La red Arquitecturas Colectivas se cita esta semana en Barcelona

Apuestan por construir las ciudades desde abajo. Por idear el entorno urbano de forma participativa, escuchando a quienes le dan vida cada d¨ªa. Son un centenar de profesionales y colectivos de varios pa¨ªses ¡ªsobre todo de Europa y Latinoam¨¦rica¡ª que durante el a?o confluyen en Arquitecturas Colectivas, un espacio en Internet donde comparten todo lo que hacen: experiencias, proyectos, talleres, recursos, convocatorias, agenda... Pero desde 2007 una vez al a?o echan el freno y celebran un encuentro f¨ªsico en alguna ciudad. Comenzaron en C¨®rdoba y han pasado por Girona, Valencia, C¨¢ceres o Pasaia.

Este a?o se han citado en Barcelona, donde ayer arrancaron un nuevo encuentro que se prolongar¨¢ hasta el domingo 13. El lema elegido es un aviso a navegantes (o gobernantes), casi un desaf¨ªo: ¡°La ciudad no se vende, se vive¡±. Lo explica uno de los portavoces del encuentro, Joan Vit¨°ria, del colectivo El Globus Vermell: ¡°En Barcelona se est¨¢ produciendo un empoderamiento, hemos pasado de estar amuermados a la acci¨®n. La crisis, entre otras razones, pero sobre todo la crisis, ha llevado a una apuesta de todos los sectores de las administraciones por volcar dinero en el turismo en detrimento de la gente. Y la gente se ha cansado y ha pasado de exigir, a la acci¨®n, a organizarse¡±.

La cita anual de Arquitecturas Colectivas se produce ¡°en un momento dulce para los movimientos sociales de la ciudad¡±, reconoce Vit¨°ria. Unas semanas despu¨¦s del desalojo del centro social ocupado Can Vies y de que las movilizaciones posteriores hicieran dar marcha atr¨¢s al Ayuntamiento. Y justo despu¨¦s de la presentaci¨®n p¨²blica de Guanyem, el embri¨®n de una candidatura a las elecciones municipales que apuesta por la pol¨ªtica hecha desde abajo. Adem¨¢s, ahora mismo en la capital catalana hay proyectos que se han convertido en referentes para la forma de hacer ciudad que defiende Arquitecturas Colectivas. Como Can Batll¨® ¡ªque adem¨¢s de los espacios ya en marcha, junto al colectivo La Col est¨¢ detr¨¢s del ambicioso proyecto de una cooperativa de viviendas de alquiler¡ª; los ateneos L¡¯Harmonia (en Sant Andreu) o Flor de Maig (Poblenou) o el solar Germanetes (Eixample) que los vecinos han hecho suyos ante el inmovilismo del Consistorio.

Las siete jornadas del encuentro repetir¨¢n el mismo esquema. Por la ma?ana habr¨¢ talleres e itinerarios dispersos por toda la ciudad, donde los colectivos locales har¨¢n de anfitriones; y por las tardes, la actividad se concentrar¨¢ en un solo emplazamiento donde confluir¨¢n todos los participantes para visitar un espacio o distrito, celebrar un debate y acabar compartiendo cena. Todo abierto a quien quiera, gratis ¡°y con cero subvenciones¡±, aclara la organizaci¨®n.

El car¨¢cter abierto hace dif¨ªcil calibrar la asistencia, pero solo los colectivos de la red mover¨¢n a entre 150 y 200 personas. Este a?o, con destacada presencia de proyectos de Italia. Entre las actividades, talleres sobre la activaci¨®n de solares en desuso; de recuperaci¨®n de la memoria del barraquismo, de autoconstrucci¨®n; o itinerarios sobre la transformaci¨®n de Gl¨°ries, la Barceloneta o Can Peixauet (Santa Coloma). Entre los colectivos que acuden a Barcelona figuran, adem¨¢s de los mencinados, la cooperativa Celobert, Encajes Urbanos, Lemur, Tercer Paisaje o Arquitectos Sin Fronteras.