La pretendida regeneraci¨®n de Rajoy
?De verdad piensa que modificar la elecci¨®n de los alcaldes tiene algo que ver con la regeneraci¨®n democr¨¢tica?
Cr¨¦anme si les digo que tanto en esta tribuna, escrita, como en otras verbales sean de una u otra naturaleza, procuro evitar arremeter contra el Partido Popular. La raz¨®n es muy sencilla. Este trienio ha sido demencial. Los resultados en la sociedad, funestos y traer¨¢ una gran carga para el futuro. Precisamente esta es la raz¨®n de procurar evitar las cr¨ªticas dial¨¦cticamente es demasiado f¨¢cil y por tanto es dif¨ªcil aportar algo nuevo. Pero esta vez Rajoy se ha superado y no puedo resistirme a tratar este tema. En d¨ªas pasados desde Panam¨¢ el presidente alz¨® la voz a favor de la regeneraci¨®n. S¨ª, precisamente desde Panam¨¢, lugar que ha utilizado B¨¢rcenas para manejar el dinero negro del partido Popular, no deja de ser consecuente el lugar elegido.
Como es natural, pensaremos que Rajoy habr¨¢ enumerado una serie de medidas como estas. Habr¨¢ anunciado una depuraci¨®n interna en su partido, se desprender¨¢ de sujetos siniestros como Castedo o Cotino, (alcaldesa de Alicante y presidente de las Cortes valencianas respectivamente). Habr¨¢ anunciado que pondr¨¢ a disposici¨®n de una comisi¨®n del Congreso las cuentas de su partido, las reales, no las destinadas al control fullero del Tribunal de Cuentas. As¨ª podr¨¢ exigir que lo mismo hagan los dem¨¢s partidos, en particular el PNV, gran beneficiario de donaciones an¨®nimas y cuya financiaci¨®n es como el Reinado de Bitiza, turbio y oscuro. Evitar¨¢ en lo sucesivo que haya partidos que acudan a los procesos electorales como acud¨ªa Armstrong al Tour de Francia, esto es, completamente dopado.
Presentar¨¢ un proyecto de Ley de modificaci¨®n de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que agilizar¨¢ la instrucci¨®n de los procesos por corrupci¨®n. Entre otras medidas que adem¨¢s anunciar¨¢ su comparecencia ante el Congreso para pedir perd¨®n por haber mentido, ahora un a?o (el primero de Agosto).
?Ser¨ªa lo l¨®gico, verdad? Pues no. La realidad supera la ficci¨®n y esta vez el registrador de Guardamar se ha superado a si mismo. ?De verdad piensa que modificar la elecci¨®n de los alcaldes tiene algo que ver con la regeneraci¨®n democr¨¢tica? Con dos.... ?Es que es idiota o piensa que los idiotas son los ciudadanos? M¨¢s bien creo que ser¨¢ la segunda de las posibilidades aunque tambi¨¦n pudiera haber alg¨²n asesor aulico completamente necio.
Si cuela, cuela. Matamos dos p¨¢jaros de un tiro. Respondemos al anhelo de regeneraci¨®n y de paso lo hacemos con una cacicada o, dicho de otra manera, con una alcaldada, (no vaya a ser que se movilice la izquierda y entre los partidos sean m¨¢s que la derecha y perdamos las capitales de provincias). No le da miedo a Mariano el Partido Socialista( no es extra?o), le dan miedo los nuevos movimientos, las mareas y los indignados. Tanto el Partido Socialista como Partido Popular no han parado de desafiarles invocando las urnas. Pues ah¨ª lo tienen: el Partido Socialista sintiendo en la nuca el aliento de la izquierda y el Partido Popular aprendiendo aritm¨¦tica a marchas forzadas.
?Por qu¨¦? Pues a lo mejor porque de verdad encarnan la regeneraci¨®n. Voy a darles un ejemplo: Tres horas le han sido suficiente a Podemos para recaudar el dinero que le cuesta las querellas contra Esperanza Aguirre e Inda. No son los partidos los que toman una decisi¨®n sino que hacen una propuesta a los ciudadanos que, en este caso, confirman la misma. Esto es abrir los partidos, fomentar la participaci¨®n y no una mera democracia representativa que es necesaria pero no suficiente.
Aqu¨ª, en Euskalherria, la alcaldada probablemente tendr¨ªa un efecto contrario a los deseos del presidente, seguramente preservar¨ªa para la izquierda instituciones que de otra manera podr¨ªan verse afectadas por un pacto tripartito contra Bildu, pero eso es una cuesti¨®n distinta que voy a dejar para otro d¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.