A cinco mil¨¦simas de la perfecci¨®n

Para Blanca D¨ªez, la alumna que ha obtenido la nota de selectividad m¨¢s alta de la Comunidad de Madrid (un 9,995), la curiosidad no tiene fin. Ir¨¢ a la universidad con un solo objetivo: plantarse en una mesa de operaciones. Esta alumna de 18 a?os del colegio religioso Agustiniano tambi¨¦n reparte comida en el barrio de San Blas. Tras esta futura cirujana, hay una curiosidad casi adictiva, de la que parten todos sus logros. ¡°No podr¨ªa ir por la vida sin saber c¨®mo funcionamos. Me encantan los seres vivos, pero hace un rato no pod¨ªa dejar de mirar los objetivos del fot¨®grafo¡±.

¡°Tiene la responsabilidad de poder ser en la vida lo que quiera¡±, explica Javier D¨ªez, su padre. Blanca es resultado de una madurez precoz, desde sus visitas al pediatra. ¡°Ha necesitado muy poca tutela de nosotros, ella misma se ha encaminado¡±, a?ade este ingeniero de Caminos, de 57 a?os. ¡°Todo lo que hace lo lleva hasta el final¡±, subraya Agustina S¨¢nchez, su madre. ¡°Es muy inteligente, pero lo que m¨¢s me gusta es su sentido del humor¡±, confiesa esta directora de un laboratorio de alimentos. La pasi¨®n por la ciencia estaba en el cord¨®n umbilical.

Blanca tiene objetivos palpables. Su nota de selectividad solo significa una cosa: podr¨¢ estudiar medicina. ¡°En cuanto he visto que me val¨ªa he seguido desayunando tranquilamente¡±. Esta madrile?a ha sacado un 10 en cada evaluaci¨®n que ha cursado en bachillerato. Su nota m¨¢s baja en Segundo fue un 8,75 en F¨ªsica: se confi¨®. ¡°Fue un fallo matem¨¢tico. Lo hice de cabeza y no lo comprob¨¦ con la calculadora¡±. En selectividad, su ¨²nico error vino en Ingl¨¦s al buscar un sin¨®nimo de puzzling, desconcertante. La respuesta era confusing, pero eligi¨® stressing. Su nota supera a Anatolio Alonso Crespo, que logr¨® un 9,95 el a?o pasado.

¡°No es una empollona aislada, trata humildemente con todos. Es muy inteligente, pero sobre todo es una currante nata. La base de su personalidad es el empe?o¡±, asegura Jos¨¦ Manuel Delgado, su profesor de Lengua y Literatura. Sus orgullosos docentes destacan su profundizaci¨®n adornando un examen con las an¨¦cdotas de un autor. Cuando la mayor¨ªa suelta el bol¨ªgrafo, Blanca sacia su curiosidad. ¡°Para contestar a alguien as¨ª tienes que ser muy directo y dar datos¡±, a?ade C¨¦sar ?lvarez, su profesor de Historia en 1? y 2? de ESO, que sonr¨ªe cuando habla de sus notas: ¡°Alguna vez le puse un 9¡±.

Su excelencia es tambi¨¦n humana. Cuando escucha el t¨¦rmino solidaridad se pone firme: ¡°Esto es importante¡±. Blanca prepara comida caliente para los mendigos algunos viernes; un s¨¢bado de cada mes reparte alimentos. ¡°Uno puede hablar de la crisis, pero tienes que estar con las familias para darte cuenta lo que est¨¢n pasando¡±.

El verano pasado estuvo en Rep¨²blica Dominicana para dar apoyo escolar a ni?os y remodelar sus instalaciones. ¡°Ten¨ªan cinco a?os y no sab¨ªan escribir. Es comprensible que vengan a Espa?a buscando mejores condiciones. Son pobres pero tienen una alegr¨ªa de vivir y una sencillez¡­ Te das cuenta de que tus problemas no valen nada¡±. El padre Beaumont, director del colegio, cuenta la despedida de los 350 ni?os dominicanos. ¡°No quer¨ªan que Blanca se fuera. Les dijimos que ten¨ªa que volver a Espa?a a estudiar y ellos respondieron entre l¨¢grimas: 'Si no necesita estudiar m¨¢s, ya sabe mucho¡±.