La injusticia como pol¨ªtica econ¨®mica
En lugar de forjar un nuevo trato por la igualdad para salir de la crisis, el Gobierno echa la carga en los mismos de siempre
Cuando el presidente Roosevelt tom¨® las riendas de la econom¨ªa estadounidense en 1933 para hacer frente a la mayor crisis de la historia atac¨® enseguida el factor que m¨¢s decisivamente hab¨ªa influido en su estallido: la desigualdad, que entonces hab¨ªa llegado a ser tambi¨¦n m¨¢s grande que nunca.
Para ello recurri¨® a un t¨¦rmino bien significativo: el new deal, es decir, el nuevo trato o acuerdo entre el gobierno y la sociedad, y entre el capital y el trabajo para repartir de un modo m¨¢s justo los ingresos y la riqueza.
Entre otras medidas, Roosevelt forz¨® a las empresas a negociar con los trabajadores, fortaleci¨® la presencia y el poder de los sindicatos y subi¨® los salarios m¨ªnimos, adem¨¢s de crear bienes p¨²blicos como la seguridad social que, igualmente, supon¨ªan un mayor ingreso efectivo de los trabajadores y bienestar y riqueza social mejor repartidos.
Desde entonces, multitud de historiadores y economistas han corroborado que con mayor equidad hay menos crisis y que, por el contrario, la econom¨ªa es m¨¢s inestable e insatisfactoria cuando aumenta la desigualdad en cualquiera de sus manifestaciones.
Por eso resulta tan peligroso que, en Espa?a, se ha optado por aplicar frente a la crisis pol¨ªticas que aumentan la injusticia y la inequidad hasta el punto de convertir a nuestro pa¨ªs en el m¨¢s desigual de toda la Uni¨®n Europea.
El Gobierno es la punta de lanza de la cruzada contra los sindicatos para limitar la capacidad de defensa de los trabajadores, reform¨® las normas laborales con el ¨²nico prop¨®sito de aumentar el poder de negociaci¨®n de las grandes empresas y no tiene empe?o m¨¢s firme que el de reducir los salarios directos, los indirectos que percibimos mediante bienes y servicios p¨²blicos y los diferidos en forma de pensiones. Para eso cuenta, entre otros, con el apoyo de la mayor parte de los medios y de los jueces y fiscales, y entre todos han conseguido que la injusticia sea el aut¨¦ntico modus operandi de nuestra pol¨ªtica econ¨®mica.
En los ¨²ltimos d¨ªas hemos vuelto a tener nuevas pruebas de ello.
Un juez acuerda en Granada que estar pendiente de una petici¨®n de indulto no impide que vayan a la c¨¢rcel dos condenados, si es por participar en un piquete de huelga; pero, en Baleares, se decide que s¨ª porque se trata del expresidente balear del PP Jaume Matas, condenado por corrupto. Esta misma semana, el Gobierno regal¨® de nuevo miles de millones a los bancos mientras se sigue desahuciando a familias sin ingresos y con beb¨¦s reci¨¦n nacidos.
En lugar de forjar un nuevo trato por la igualdad para salir realmente de la crisis, el Gobierno echa la carga en los mismos de siempre, pero la historia ense?a tambi¨¦n que este tiro sale a menudo por la culata.
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