Barcelona y el problema de la vivienda
Se ha de aplicar una pol¨ªtica capaz de sumar voluntades colectivas y afrontar las necesidades desde m¨²ltiples frentes
El problema de la vivienda es cada vez m¨¢s acuciante en Barcelona y en ¨¦l confluyen muchos factores en un contexto en el que el actual Ayuntamiento ha seguido desacelerando la producci¨®n de vivienda social. La situaci¨®n es compleja. Por una parte, hay miles de pisos vac¨ªos e infrautilizados (unos 80.000 seg¨²n la estimaci¨®n de la CUP), de particulares, inmobiliarias y entidades bancarias. Y por otra, crece la presi¨®n por el aumento de los pisos tur¨ªsticos, que expulsan vecindario y desertizan la vida de los barrios. Todo ello en una Barcelona donde se siguen acumulando procesos de desahucio y en la que se incrementan la exclusi¨®n y las desigualdades entre clases sociales y entre barrios.
Es cierto que se est¨¢ haciendo alguna cosa, como el realojo de una peque?a parte de los casos de personas m¨¢s vulnerables, recurriendo a la bolsa existente de pisos municipales. Y es muy positiva la aportaci¨®n, aunque sea testimonial, herencia del modelo Barcelona, de la veintena de operaciones de vivienda dotacional para gente mayor y para j¨®venes, que hasta hoy se siguen terminando y adjudicando, y que se han convertido en buenos focos de convivencia: desde las viviendas asistidas sobre el Mercat de Santa Caterina (2005) de EMBT (Enric Miralles/Benedetta Tagliabue), hasta la Torre J¨²lia en Via Fav¨¨ncia (2013) de Sergi Pons, Ricard Galiana y Pau Vidal, pasando por el conjunto de viviendas para gente mayor y para j¨®venes en el Poblenou (2009) de Sara Bartomeus y Anna Renau, o las tuteladas para la tercera edad en Can Travi (2009) de Sergi Serrat, Gin¨¦s Egea y Cristina Garc¨ªa. Una aut¨¦ntica aportaci¨®n barcelonesa: calidad arquitect¨®nica, vivienda social bien situada en el contexto, con un alto est¨¢ndar de equipamientos, todo ello gestionado por el PMHB (Patronat Municipal de l'Habitatge de Barcelona). En este proceso se ha decidido consolidar las viviendas dotacionales para gente mayor y se ha renunciado a hacer m¨¢s pisos para j¨®venes.
Adem¨¢s, el PMHB ha iniciado nuevos experimentos, en cuanto a la gesti¨®n y tenencia, como el "derecho de superficie", viviendas de protecci¨®n oficial que se venden por 60 o 75 a?os; o como la "cesi¨®n en uso de suelo urbano" para cooperativas gestionadas por Sostre C¨ªvic, la FAVB (Federaci¨® d' Associacions de Ve?ns y Ve?nes de Barcelona) o la Cooperativa La Borda en Can Batll¨®. Pero si estas cesiones de uso en proceso tendr¨ªan que ser decenas, se est¨¢n gestionando demasiado lentamente y no llegan a la media docena.
En Barcelona hay miles de pisos vac¨ªos e infrautilizados, unos 80.000 seg¨²n la estimaci¨®n de la CUP
En pocos a?os las condiciones han cambiado: la capacidad social para reivindicar y defender los derechos, para autoorganizarse y cooperar, ha aumentando notablemente en todos los campos, especialmente en el de la defensa del incumplido derecho a la vivienda, desde V de vivienda hasta la PAH (Plataforma de Afectados por las Hipotecas); todo un renacer de los movimientos sociales urbanos de los a?os setenta.
Para ello no hay una soluci¨®n ¨²nica, sino que se han de sumar voluntades colectivas y afrontar el problema desde m¨²ltiples frentes: viviendas para sectores en exclusi¨®n, como las que gestionan C¨¢ritas, Arrels o Suara Cooperativa, que, se dice, podr¨¢n contar con ayudas procedentes de los beneficios que el Ayuntamiento obtenga por la concesi¨®n a la iniciativa privada de los aparcamientos municipales; muchas m¨¢s vivienda de alquiler social y precio garantizado, en un pa¨ªs que ha sobrepasado en mucho los porcentajes de propiedad del resto de Europa, como resultado de la inseguridad y los abusos de las leyes de alquiler; unos planes de rehabilitaci¨®n bien dotados econ¨®mica y t¨¦cnicamente; la invenci¨®n y experimentaci¨®n de diversos tipos de tenencia, ni compra ni alquiler, promocionando el co-housing; los hoteles sociales, como en Tur¨ªn; o aclimatando modelos cooperativistas, como el Andel de los pa¨ªses escandinavos, o el uruguayo de cooperativas por ayuda mutua.
Aunque dispongamos de una base legal digna ¡ªla Ley de la Vivienda en Catalu?a¡ª su incumplimiento y mutilaci¨®n por el actual Gobierno de la Generalitat hacen el problema tan acuciante que el actual Ayuntamiento deber¨ªa afrontarlo con medidas de urgencia en los meses que le quedan de mandato. Y, sin duda, este deber¨ªa ser el eje de toda propuesta y candidatura para las pr¨®ximas elecciones municipales que sit¨²e las cuestiones sociales y urbanas como prioritarias.
Sobre la experiencia del Patronat Municipal de l'Habitatge, ICV-EUiA puede aportar mucho, pasando por el tamiz de la revisi¨®n y autocr¨ªtica, que est¨¢ iniciando, sobre su etapa anterior de complicidad con la decadencia del modelo de ciudad. Y la confluencia que promueve Guanyem Barcelona se sit¨²a en una posici¨®n avanzada, al heredar la experiencia, el conocimiento y las alternativas sobre la situaci¨®n real de las viviendas y de las personas en los cinco a?os de lucha de la PAH, que ahora encabeza la propuesta de una ILP catalana contra los desahucios y la pobreza energ¨¦tica.
Josep Maria Montaner, arquitecto y catedr¨¢tico de la ETSAB-UPC
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