Diez mil turistas ninf¨®manas llegan hoy a Barcelona
Aunque parec¨ªa que en Barcelona no cab¨ªa nadie m¨¢s, si nos apretamos un poco todav¨ªa entra otro mill¨®n
Las grandes compa?¨ªas dedicadas a la moda, a la restauraci¨®n y a otros servicios relativos al consumo y al turismo compran a las compa?¨ªas telef¨®nicas y a los bancos los datos sobre sus clientes rusos de visita en Barcelona. Esos turistas gastan mucho dinero y conviene tenerlos bien localizados. Cada llamada telef¨®nica que hacen con el m¨®vil queda registrada, cada vez que retiran dinero de un cajero autom¨¢tico dejan rastro. As¨ª se dibuja con precisi¨®n el mapa de sus movimientos, la zona caliente donde conviene instalar los negocios para atenderlos. De estos bancos de datos se desprende que cuando el turista ruso sale de la ciudad es para ir a la playa o a Montserrat. En la misma Barcelona, no suben m¨¢s all¨¢ de la Diagonal, la zona exclusiva de su inter¨¦s se circunscribe al Casco Antiguo y el Ensanche. As¨ª pues es ah¨ª donde conviene instalar las sucursales de Zara, los grandes almacenes, los restaurantes, los bares de copas, las discotecas, las falsas tabernas antiguas, las boutiques, los trileros y todo lo que convenga para darles satisfacci¨®n.
Antes de seguir escribiendo tengo que confesar honestamente que este art¨ªculo no habla sobre ninf¨®manas que lleguen hoy a Barcelona. Pero el t¨ªtulo me ha parecido que es llamativo, que es intrigante, y que despertar¨ªa curiosidad. ?Hoy d¨ªa el lector tiene tantos est¨ªmulos, reclaman su inter¨¦s tantos titulares, se le ofrecen tantas golosinas¡! ?Verdad? Si uno no despabila no le lee ni su madre.
Es posible que ahora usted, lector, sienta un bajonazo o pase p¨¢gina con un gesto despectivo; es un riesgo que asumo con gusto y orgullo, me sent¨ªa obligado a decirle la verdad, en aras de la deontolog¨ªa period¨ªstica. E incluso de la mism¨ªsima odontolog¨ªa y/o estomatolog¨ªa.
Volviendo al tema: el Ensanche y el Casco Antiguo conforman el ¨¢rea de inter¨¦s principal, y de hecho ¨²nico, de los turistas rusos, perfectamente monitorizados por el Big Data, por lo menos hasta que el Ayuntamiento les prepare otro atractivo chiquipark. Yo, integrado en la decoraci¨®n del chiquipark realmente existente, observo a?o a a?o c¨®mo se acerca a mi calle el tinglado de los hoteles y restaurantes, de hecho ya lo tengo casi a la puerta de mi casa, con su recua de nuevos hoteles, subida de precios, ruido nocturno y tiendas absurdas de complementos raros. ?Me quejo? ?No! Si no fuera por el turismo Barcelona no ser¨ªa nada. No hay vida intelectual, no hay industria, no hay pol¨ªtica, no hay inteligencia. Y adem¨¢s todos o casi todos somos turistas o lo hemos sido o quisi¨¦ramos serlo en el futuro inmediato; solo que nosotros a lo nuestro no lo llamamos ¡°hacer turismo¡± sino ¡°salir de viaje¡±.
Acaba de celebrarse en Boston la convenci¨®n anual de Mensa americana. Se ha hablado de novela policiaca y de la autopsia de Kennedy
Y hay aspectos muy atractivos y hasta conmovedores en esos forasteros. Por ejemplo, los que han alquilado en Internet el piso de enfrente y se sientan en el balc¨®n en ba?ador ¡ª-?animalicos, c¨®mo buscan el sol!¡ª o incluso han sacado una mesita y ah¨ª cenan, a la luz de las velas. ?Rom¨¢nticos!... Colgada de la barandilla, en vez de la usual bandera nazi han tendido la toalla de ba?o.
El timbre de mi casa suena a horas intempestivas y una voz desconocida me habla en ingl¨¦s. A menudo en la puerta de la calle me encuentro con un grupito, con sus maletitas de ruedas, esperando a alguien con la llave. No falla: en el edificio se ha instalado ya un nido de turistas.
Si observas la cara que ponen ante cualquier est¨ªmulo, pensar¨¢s que, aunque parec¨ªa que en Barcelona ya no cab¨ªa un tonto m¨¢s, si nos apretamos un poco todav¨ªa queda espacio para otro mill¨®n. Pasen, que al fondo hay sitio.
?Pues a lo mejor te equivocas! Por ejemplo, esos del balc¨®n de enfrente a lo mejor son clientes del SIGHT, Service of International Guest Hosting for Travellers: la agencia de Mensa International dedicada a dar alojamiento a sus socios cuando est¨¢n de viaje.
Mensa (mesa, en lat¨ªn) tiene algo m¨¢s de 100.000 afiliados (1.500 en Espa?a: www.mensa.es), exclusivamente personas con un coeficiente intelectual superior al 98 por ciento de la humanidad, seg¨²n un test que hay que superar y al que cualquiera que lo desee puede presentarse, pero solo una vez: si suspende ya no puede volver a intentarlo. Entre sus miembros, o mensistas, figuran Stephen Hawkings y otras lumbreras. Tienen una p¨¢gina en Facebook donde debaten acaloradamente sobre esto y aquello; tienen Grupos de Inter¨¦s Especial (GIE) en los que se re¨²nen los mensistas con una afici¨®n com¨²n; celebran convenciones anuales, nacionales e internacionales¡ Es como una masoner¨ªa o un Rottary Club o un Santo Sepulcro, constituida ¡°por el bien de la Humanidad¡± y donde la ¨²nica condici¨®n para afiliarse es ser intelectualmente superdotado.
Acaba de celebrarse en Boston la convenci¨®n anual de Mensa americana. Se ha hablado de novela policiaca y de la autopsia de Kennedy, entre otros asuntos de palpitante inter¨¦s. Parece que los congresistas llevaban en la chapa identificativa unas se?ales de colores: el que llevaba la se?al verde quer¨ªa con ello decir que quer¨ªa un buen abrazo. La amarilla significaba pregunta antes; y la roja, nada de abrazos, gracias.
Vuelvo a mirar a los turistas de enfrente, ahora un poco defraudado.
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