El voluptuoso y cosmopolita baile de ¡®Wonderland¡¯ inaugura el Grec 2014

Wonderland es una estimulante pieza de danza contempor¨¢nea, api?ada en emociones y esfuerzo f¨ªsico, que recrea el conflicto actual entre la discordante evoluci¨®n del esp¨ªritu respecto a la evoluci¨®n de la mente. Su autora, Andrea Miller Tocino crea un mundo marginal donde lo grotesco y lo sensual coexisten en un campo de batalla de est¨¦tica futurista. Su intenci¨®n es crear una met¨¢fora sobre la decepci¨®n del poder de las masas en favor del poder del individuo.

Con Wonderland tambi¨¦n se inaugur¨¢ la programaci¨®n de danza del Grec, el festival de verano barcelon¨¦s, que este a?o se caracteriza por el n¨²mero de compa?¨ªas programadas, diez en total, y por la calidad de las mismas. La creaci¨®n de Andrea Miller es una de las perlas de la presente edici¨®n junto a Tauberbach de Alain Platel, bailada por los Ballets C de la B y Vader de Peeping Tom. Otra estimulante propuesta es la que viene de la mano de la formaci¨®n coreana Ahnsooyoung Company que sit¨²a a los cisnes de El Lago en el asfalto rodeados de rascacielos.

Para crear Wonderland Miller se ha inspirado en la instalaci¨®n escult¨®rica Los lobos de Head On del artista chino, Cai Guo-Quiang, que consta de un muro de cristal y 99 r¨¦plicas de lobos a tama?o real, que parecen estrellarse contra el muro. Esta impactante y agresiva visi¨®n late en el coraz¨®n de esta coreograf¨ªa antisistema.

Miller, que es la primera vez que act¨²a en Barcelona, si bien su grupo Gallim Company ha bailado en Madrid y en Santander, se ha convertido en un icono para el mundo de la danza contempor¨¢nea en Nueva York, ciudad donde en 2007 fund¨® su propia compa?¨ªa. Su apuesta no es ser original, sino despertar la curiosidad del espectador, entablar un di¨¢logo angustiante en su mente, que le convierta en c¨®mplice de lo que ocurra en el escenario.

De madre santanderina y de padre jud¨ªo-norteamericano, Andrea naci¨® Salt Lke City, Utha en 1982. Unos antecedentes multiculturales que marcan su trabajo: cultura espa?ola, cultura jud¨ªa-norteamericana y naci¨® en la cuna de la doctrina mormona. Una riqueza cultural que marca el esp¨ªritu de sus obras.

Su afici¨®n a la danza se despert¨® en los diferentes viajes que realizaba a Espa?a, concretamente a Santander, para ver a su abuela materna, era entonces cuando asist¨ªa a los festivales de verano de aquella ciudad c¨¢ntabra, donde las actuaciones de danza proliferaban. Su cuerpo y esp¨ªritu est¨¢ esculpido por la danza cl¨¢sica y las t¨¦cnicas modernas de Doris Humphrey, Martha Graham y Jos¨¦ Lim¨®n. A las que se suma su experiencia como bailarina en Israel, donde form¨® parte de la Batsheva Ensemble de Ohad Naharin, donde bail¨® roles principales.

En Barcelona ella no baila en Wonderland, esta obra estar¨¢ interpretado por doce bailarines. A Miller le gusta m¨¢s coreografiar que bailar en p¨²blico. S¨ª le gusta, en cambio, bailar en la intimidad de su estudio neoyorquino donde experimenta y busca su propio lenguaje una mezcla de posmodernismo, pasi¨®n, minimalismo y diversidad cultural.