Una escuela, condenada por el acoso a un alumno homosexual
Un juzgado de Cerdanyola obliga al centro a indemnizar a la familia con 51.000 euros
La escuela Nuestra Se?ora de Montserrat de Cerdanyola del Vall¨¨s ha sido condenada a indemnizar a un alumno con 50.770 euros por el acoso recibido durante cuatro cursos. Los hechos se produjeron entre 2004 y 2009, motivados, seg¨²n la v¨ªctima J. M. M., por su condici¨®n de homosexual. El juzgado de primera instancia de esta localidad considera probada la existencia de un caso de acoso escolar y critica la inacci¨®n del colegio. ¡°El centro escolar dispon¨ªa de datos y observaciones que suficiente y debidamente analizados pod¨ªan haber permitido prever y corregir los comportamientos de acosos que se produjeron a lo largo de los cursos¡±, asegura la sentencia con fecha de mayo y avanzada por El Peri¨®dico.
J. M. M., que actualmente tiene 19 a?os, lleg¨® a este centro concertado de Cerdanyola en 2004. Los problemas con un grupo de compa?eros se iniciaron durante el segundo a?o. ¡°Me llamaban, maric¨®n, marginado¡.¡±, explic¨® la v¨ªctima a la juez. Tambi¨¦n denunci¨® que recib¨ªa codazos y que lo intentaban hacer caer por las escaleras. La madre avis¨® de estos problemas a los profesores y le recomendaron que llevara a su hijo al psic¨®logo. ¡°Se constata que la relaci¨®n entre el menor y sus compa?eros no era la deseable¡± y que era la tutora la que forzaba la situaci¨®n para que los ni?os se relacionaran, detalla la juez, que considera que ya en el segundo a?o ¡°la relaci¨®n entre la madre y la tutora fue lo suficientemente constante como para detectar una situaci¨®n de angustia en la madre¡±.
La situaci¨®n se agrava al curso siguiente, hasta que el 2007 se produce uno de los episodios que m¨¢s ha quedado grabado en la memoria del joven. En una excursi¨®n a un paraje natural al que se accede en jeep, la v¨ªctima asegura que algunos compa?eros intentaron tirarlo del veh¨ªculo. La direcci¨®n del centro admite en un informe posterior que se produjeron ¡°peque?os incidentes¡± ese d¨ªa, aunque niega el extremo denunciado por la familia porque ¡°era un veh¨ªculo totalmente cerrado¡±.
No obstante, dos estudiantes testificaron y confirmaron las vejaciones recibidas por la v¨ªctima de forma continuada, as¨ª como el episodio de la excursi¨®n. ¡°Lo intentaron echar del jeep y durante la hora de comer le intentaron meter un palo por el culo¡±. Ese d¨ªa el joven acab¨® en urgencias por un cuadro de ansiedad. Sus compa?eras tambi¨¦n aseguran que los insultos eran habituales y que sus acosadores ¡°avisaban al resto de compa?eros de que no lo tocaran porque se pod¨ªan infectar¡±.
"Me llamaban, maric¨®n, marginado¡.¡±. La v¨ªctima tambi¨¦n denunci¨® que lo intentaron
Despu¨¦s de dicho episodio, el centro emprendi¨® algunas medidas como hablar con las familias de los estudiantes afectados y realizar charlas alrededor de la intolerancia con los menores. ¡°En ning¨²n caso se toman medidas de control y vigilancia sobre los menores afectados en el incidente, ni tampoco ninguna medida disciplinaria¡±, apostilla la juez.
En sus diferentes declaraciones, algunos profesores minimizan lo sucedido y lo atribuyen a las t¨ªpicas rencillas de adolescentes. M¨¢s a¨²n, la directora del centro niega en un informe que ¡°exista acoso hacia J. M. M¡± y que este ¡°sobrevalora los hechos que le pasan en la escuela cuando los explica diariamente a la familia, pero no busca soluciones, ni tampoco el asesoramiento del tutor. Su demanda a la escuela consiste en llamar la atenci¨®n del profesorado mediante quejas constantes del resto del grupo¡±. La responsable del centro considera que el alumno tiene una ¡°actitud poco tolerante con el resto de sus compa?eros¡± y que esto provoca que a veces sea ¡°poco aceptado¡± por ellos. Tambi¨¦n piensa que el alumno est¨¢ ¡°sobreprotegido¡± por su madre.
Pero hay otros, como un tutor de secundaria, que relata que J. M. M. hab¨ªa llegado a este centro concertado proveniente de otra escuela del municipio donde ¡°ya hab¨ªa sufrido incidentes por acoso y discriminaci¨®n¡±. Adem¨¢s este docente admite en su declaraci¨®n c¨®mo hab¨ªa tenido que interceder en alguna ocasi¨®n ante ¡°acciones violentas¡± de alumnos de secundaria, mayores que la v¨ªctima, que incluyo llegaron a ser expulsados dos d¨ªas.
El joven estuvo en tratamiento psicol¨®gico m¨¢s de dos a?os
En 2009 se produce otro incidente, que precipitar¨¢ la salida de J. M. M. del colegio. Uno de sus compa?eros cuelga en un blog su foto junto a mensajes hom¨®fobos y amenazas de muerte. Ese curso la v¨ªctima abandon¨® la escuela y estuvo 900 d¨ªas estuvo en tratamiento psiqui¨¢trico y psicol¨®gico, valorado en los 50.770 euros que la escuela debe ahora pagar a la familia. Seg¨²n un informe m¨¦dico, J. M. M. padeci¨® entre 2007 y 2009, mientras estudiaba en dicho centro, ¡°un trastorno adaptativo mixto, con ansiedad y estado de ¨¢nimo deprimido¡±, que super¨® con la medicaci¨®n y el cambio de centro. ¡°Si desde el principio hubiera habido un seguimiento de la interrelaci¨®n entre la v¨ªctima y el resto de alumnos por parte del centro escolar, con total seguridad se hubiera evitado el problema que afect¨® al menor¡±, remacha la sentencia.
El centro, que ya ha anunciado que recurrir¨¢ la sentencia, defiende que ¡°utiliz¨® todos los medios en su poder para solucionar esta situaci¨®n¡± y que ¡°actu¨® de forma inmediata¡± cuando se produjeron los incidentes. Pero en su escrito la juez espeta a la escuela que fueron medidas como charlas y tutor¨ªas, pero ¡°no consta ninguna actuaci¨®n espec¨ªfica que afectara al menor y a los presuntos agresores no se les sancion¨®¡±. La directora asegura que no conoc¨ªa la orientaci¨®n sexual del alumno y ve contradicciones en algunas de las afirmaciones del chico. "El chico sal¨ªa contento de la escuela y a la ma?ana siguiente su madre ven¨ªa diciendo que su hijo estaba angustiado y hab¨ªa dormido mal. A lo mejor el problema lo ten¨ªa en casa", suelta la docente.
El joven considera que sus cuatro a?os en la escuela fueron ¡°un infierno¡±. ¡°Fueron humillantes y lo ¨²nico que quer¨ªa era morirme¡±. Explica que ahora se encuentra bien y satisfecho con la sentencia. ¡°Es un precio bajo para lo que pas¨¦, pero estoy orgulloso por la lucha¡±, admite por tel¨¦fono este estudiante que la pasada semana hizo la Selectividad con vistas en septiembre a iniciar una nueva etapa en la universidad estudiando Turismo.
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