El precio aplaza la compra de Aguas de Valencia a La Caixa por Calabuig

No hubo acuerdo. La larga jornada negociadora que mantuvo este mi¨¦rcoles Eugenio Calabuig, due?o de Fomento Urbano de Castell¨®n, en una notar¨ªa para adquirir el paquete accionarial de Caixabank en Aguas de Valencia no fue suficiente. El n¨²cleo de la discusi¨®n era el precio. Las partes acordaron, sin embargo, proseguir este jueves las conversaciones. Fuentes conocedoras de lo sucedido se?alaron, sin embargo, que el desacuerdo no fue mayor, sino circunscrito m¨¢s bien a flecos de la operaci¨®n, y se mostraron esperanzados en que la venta se cierre este jueves.

Un d¨ªa m¨¢s no es mucho para terminar una larga pugna accionarial. La venta tendr¨ªa como resultado que Calabuig se hiciese con el control, a trav¨¦s de la empresa de su familia, Fomento Urbano de Castell¨®n, de Aguas de Valencia, del que ahora es presidente con una participaci¨®n no mayoritaria.

Caixabank, en realidad, no tiene directamente acciones de Aguas de Valencia, sino el 49% de Inversiones Financieras Agval, la sociedad en la que participaban Fomento Urbano y Banco de Valencia. La entidad catalana se hizo con esa participaci¨®n al serle adjudicado el desaparecido banco valenciano. La empresa de la familia Calabuig ostenta el 51% de los t¨ªtulos de la misma. Quedarse con la parte de Caixabank le proporcionar¨¢ algo m¨¢s del 60% de Aguas de Valencia.

El otro paquete accionarial significativo, un 33%, es propiedad del grupo franc¨¦s Suez, que es a su vez socio de Caixabank en Aguas de Barcelona.

La entidad financiera catalana no ten¨ªa inicialmente intenci¨®n de desprenderse de su participaci¨®n en la compa?¨ªa valenciana, a juzgar de los movimientos que realiz¨® desde que le fue adjudicado el Banco de Valencia tras haber sido rescatado por el Gobierno. La imputaci¨®n de Calabuig en la causa abierta en la Audiencia Nacional junto al anterior consejero delegado del Banco de Valencia, Domingo Parra, entre otras cosas por un supuesto fraude en el reparto de acciones de Inversiones Financieras Agval, que habr¨ªa beneficiado a Fomento Urbano a costa de los intereses de la desaparecida entidad valenciana, hizo pensar que la balanza pod¨ªa caer de parte de Caixabank. A partir de ese momento, sin embargo, las victorias de Calabuig se sucedieron.

La Audiencia Nacional deshizo el embargo cautelar que hab¨ªa dictado sobre las acciones de Fomento Urbano en Agval. La Comisi¨®n Nacional de la Competencia consider¨® peligroso que Caixabank estuviera a la vez en los consejos de Aguas de Valencia y Aguas de Barcelona, al tratarse de compa?¨ªas rivales. Y plante¨® a la entidad catalana que eligiera; opt¨® por Aguas de Barcelona y sent¨® en Aguas de Valencia a consejeros independientes.

Un laudo arbitral concluy¨®, finalmente, que la adjudicaci¨®n de Banco de Valencia a Caixabank encerr¨® una venta de la participaci¨®n de Agval, lo que supon¨ªa una transgresi¨®n de los estatutos de esa sociedad, que conceden a los socios el derecho de tanteo si alguno de ellos se desprenda de su participaci¨®n.

El arbitraje obligaba a la entidad catalana a vender. Solo faltaba por determinar el precio, que fue lo que este mi¨¦rcoles impidi¨® terminar las negociaciones. La fijaci¨®n del valor qued¨® en manos de un auditor nombrado por Inversiones Financieras Agval, donde Fomento Urbano tiene mayor¨ªa.

?Cu¨¢l deb¨ªa ser la f¨®rmula de c¨¢lculo? Cuando Caixabank adquiri¨® Banco de Valencia, su participaci¨®n en Aguas de Valencia se valor¨® en 63 millones de euros. Los estatutos de Agval contemplan, sin embargo, que en caso de venta el valor de los t¨ªtulos se obtendr¨¢ multiplicando por 20 veces su PER (siglas inglesas que expresan una ratio entre el valor y el beneficio de una compa?¨ªa), lo que ofrec¨ªa una cantidad de 120 millones de euros.

Aguas de Valencia cerr¨® el pasado ejercicio con unos beneficios de explotaci¨®n de 24,9 millones de euros, un 15% m¨¢s que en 2012. La cifra de negocios aument¨® hasta 250 millones, y los dividendos, hasta 12,5 millones.