El gran sudoku de los parqu¨ªmetros
Las nuevas m¨¢quinas expendedoras de los tiques del SER se convierten en un galimat¨ªas para miles de usuarios, que las consideran lentas y dif¨ªciles de usar
La imagen se repite a lo largo de las calles de Madrid. Un grupo de personas se congrega alrededor de una m¨¢quina estrecha y cercana a los dos metros de altura. Su color oscuro, casi negro, la delata. Son los nuevos parqu¨ªmetros que han sido instalados desde el pasado 26 de mayo y que se han convertido en una pesadilla para los miles de usuarios de este servicio. Sacar el tique para evitar la multa puede convertirse en una labor que requiere varios minutos, adem¨¢s de cierta destreza en el manejo de m¨¢quinas. El Ayuntamiento asegura que se instalaron hace cinco semanas para que los usuarios se vayan acostumbrado a ellas y sepan c¨®mo utilizarlas.
¡°Para sacar el tique ahora hay que ir a la universidad¡±. Quien lo dice una se?ora que camina despacio y que se queda sorprendida con la gente que espera. Junto al nuevo aparato est¨¢ el antiguo, de la zona verde, mucho m¨¢s sencillo, pero fuera de uso. Al lado, la brillante m¨¢quina requiere cierta pericia. Lo primero es activarla. En unos modelos basta con tocar una tecla cualquiera para sacarla del letargo. Algunos creen que la pantalla es t¨¢ctil e insisten en darle golpes. De poco sirve. A continuaci¨®n la m¨¢quina se enciende. ¡°Hasta que me he enterado de c¨®mo se hac¨ªa, he le¨ªdo todo el cartel, que encima no explica ni c¨®mo hacerlo¡±, se queja un conductor en pleno centro de la capital.
M¨¢s solicitudes de informaci¨®n
La almendra central de la capital (todo el territorio interno de la M-30) cuenta con 176.000 plazas del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), de las que un 75% (132.000) son verdes. Estas se destinan a los residentes de la zona o para los visitantes, pero con un pago sensiblemente mayor que las azules. Este inmenso territorio supone que se ven afectados 1,3 millones de madrile?os residentes en esta ¨¢rea, aproximadamente.
En la actualidad, hay 4.000 parqu¨ªmetros frente a los 4.200 de principios de a?o. Eso se debe a que ha dejado de cobrar en los distritos de Fuencarral, Hortaleza y Carabanchel.
Seg¨²n el Ayuntamiento, el n¨²mero de reclamaciones no ha aumentado. En marzo se recibieron 1.460 frente a las 1.481 recibidas hasta el pasado jueves, durante junio. Lo que s¨ª se ha incrementado son la solicitud de informaci¨®n. En marzo, hubo 258 frente a las 1.551 de junio.
La novedad de la ordenanza es que se permitir¨¢ estacionar dos horas como m¨¢ximo en la zona verde y cuatro en la azul. Cuando un conductor supere ese tiempo, tendr¨¢ que estar una hora (como m¨ªnimo) fuera de esa ¨¢rea.
A partir de ahora, ya no hay parqu¨ªmetros verdes o azules. Las m¨¢s de 4.000 m¨¢quinas son v¨¢lidas para las dos ¨¢reas de estacionamiento. Por ello, lo primero que tiene que hacer el usuario es seleccionar en qu¨¦ lugar ha aparcado. Antes era autom¨¢tico, al igual que el cobro de la correspondiente tarifa.
El siguiente paso es uno de los que m¨¢s problemas acarrea al conductor. La pantalla pedir¨¢ la matr¨ªcula del veh¨ªculo. Muchos usuarios no se la saben de memoria, por lo que no es raro verles anular la operaci¨®n y tener que acudir al coche para aprenderla o copiarla en cualquier lugar improvisado. Un papel de publicidad tirado en el suelo suele ser recurrente. El usuario ya ha perdido su puesto en la cola y se acrecienta el riesgo de una posible denuncia por no tener tique.
Otras f¨®rmulas m¨¢s avispadas o modernas consisten en hacerla una fotograf¨ªa en el tel¨¦fono m¨®vil o copiar los guarismos y las letras en una nota o en un mensaje del terminal para poder consultarlo cada vez que se va al parqu¨ªmetro. ¡°Ya lo que me faltaba. Tener que saber de memoria la matr¨ªcula de mi coche, cuando no me s¨¦ ni mi n¨²mero de carn¨¦ de identidad¡±, bromeaba Eva S¨¢nchez, una conductora de unos 30 a?os, cerca de la plaza de Carlos V. Un conductor al lado se queda sorprendido por el comentario. Un teclado alfanum¨¦rico, a veces situado a un nivel bajo para las personas de cierta estatura, entorpece la operaci¨®n.
