Hacienda obliga a devolver 10 millones a la Diputaci¨®n de Ourense por fraude
El ministerio rechaza los recursos de la Diputaci¨®n de Ourense tras destapar la OLAF graves irregularidades en la adjudicaci¨®n de las depuradoras financiadas con fondos europeos
Cuando el presidente de la Diputaci¨®n de Ourense, Manuel Baltar, sucedi¨® a su padre, Jos¨¦ Luis Baltar, en la pol¨ªtica, lo hered¨® todo. Tambi¨¦n las deudas. Y dos a?os despu¨¦s, tropieza con la primera. La instituci¨®n provincial deber¨¢ devolver inmediatamente a la UE 10 millones de euros por un fraude de ayudas en dos proyectos que, en el momento ¨¢lgido del mandato del exbar¨®n ahora jubilado, sirvieron para sembrar la provincia de depuradoras rurales. Una d¨¦cada despu¨¦s, buena parte del centenar de las m¨¢quinas instaladas permanecen in¨²tiles en medio de bosques porque su mantenimiento es inviable para peque?os Ayuntamientos que no pueden asumir, ni siquiera, el coste de mantenerlas enchufadas a la red el¨¦ctrica. Para la UE y el Gobierno central, la Diputaci¨®n ama?¨® aquel concurso con el ¨²nico fin de entregar el dinero a dedo a una empresa.
El Ministerio de Hacienda y Administraciones P¨²blicas, el ¨®rgano encargado de gestionar las ayudas europeas, ha desestimado los recursos planteados por la Diputaci¨®n tras una investigaci¨®n de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) que destap¨® ¡°actos de fraude, corrupci¨®n u otros actos ilegales que afectan a los intereses financieros de la Uni¨®n Europea¡±. Las conclusiones del ministerio de Crist¨®bal Montoro confirman las sospechas de Bruselas y propinan un sonoro bofet¨®n a la gesti¨®n del clan Baltar, instalado en la Diputaci¨®n desde hace un cuarto de siglo.
La resoluci¨®n de Hacienda, firmada por un director general que depende directamente de la secretaria de Estado de Presupuestos, la exconselleira de la Xunta, Marta Fern¨¢ndez Curr¨¢s, detalla 15 irregularidades sobre el proceder administrativo, cuestiones t¨¦cnicas de las m¨¢quinas, costes o decisiones pol¨ªticas sin justificaci¨®n. De hecho, Hacienda cree que la adjudicaci¨®n se ama?¨® mediante ¡°requisitos no indispensables y, por tanto, innecesarios que se correspond¨ªan con un determinado modelo de m¨¢quina que fue presentado por la empresa adjudicataria¡± que ¡°tuvo por efecto la restricci¨®n de la competencia¡±. Pero para la Diputaci¨®n no hay nada. Considera esas conclusiones ¡°desmesuradas y carentes de fundamento¡± y asegura que la acci¨®n administrativa que permite el reintegro ha prescrito.
El actual presidente de la instituci¨®n e hijo del exbar¨®n no est¨¢ de acuerdo con la decisi¨®n y ya anuncia un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). El recurso ante el alto tribunal de Madrid no eximir¨¢ a Baltar del pago inmediato del dinero defraudado y por eso iniciar¨¢ una negociaci¨®n para intentar fraccionarlo. Seg¨²n los c¨¢lculos que ofreci¨® a los medios, deber¨¢ ingresar cuatro millones ya que el Estado adeuda seis al organismo provincial y esta ¨²ltima cantidad quedar¨ªa amortizada. Si la justicia acuerda la suspensi¨®n cautelar del reintegro antes de resolver el recurso, esos fondos volver¨¢n a las arcas provinciales con intereses. Baltar tambi¨¦n matiz¨® que el reembolso podr¨ªa retrasar alg¨²n proyecto, aunque la previsi¨®n incluida en los presupuestos permitir¨¢ afrontar el pago ¡°sin problema o recortes¡±.
De las responsabilidades pol¨ªticas nada se sabe. A la espera del pronunciamiento definitivo de los tribunales, Baltar hijo despeja los balones que apuntan a su progenitor y tambi¨¦n al delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Mart¨ªnez, entonces vicepresidente del organismo. Cuando la investigaci¨®n de la OLAF trascendi¨® m¨¢s all¨¢ de los muros del Pazo Provincial, el presidente ourensano anunci¨® que exigir¨ªa responsabilidades pol¨ªticas y penales a la oposici¨®n por acusar sin pruebas. Ahora rebaja la resoluci¨®n firme a ¡°un paso m¨¢s de un proceder administrativo¡± en el que debe ¡°actuar con normalidad y garantizar la estabilidad para hacer valer¡± su ¡°posici¨®n¡±.
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