El sosiego del rock existencialista
Santero y los Muchachos irrumpen en la escena valenciana tras su estreno en los Conciertos de Viveros
Sin santos ni amuletos, su liturgia se consagra a la esencia cl¨¢sica del rock primario. Su padre fundador es Miguel ?ngel Escriv¨¢, a quien despu¨¦s de un periplo por el metro, los bares y las calles de Nueva York, un viaje existencial del irse lejos para verse de cerca, se le encendi¨® la llama del componer sosegado de un g¨¦nero reposado tras desfogar en decibelios la rabia juvenil como bajista en La Pulquer¨ªa. Impregnado de western, corrido y bolero, el rock agradable con letras filos¨®ficas de los valencianos Santero y Los Muchachos acaba de ser bendecido, tras nueve meses en el tajo, en su prueba de fuego en los Jardines de Viveros como acompa?antes de los conciertos de Quique Gonz¨¢lez y Leiva en la Feria de Julio.
Cachorros de los rockers valencianos de los a?os 60, Miguel ?ngel Escriv¨¢ y su hermano Joseman, dos de los cinco componentes santeros, heredaron la fe v¨ªa gen¨¦tica paterna. Su progenitor, Pepe Escriv¨¢, antiguo miembro de los m¨ªticos Top-Son, les regal¨® en plena adolescencia sus primeras guitarras, traz¨¢ndoles con una ¨²nica consigna el boceto de c¨®mo vivir de verdad el rock and roll: plena dedicaci¨®n a la m¨²sica, aunque se pase mal. Bajo el nombre de Absenta, sus primeros acordes reverberaron al cobijo de un taller de piedra artificial arrendado por su padre en Benimaclet, convertido en el primer gran complejo de locales de ensayo de Valencia, donde se forj¨® la hermandad entre una veintena de bandas en los albores de los 90, en paralelo y a distancia de la entonces efervescente electr¨®nica.
Bajo el techo de aquella antigua nave industrial de la calle Pobla Llarga, los Escriv¨¢ coincidieron en a?os distintos con el guitarrista Soni Artal y el bater¨ªa Marc Guardiola, la otra mitad de Santero, cuando uno y otro tocaban como miembros de Mafarca y Obrint Pas, mientras al lado ensayaban en las diversas variantes del rock formaciones coet¨¢neas como La Habitaci¨®n Roja, Maledicta, El Agente Naranja o Lullaby. Todav¨ªa adolescente, llegar¨ªa m¨¢s tarde a los locales de ensayo el guitarrista Carlos Soler, la m¨¢s reciente incorporaci¨®n a los santeros, cuyo primer ¨¢lbum, Damien Lott, glorific¨® la Rolling Stone. Los cinco integrantes de Santero se refuerzan con la pareja de coristas Los Muchachos, compuesta por el propio Pepe Escriv¨¢ y Pepe N¨²?ez ¡°El Rubio¡±, aportando la sensatez del rock senior.
Los cinco integrantes de Santero se refuerzan con la pareja de coristas Los Muchachos
Dos d¨¦cadas despu¨¦s, la nave se ha diluido en un edificio de viviendas y aquellos veintea?eros convertidos en padres de familia encuentran el acomodo en un rock de calidez m¨¢s sosegada acompa?ada de estrofas existencialistas que ya no buscan desenfundarse para la batalla. Entre Gusano, A¨²n y Buenos y malos, los temas compuestos por Miguel ?ngel Escriv¨¢, la voz del grupo, el alma de Santero se revela en los versos de Est¨¦ donde est¨¦, con un pie en el bolero y una letra completa de amor, recuerdo y muerte.
Libres de los dictados de un sello discogr¨¢fico en la era de las facilidades tecnol¨®gicas para la autoedici¨®n y el intercambio digital de acordes y repertorios, los componentes de Santero llevan tambi¨¦n proyectos por separado porque, como reconocen, ning¨²n m¨²sico puede sobrevivir ya de una sola formaci¨®n. Soni compagina Santero con una banda para eventos de empresas y un tr¨ªo de soul, y Miguel ?ngel pulsa jazz con el contrabajo en Copa Ilustrada Band. Tras nueve meses fragu¨¢ndose con actuaciones en directo en locales como la sala Wah-Wah de Valencia o el Costello Club en Madrid, Santero espera culminar la edici¨®n de su primer disco el pr¨®ximo octubre.
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