¨¦ntica profesionalidad. Se han inspirado en aquellos cineastas que m¨¢s les han impresionado, que no han sido precisamente los autores de superproducciones, sino los grandes del cine documental. De cada uno han extra¨ªdo lo mejor: aseguran haber tomado su amor por los espacios vac¨ªos y las voces en off del trabajo del director catal¨¢n Jos¨¦ Luis Guer¨ªn en Innisfree, pel¨ªcula sobre el pueblecito irland¨¦s en el que John Ford localiz¨® su filme El hombre tranquilo (1952).

Las abundantes y delicadas panor¨¢micas provienen, nada menos que de la influencia del realizador holand¨¦s Johan van der Keuken, que durante 50 a?os hasta su fallecimiento en 2001 desarroll¨® ese tipo de mirada en la que la c¨¢mara se convierte en un mir¨®n indiscreto.

Los alumnos de Orcasitas ya se han estrenado. A algunos esta experiencia los ha convencido y est¨¢n decididos a estudiar audiovisuales.

A ellos les seguir¨¢n chavales de A Coru?a y, a final de a?o, llegar¨¢ el gran momento de los de Santiago de Chile. Los 21 chavales han compuesto el diario de su barrio, pasado y presente de una comunidad cualquiera con un final de arco¨ªris.