De ni?a a mujer

S¨ª, hubo mucha luz, y efectos crom¨¢ticos, y fuegos artificiales, y un sonido potente que fue ganando definici¨®n a medida que avanzaba el concierto, y la grandiosidad de une estadio, y 23 canciones, y cinco chavales con un f¨ªsico adaptado a los gustos m¨¢s variados y cuatro enormes pantallas de v¨ªdeo, y globos y serpentinas¡­¡­ pero en la noche del martes, el espect¨¢culo no estuvo en el enorme escenario dispuesto en el Estadi Ol¨ªmpic, sino en el p¨²blico. Entre las miles de personas all¨ª presentes, -se desconocen las cifras oficiales aunque tal y como est¨¢n los tiempos conocerlas tampoco acercar¨ªa necesariamente a la realidad-, y descontando a los progenitores, era f¨¢cil sentirse mayor¡­.con 20 a?os. Y en ese contexto de efervescencia infantil, radicalmente preadolescente, era mucho m¨¢s emocionante ver la pasi¨®n de las ni?as, vivir en sus miradas, compartir su griter¨ªo y anhelar su capacidad de entrega sin l¨ªmite que incluso mirar al escenario. S¨ª, el espect¨¢culo y la pasi¨®n estuvieron en las gradas, como en las corridas de San Ferm¨ªn.

Ni New Kids On The Block, ni Take That, ni Backstreet Boys, ni NSYNC, ni tan siquiera Beatles han tenido un p¨²blico tan infantil, quiz¨¢s s¨®lo comparable al de Hanna Montana cuando ¨¦sta a¨²n no ten¨ªa picores de adulta. Probablemente el nacimiento y difusi¨®n televisiva de One Direction, salidos de un concurso de talentos de Inglaterra, determine esta caracter¨ªstica, pero el caso es que en el Ol¨ªmpic la juventud fue ni?ez. Por supuesto fue tratada como si esta ni?ez fuese un molesto estadio transitorio que se debe superar con urgencia, ya que toda la publicidad musical que las seguidoras de One Direction recibieron antes del concierto, presentaba a cantantes femeninas en celo y vocalistas masculinos con el cerebro en la pelvis. Pero la realidad, tozuda, mostr¨® que ante One Direction s¨®lo se vivi¨® candor infantil. Lo delataron las miradas

?El grupo?, pues un grupo concebido para triunfar. Y en un mundo que quema etapas de desarrollo en pos del consumo, la m¨²sica de One Direction no es infantil, con temas que recuerdan en alg¨²n momento al ¡°Should I Stay or Should I Go¡± ¨C¡°Live While We¡¯re Young¡±-, ¡°She Drives Me Crazy¡± ¨C¡°¡±Better Than Words¡± y ¡°Baba O¡¯Riley¡± ¨C¡°Best Song Ever¡±-. La m¨²sica para cr¨ªos no tiene porqu¨¦ ser infantil, pero en este supermercado de los deseos hacerles sentirse mayores es una parte del juego. Por eso las ni?as que vieron a One Direction se comportaron como tales, con inocencia y candor, aunque quiz¨¢s ellas creyeron hacerlo como adolescentes.