El gasto oculto le estalla al Consell

La divisa la deuda me ocupa, pero no me preocupa de la que hicieron gala los Gobiernos presididos por Francisco Camps ha terminado por convertirse en una pesadilla. La Comisi¨®n Europea anunci¨® la semana pasada la apertura de una investigaci¨®n formal por la posible manipulaci¨®n estad¨ªstica del d¨¦ficit de la Comunidad Valenciana.

Una decisi¨®n que, aunque no prejuzga el resultado, evidencia, como m¨ªnimo, la falta de rigor y la inadecuada gesti¨®n de la deuda generada por la Generalitat durante m¨¢s de un lustro. Ahora, Eurostat, la agencia estad¨ªstica de la Comisi¨®n Europea, trata de determinar si hubo dolo o no en el falseamiento de los datos. Para ello ha solicitado informaci¨®n a la Sindicatura de Comptes, el mismo organismo que durante m¨¢s de una d¨¦cada advirti¨®, con desigual ¨¦xito, de las irregularidades detectadas en la gesti¨®n contable de la Generalitat.

?C¨®mo se ha llegado al punto de colocar las cuentas de la Administraci¨®n valenciana bajo sospecha en Bruselas? Fundamentalmente por tres razones: la existencia de unos presupuestos que durante m¨¢s de una d¨¦cada no han reflejado el gasto real en sanidad, que es la principal partida de gasto; la introducci¨®n de normas m¨¢s r¨ªgidas por parte de Bruselas para forzar a las Administraciones a cumplir con las pol¨ªticas de control del d¨¦ficit y, sobre todo, la laxitud en el control del gasto y la falta de celeridad en cumplir con las recomendaciones de la Sindicatura de Comptes.

Las facturas en el caj¨®n elevaron el d¨¦ficit de 2011 del 3,68% al 5,15%

Sin embargo, el detonante del mosqueo de Bruselas con las cuentas valencianas hay que buscarlo en la falta de sinton¨ªa existente entre el Ministerio de Hacienda, que dirige Crist¨®bal Montoro, y el Consell de Alberto Fabra, ambos del Partido Popular.

En 2012, seg¨²n un cualificado miembro del PP, el Gobierno que preside Mariano Rajoy decidi¨® remitir un avance provisional a Bruselas del d¨¦ficit de Espa?a correspondiente a 2011, sabedor de que el definitivo ser¨ªa corregido al alza, con la intenci¨®n de responsabilizar al Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero de tener que gestionar una herencia m¨¢s pesada de lo previsto. El d¨¦ficit definitivo se alter¨® finalmente en cuatro d¨¦cimas al alza, sobre todo por el afloramiento de gastos no registrados en Madrid y la Comunidad Valenciana.

Lo que para el Estado fue un cambio d¨¦ d¨¦cimas para la Generalitat se convirti¨® en el inicio de un esc¨¢ndalo. El entonces consejero de Hacienda, Jos¨¦ Manuel Vela, decidi¨® aprovechar el plan extraordinario de pago a proveedores del Gobierno para aflorar gastos pendientes de pago y solicit¨® 4.355 millones de euros al Ministerio de Hacienda.

La investigaci¨®n debilita a Fabra pese a que Montoro conoc¨ªa los datos

La consecuencia fue que el d¨¦ficit declarado por la Comunidad Valenciana pas¨® del 3,68% del PIB al 5,15% en 2011 y el d¨¦ficit de 2010 se tuvo que corregir del 3,6% al 4,8%. Los d¨¦ficit de 2009 y 2008, aunque tambi¨¦n se tendr¨ªan que haber modificado por el afloramiento de las facturas en el caj¨®n, se dejaron en el 3% del PIB y en el 2,3% porque no hab¨ªa obligaci¨®n legal de cambiarlos. Pese a ello, la Comisi¨®n Europea ha decidido investigar los datos estad¨ªsticos de los cuatro ejercicios se?alados.

La situaci¨®n se agrav¨® a¨²n m¨¢s con el informe de la Sindicatura de Comptes correspondiente a las cuentas de la Generalitat de 2012, que detect¨® que, al menos, 1.864 millones de euros aflorados con el plan de pago a proveedores correspondientes a gastos de ejercicios anteriores ni siquiera hab¨ªan sido registrados contablemente por la Intervenci¨®n General de la Generalitat.

Una situaci¨®n que ha llevado al PSPV-PSOE a exigir la comparecencia de Montoro en el Congreso de los Diputados para explicar lo sucedido con las cuentas valencianas; explicaciones en las Cortes Valencianas de los consejeros de Sanidad, Manuel Llombart, y de Hacienda, Juan Carlos Moragues y que el interventor general de los ejercicios investigados Salvador Hern¨¢ndis sea apartado de la Sindicatura de Comptes, donde tiene su plaza de funcionario y desempe?a funciones de auditor de las cuentas auton¨®micas.

Los precedentes de la gesti¨®n que ahora examina Bruselas hay que buscarlos en la etapa de gobierno de Francisco Camps. En 2007, el entonces vicepresidente y consejero de Econom¨ªa y Hacienda, Gerardo Camps, ya tuvo que deshacer la primera pelota de gasto sanitario realizado sin consignaci¨®n presupuestaria. Un acuerdo con el Instituto Valenciano de Finanzas permiti¨® aflorar facturas correspondientes a 2002, 2003 y 2004 por valor de 847,4 millones de euros a pagar ¡°mediante cuotas constantes con cargo a las anualidades de 2008 a 2015¡±. Y se dejaron pendientes de contabilizar otros 562,9 millones de euros, seg¨²n explic¨® la Sindicatura de Comptes en la auditor¨ªa de la Generalitat correspondiente a 2007.

Andaluc¨ªa y Catalu?a tambi¨¦n realizaron regularizaciones similares ese a?o, pero solo dos a?os despu¨¦s, en 2009, el Gobierno valenciano ya hab¨ªa vuelto a reincidir y esta vez en solitario. La pelota de 1.543 millones de euros de gasto sanitario se refinanci¨® con cargo a los ejercicios de 2010 a 2017 y se dejaron 962 millones para imputar tambi¨¦n a otros a?os posteriores.

En 2012, con los mercados financieros cerrados y la imposibilidad de pedir cr¨¦ditos para pagar deuda comercial, el Consell se ech¨® sin pensarlo en la tabla de salvamento del plan de pago a proveedores del Gobierno, aunque buena parte de las facturas guardadas en los cajones no estaban contabilizadas ni en el ep¨ªgrafe 409 ¡ªpara gastos sin cobertura presupuestaria¡ª ni en el 411 ¡ªpara dispendios a pagar en ejercicios futuros¡ª.

Con ello, el Gobierno valenciano logr¨® deshacer su tercera pelota de deuda sanitaria, pero ahora est¨¢ bajo sospecha en Bruselas y debilitado para negociar la reforma del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica ante un Gobierno que supo hace meses del d¨¦ficit real de la Comunidad Valenciana.