31 detenidos de un clan que cobraba deudas con extorsiones y amputaciones
Los arrestados ten¨ªan un complejo entramado de empresas que tambi¨¦n se dedicaba a blanquear dinero
Wen Hay Y.W. (conocido tambi¨¦n como Luis Ye) era el jefe de una organizaci¨®n criminal dedicada al pr¨¦stamo y cobro de deudas, en su mayor¨ªa del juego, adem¨¢s de blanqueo de dinero. Los agentes de la Brigada de Extranjer¨ªa de Madrid han detenido a 31 integrantes de nacionalidad china, de los que siete han ingresado en prisi¨®n.
Los arrestados extorsionaban a compatriotas y cobraban pr¨¦stamos derivados directamente del juego, tanto en casinos de la regi¨®n como en partidas clandestinas. Los intereses eran tan altos que pod¨ªan llegar hasta el 10% diarios. Para cobrar la deuda, no dudaban en amenazar de muerte, secuestros e incluso la amputaci¨®n de algunos miembros.
La organizaci¨®n utilizaba un complejo entramado para introducir importantes sumas de dinero en el circuito legal. Los mov¨ªan de una cuenta a otra gracias a un complejo entramado empresarial. Los investigadores han detectado movimientos de dinero en efectivo en cuentas por valores superiores, a los 75 millones de euros tras analizar un total de 550 cuentas bancarias.
La organizaci¨®n ten¨ªa dos ¨¢reas perfectamente diferenciadas. La principal y a trav¨¦s de la que obten¨ªan los mayores beneficios consist¨ªa en prestar dinero a compatriotas para que se los gastasen en el juego. De hecho, utilizaban los denominados ¡°magos¡±, personas colocadas en partidas de p¨®quer junto con encargados de ama?ar el juego. De este modo, las v¨ªctimas contra¨ªan deudas que superaban el mill¨®n de euros. Despu¨¦s lo ten¨ªan que devolver con alt¨ªsimos intereses.
El prestamista
La mafia contaba tambi¨¦n con el prestamista, que anticipaba cualquier cantidad de dinero. El ¨²nico requisito era firmar un documento de reconocimiento de deuda y entregar la documentaci¨®n personal para garantizar que devolver¨ªa el pr¨¦stamo. Un numeroso grupo de personas acud¨ªa a diario a los casinos de la regi¨®n para prestar el dinero. Otro nutrido grupo se encargaba de cobrar despu¨¦s lo adeudado. La encargada era Lingfen Yin, la mujer que daba las ¨®rdenes de amenazar, propinar brutales palizas o secuestrar a los que no pagaran.
Los detenidos empleaban frases como ¡°Te vamos a matar a ti y a toda tu familia¡± o ¡°te estamos buscando¡± para lograr vencer la resistencia de las v¨ªctimas y generarles un gran temor.
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