David frente a Goliat por un toldo

Los vecinos del n¨²mero cuatro de la plaza de la Mare de D¨¦u de Valencia viven una pesadilla desde hace tres a?os. El Ayuntamiento de Valencia intenta desde entonces instalar un nuevo toldo -de unos mil metros cuadrados de superficie- para proteger la plaza, pero los propietarios se oponen.

"Nos est¨¢n avasallando", denuncia una residente, que insiste en que ning¨²n informe municipal de los vistos acredita que el anclaje del toldo a su edificio es inocuo. Los propietarios se han opuesto hasta cinco veces a la cubierta, pero el Consistorio insiste.

El Gobierno local jubil¨® en 2011 el anterior entoldado, muy deteriorado, y adquiri¨® otro nuevo que no ha podido colgar por la negativa de los vecinos, que temen por la seguridad de un inmueble que no est¨¢ preparado para sostener este gigantesco toldo si el viento sopla fuerte.

Este vecino recuerda incluso que en 1987 ya se produjo el revent¨®n de un anclaje. Los propietarios revisaron el proyecto de construcci¨®n del edificio y no se hizo previsi¨®n alguna sobre sostener el toldo. Y la ¨²nica garant¨ªa que les daba inicialmente el Ayuntamiento de Valencia era un dispositivo que recoge de forma autom¨¢tica la cubierta ante una ventolera. Una medida que no convence a los due?os de las casas.

Cuando se procedi¨® a instalar la nueva cubierta, en 2011, los vecinos se interesaron en si los informes municipales ten¨ªan en cuenta la estructura del inmueble. Vieron que la previsi¨®n de viento que barajaba el Consistorio era de 10 metros por segundo en lugar de los 26 que se aconsejan para Valencia. No se respetaba el c¨®digo t¨¦cnico de edificaci¨®n, dicen.

La ¨²nica garant¨ªa que el Ayuntamiento de Valencia les daba a los vecinos era la colocaci¨®n de un sensor que recogiera el toldo si el viento arreciaba. Insisten en que la tela no es necesaria y de muestra citan la plaza de San Pedro, en Roma, que carece de cubierta permanente, pese a los m¨²ltiples oficios religiosos al aire libre.

El Consistorio segu¨ªa en sus trece e incluso intent¨® practicar una prueba de carga en la fachada, a la que se negaron en redondo los residentes porque tem¨ªan da?os en la estructura. Con el seguro de responsabilidad civil -por dos millones de euros-, no habr¨ªa ni para empezar si se produc¨ªan da?os. "No es una cuesti¨®n econ¨®mica. No queremos nada, solo que el toldo no se cuelgue", reitera el residente, que desmiente los rumores que han circulado de que no pagaban los impuestos municipales en compensaci¨®n por los anclajes.

La Junta de Gobierno local ha zanjado las conversaciones y se ha ido a los tribunales. Hace unas semanas los denunci¨®, apelando a las d¨¦cadas que el toldo original estuvo colgado de la fachada. La historia suena a David frente a Goliat.

La comunidad de vecinos deber¨¢ decidir ahora si se persona en el procedimiento, para lo que tiene que desembolsar dinero, u otra soluci¨®n.