M¨¢s dinero a la banca para nada
Andaluc¨ªa deber¨ªa pensar fuentes de financiaci¨®n alternativas ya que del BCE no le vendr¨¢ nada bueno
Las medidas que anunci¨® la semana pasada el Banco Central Europeo para que aumente el cr¨¦dito dando m¨¢s dinero a los bancos, bajando los tipos de inter¨¦s y penalizando sus dep¨®sitos all¨ª se han recibido como un hito hist¨®rico pero me temo que hay razones fundadas para pensar que no servir¨¢n de mucho.
Es verdad que el cr¨¦dito o no llega a las empresas y a los consumidores o que si llega es muy caro, lo que dificulta la recuperaci¨®n econ¨®mica. Pero esa falta de financiaci¨®n no se produce por falta de liquidez. El problema real es la insolvencia de la econom¨ªa en su conjunto, de los consumidores, de las empresas y de la banca. Las empresas que tienen actividad no est¨¢n tan interesadas en obtener m¨¢s financiaci¨®n como en desendeudarse, y lo que necesitan las que tienen problemas por falta de clientes es demanda efectiva, es decir, que sus potenciales compradores tengan m¨¢s ingresos para gastar.
Se puede adelantar que el Banco Central Europeo (BCE) no resolver¨¢ casi nada limit¨¢ndose a proporcionar m¨¢s dinero a los bancos europeos porque hemos comprobado ya que as¨ª no aumentan los ingresos de empresas y consumidores de los que depende que haya gasto. Y es solo el incremento de este ¨²ltimo lo que puede hacer que aumente la actividad, el empleo y los ingresos, disminuyendo as¨ª la insolvencia de consumidores y empresas que est¨¢ hundiendo la demanda y dificultando su acceso al cr¨¦dito disponible.
Adem¨¢s, para que los bancos presten m¨¢s y m¨¢s barato no solo necesitan liquidez (que ya tienen de sobra) y empresas y consumidores m¨¢s solventes, sino tambi¨¦n m¨¢s capital. Y el propio Draghi ha reconocido en varias ocasiones durante los ¨²ltimos meses que la banca europea no ha saneado a¨²n sus balances (algo, por cierto, que corresponde al BCE evitar). Por tanto, ¨¦l sabe mejor que nadie que, mientras que eso sea as¨ª, los bancos no van a dar cr¨¦dito ni en la cantidad ni al tipo de inter¨¦s que la econom¨ªa europea necesitar¨ªa para salir adelante, por mucha m¨¢s liquidez que tengan.
Finalmente, la teor¨ªa econ¨®mica advierte tambi¨¦n del poco ¨¦xito que tendr¨¢n estas medidas. Como se?al¨® hace mucho tiempo el Nobel James Tobin, la idea de que las cosas pueden funcionar llevando por un lado los asuntos del dinero y los precios y por otro los relativos al presupuesto, los impuestos, el empleo y la producci¨®n, como se viene haciendo en Europa, es una falacia.
Pa¨ªses como Espa?a o comunidades como Andaluc¨ªa har¨ªan bien en desconfiar de estas medidas y ponerse a pensar en c¨®mo disponer de fuentes de financiaci¨®n alternativas para sus empresas y consumidores porque del actual BCE y del fundamentalismo de los dirigentes europeos no les vendr¨¢ nada bueno.
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