75 a?os del ¡®Sinaia¡¯
Actos paralelos en Veracruz y A Coru?a para conmemorar la llegada del barco con 1.600 exiliados republicanos
?¡°No os recibimos como n¨¢ufragos de la persecuci¨®n dictatorial a quienes misericordiosamente se arroja una tabla de salvaci¨®n, sino como a defensores aguerridos de la democracia republicana y de la soberan¨ªa territorial, que lucharon contra la maquinaria opresora al servicio de la conspiraci¨®n totalitaria universal. El Gobierno y pueblo de M¨¦xico os reciben como a exponentes de la causa imperecedera de las libertades del hombre¡±. Estas palabras del secretario de Gobernaci¨®n de M¨¦xico, Ignacio Garc¨ªa T¨¦llez, fueron el recibimiento que tuvieron los 1.599 pasajeros que arribaron al puerto de Veracruz el 13 de junio de 1939 en el barco Sinaia, fletado por cu¨¢queros brit¨¢nicos y por varias asociaciones de intelectuales europeos.
Todos eran republicanos espa?oles liberados de los campos de concentraci¨®n franceses que hab¨ªan aceptado la oferta de acogida del presidente mexicano L¨¢zaro C¨¢rdenas. 28 de ellos gallegos, incluido el poeta Lorenzo Varela y el fot¨®grafo Francisco Souza, que hizo un reportaje fotogr¨¢fico de la traves¨ªa. No era la primera llegada de exiliados al pa¨ªs norteamericano, pero el viaje de 19 d¨ªas del Sinaia, un vapor franc¨¦s construido en Glasgow en 1924 que hac¨ªa la ruta Marsella-Nueva York y tanto transportaba peregrinos a La Meca como tropas, se hizo especialmente famoso porque fue el primero de car¨¢cter masivo de republicanos.
75 a?os exactos despu¨¦s, el pasado viernes d¨ªa 13, a la misma hora, las 19,00 en A Coru?a y las 12,00 en Veracruz, sendos actos conmemoraron aquella llegada. Conectados v¨ªa Skype, en la ciudad mejicana estaba Carmen Tag¨¹e?a, hija del general Manuel Tag¨¹e?a (sirvi¨® a las ¨®rdenes de Enrique L¨ªster en la batalla del Ebro, fue general en el Ej¨¦rcito Rojo en la Segunda Guerra Mundial y asesor del ej¨¦rcito de la Yugoslavia de Tito) y de la coru?esa Carmen Parga. ¡°Yo nac¨ª en Mosc¨². Cuando los exiliados volv¨ªan a Espa?a, muchas veces quedaban a tomar ¡®t¨¦ blanco¡¯. Era solo agua caliente, la llamaban as¨ª porque en muchas ¨¦pocas no hab¨ªan tenido ni t¨¦¡±, se ve decir a Carmen Tag¨¹e?a en una gran pantalla. ¡°Es importante preservar los valores de la solidaridad. A los mexicanos nos maltratan cuando cruzamos al norte, pero nosotros tambi¨¦n maltratamos a los que vienen del sur¡±.
En la Fundaci¨®n Paideia de A Coru?a, en un acto organizado por la Comisi¨®n para a Recuperaci¨®n da Memoria Hist¨®rica, est¨¢ Sonia Subirats, nacida en M¨¦xico de una familia con pedigr¨ª de exiliados. ¡°Mis abuelos ya estuvieron refugiados en Francia a causa de la dictadura de Primo de Rivera. Mis padres se conocieron en el Mexique? el primer barco que llev¨® refugiados a M¨¦xico en 1937¡±. Sonia fue de aquellos ni?os exiliados que se educaron en colegios creados con ayudas del Gobierno mexicano para que los profesores represaliados tuviesen trabajo. ¡°Los actos conmemorativos de la Rep¨²blica eran algo cotidiano, el 14 de abril era una celebraci¨®n festiva normal. Los lunes era y es obligatorio en los colegios hacer honores a la bandera mexicana, y en el nuestro se hac¨ªa tambi¨¦n a la tricolor republicana¡±, recuerda.
Sonia Subirats, que ahora vive en Barcelona, ha realizado un documental, Desde el silencio (que se proyect¨® en el acto de Veracruz), que naci¨® de un descubrimiento. ¡°A los hijos y nietos de exiliados nadie nos pregunt¨® cu¨¢nto pesaba ese hecho en nuestra personalidad. Fuimos entrevistando a mexicanos, latinoamericanos, pero cuando encontramos a gente nacida en el norte de ?frica se quejaron de que nadie hablaba de ellos. Siempre se habla del exilio en tal o cual pa¨ªs de Sudam¨¦rica, o en Estados Unidos, pero nunca en el norte de ?frica. Estuvimos dos a?os haciendo ese documental¡±.
En el Sinaia viajaban tambi¨¦n cuatro hijos del fusilado general coru?¨¦s Rogelio Caridad Pita. En el acto de A Coru?a intervino tambi¨¦n el arquitecto Xos¨¦ Lois Mart¨ªnez para glosar la obra de uno de ellos, Jos¨¦ Caridad Mateo, y su apuesta por una arquitectura y un urbanismo sociales. Tambi¨¦n un joven arquitecto, Alberto Fortes, como representante de los millares de nuevos exiliados: los emigrantes por razones econ¨®micas.
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