La siguiente pantalla es un mero tr¨¢mite. El terminal pedir¨¢ que se confirme la matr¨ªcula. El motivo no es otro que aplicar la tarifa en funci¨®n de la antig¨¹edad del veh¨ªculo y la contaminaci¨®n que produzca. Los veh¨ªculos con motores di¨¦sel anteriores a 2006 y los de gasolina de antes de 1997 pagar¨¢n un 20% m¨¢s. Los di¨¦sel que se matricularon entre 2001 y 2005 y los gasolinas de 1997 a 2000, un 10% m¨¢s. Los precios se mantendr¨¢n para los di¨¦sel de 2006 a agosto de 2015 y los de gasolina de 2001 a 2005. Y bajar¨¢n un 10% para los de gas¨®leo matriculados a partir de septiembre de 2015 y los de gasolina a partir de 2006. Los h¨ªbridos no enchufables pagar¨¢n un 20% menos; para los el¨¦ctricos puros es gratuito.
Pero la tarifa se complica un poco m¨¢s. Se calcula en funci¨®n de la ocupaci¨®n de las 50 zonas en que se ha dividido el interior de las calles del interior de la M-30. Si es muy bajo (hasta el 30% de plazas disponibles ocupadas), se rebajar¨¢ el precio un 20%. Si es bajo (del 30% al 60%), un 10%. Si es medio (del 60% al 85%), el precio no se ver¨¢ alterado. Si es alto (del 85% al 95%), subir¨¢ un 10%. Y si es muy alto (superior al 95%), un 20%.
El terminal conectar¨¢, una vez confirmada la matr¨ªcula, con la base de datos para ver a qu¨¦ tipo de veh¨ªculo corresponde. Eso s¨ª, despu¨¦s de varios intentos de darle al ¡°ok¡±, ya que las teclas no son precisamente c¨®modas para el usuario. Hasta hoy, no estar¨¢ operativa esa consulta, por lo que se aplica siempre la tarifa base. Hasta ahora la m¨¢quina saca un reloj de arena dando vueltas hasta que aparece un llamativo ¡°sin conexi¨®n con la base de datos¡± que sorprende al usuario. ¡°No s¨¦ para qu¨¦ nos molestan tanto si todos estos parqu¨ªmetros est¨¢n fuera de funcionamiento o no tienen conexi¨®n. Tanto paso para al final decirte que no funcionaba¡±, protestaba la semana pasada un usuario en la avenida de Men¨¦ndez Pelayo.
La operaci¨®n para sacar el tique puede tardar varios minutos
El cuarto paso consiste en seleccionar la forma de pago. Hay varias posibilidades, de las que solo una ha sido plenamente operativa hasta hoy. El m¨¦todo tradicional consiste en meter dinero hasta el tiempo m¨¢ximo. Hasta ahora hab¨ªa que escoger una hora en la zona verde y dos en la azul. Problema: cuando se llenaba de monedas, el parqu¨ªmetro quedaba inutilizado hasta que lo vaciaban. Consecuencia, tocaba andar al otro lado de la calle para cumplir con el pago.
Los aparatos quedan inutilizados cuando se llenan
de monedas
Pero las tarjetas de cr¨¦dito tampoco son una opci¨®n muy perfeccionada. Los terminales no han tenido conexi¨®n en los casos consultados por este peri¨®dico. El optar por este pago, al no tener conexi¨®n, supone acabar el intento de sacar el tique y empezar de nuevo todo el proceso. Consecuencia, enfado de los usuarios. Algunos controladores han asegurado incluso que el uso del dinero de pl¨¢stico puede ser peligroso. ¡°Hay fallos en la seguridad y existe riesgo de que se duplique la tarjeta¡±, mantienen algunos trabajadores. La tercera opci¨®n es pagarlo con el dinero acumulado en el monedero virtual asociado a la matr¨ªcula del veh¨ªculo. Otra consiste en las aplicaciones para tel¨¦fonos m¨®viles.
Una caracter¨ªstica es que los tiques no se pueden intercambiar o ceder a otros usuarios si uno se ha excedido en la compra de tiempo. Al estar impresa la matr¨ªcula, se cercena esta posibilidad. Tambi¨¦n se acaba con la picaresca de algunos conductores de no pagar y estacionar sin tique y, en caso de ser multado, pedir a otro el resguardo para anular la multa cuando le llegue a su domicilio.
Desde el Ayuntamiento se afirma que la llegada de las nuevas m¨¢quinas se ha hecho de forma paulatina para que los usuarios se fueran acostumbrando a ellas. Tambi¨¦n se han editado folletos explicativos y se ha dicho a los controladores que informen a los conductores. ¡°Existe un n¨²mero de tel¨¦fono gratuito en los propios parqu¨ªmetros para que puedan comunicar con las respectivas empresas y aclarar sus dudas o comentar alguna incidencia¡±, aseguran fuentes municipales.
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