Ta¨ªn concluye que Basterra mat¨® a la hija para retener de por vida a su esposa
El juez decreta la apertura de juicio oral y dice que ¡°se celebrar¨¢ en breves fechas¡±
¡°Rosario nunca abandon¨® su relaci¨®n sentimental con un tercero¡±, pese a la presi¨®n que ejerc¨ªa Alfonso Basterra, su exmarido, para que olvidase al amante. ¡°Los encuentros [con ese hombre] fueron constantes¡±. ¡°Alfonso era conocedor de ello y se sent¨ªa humillado¡±. ¡°La desaparici¨®n de Asunta, de forma violenta y por un plan conjunto, colocar¨ªa a Rosario en sus manos definitivamente, y le asegurar¨ªa el sustento econ¨®mico del que carece¡±. En el auto por el que decreta la apertura de juicio oral con Rosario Porto y Alfonso Basterra como acusados, el magistrado Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn expone claramente por primera vez el que, ¡°a juicio¡± de la instrucci¨®n, ¡°parece ser¡± el m¨®vil del padre en el asesinato de la ni?a compostelana cuyo cad¨¢ver apareci¨® depositado al borde de la pista forestal de Feros (Teo), en la madrugada del 22 de septiembre pasado.
¡°Los motivos carecen de relevancia jur¨ªdica y solo pueden ser conocidos de verdad por los imputados¡±, advierte al comenzar el apartado dedicado a las ¡°motivaciones¡±. Pero despu¨¦s, y seg¨²n dice para que la defensa no alegue que estos m¨®viles no existen, en el auto en el que repasa a fondo todas las circunstancias que rodearon la vida de esta familia compostelana desde enero de 2013 (cuando se precipita la ruptura matrimonial) el juez saca sus conclusiones. Dice que a los padres Asunta les sobraba; que Basterra ten¨ªa facetas que ocultar; y que su objetivo era someter de por vida a Porto, aunque fuese at¨¢ndola con un secreto compartido, como el del crimen de su propia hija. En la muerte de Asunta, defiende el juez, intervinieron dos personas que estuvieron en el chal¨¦ de Teo. Ta¨ªn enumera varios indicios de esto, y adem¨¢s apunta a posibles intentos previos, m¨¢s que ensayos: ¡°No es posible dudar de que en la madrugada del 5 de julio alguien intent¨® asesinar¡± a la menor, dice por ejemplo.
¡°Asunta estaba tirada¡±, recuerda que declar¨® la madrina de la ni?a el a¨²n (porque est¨¢ pendiente de hacer efectivo su traslado) titular del juzgado de Instrucci¨®n 2 de Santiago. La cr¨ªa de 12 a?os pas¨® mes y medio del verano, antes de la vuelta al instituto, entre la casa de veraneo de esta mujer y la de la trabajadora dom¨¦stica de Porto. Por razones de ¡°trabajo¡±, lleg¨® a declarar esa familiar que se hizo cargo de la ni?a en Vilagarc¨ªa, ninguno de los padres, ambos en paro, ¡°dispuso de tiempo para pasar el santo de la ni?a, 15 de agosto, con ella¡±. Esto, al juez le parece ¡°elocuente¡±.
Lo mismo que considera un ¡°indicio claro¡± el hecho de que el ordenador de Basterra apareciese a la vista de todos, despu¨¦s de dos anteriores registros de su piso en los que no se encontr¨®, ¡°manipulado¡± y sin huellas del sospechoso ni en el teclado ni en la tapa, sino ¨²nicamente ¡°en lugares rec¨®nditos dif¨ªciles de limpiar¡±. Tambi¨¦n se localizaron un par de huellas, una por arriba y otra por abajo, en el disco duro. Esto demuestra que alguien sin identificar colabor¨® para cambiarlo y despu¨¦s, ya con Basterra en la c¨¢rcel coru?esa de Teixeiro, devolver el aparato, dentro de su malet¨ªn, al piso de Santiago en el que el imputado viv¨ªa tras el divorcio. Si el ordenador hubiese sido encendido, el calor habr¨ªa disuelto la marca de estas huellas en el disco.
A pesar de esa manipulaci¨®n, se han podido recuperar abundantes archivos (en junio trascendieron las macabras fotos de la ni?a y la existencia de material pornogr¨¢fico) cuyo contenido, seg¨²n el juez, ¡°es bastante comprometedor¡±. ¡°En base al mismo, cobran relevancia otros indicios que se trataron discretamente¡±, a?ade. Ta¨ªn cree que, cuando comprendi¨® que la Guardia Civil pretend¨ªa registrar su vivienda, Basterra busc¨® r¨¢pidamente una excusa para acercarse hasta el piso y hacer desaparecer, o entregar a alguien, el ordenador port¨¢til.
Desde que descubri¨® la infidelidad de su esposa, a comienzos de 2013, seg¨²n el juez el padre de Asunta ¡ªde profesi¨®n periodista pero sin ingresos desde hac¨ªa tiempo¡ª despleg¨® un ¡°proceder maquiav¨¦lico¡±, hizo valer su ¡°posici¨®n dominante¡± sobre Porto y emprendi¨® la reconquista por la v¨ªa de los quehaceres cotidianos. ¡°Alfonso busca que su esposa se sienta superada por las tareas dom¨¦sticas, que aborrece¡±, y de las que ¨¦l, tradicionalmente, ¡°se encargaba¡±. Para ella ¡°cualquier gesti¨®n¡± del hogar ¡°supon¨ªa una carga de estr¨¦s insoportable¡±. En su ¨²ltimo a?o de vida, Asunta llevaba nueve meses con el DNI caducado porque Porto, que ten¨ªa apuntada la tarea pendiente en el tabl¨®n de casa, era incapaz de ir a renovarlo. Tras su ingreso hospitalario, a finales de junio, la mujer reconoce su dependencia de Basterra: ¡°Era Alfonso o la muerte¡±, declar¨® en el juzgado. De la relaci¨®n del ¨²ltimo a?o queda constancia porque la pareja rota (al tiempo que unida) acostumbraba comunicarse por mensajes, no con llamadas.
A la espera del juicio, que tal y como apunta en este ¨²ltimo auto el juez ¡°por tratarse de causas con preso se celebrar¨¢ en breves fechas¡±, Rosario Porto y Alfonso Basterra seguir¨¢n entre rejas. El juez entiende que existe riesgo de fuga en ambos casos. En el de ella, porque ¡°la pena solicitada es elevada, muy elevada [el fiscal pidi¨® 18 a?os y la acusaci¨®n particular, 20], y la imputada ha demostrado una especial aversi¨®n a la privaci¨®n de libertad¡±. En el caso de ¨¦l, que se enfrenta a las mismas peticiones de condena, la ¡°falta de arraigo es palmaria¡±. ¡°Carece de domicilio¡±, viv¨ªa en un piso de alquiler que sufragaba su exesposa, seg¨²n fuentes de la Guardia Civil. Tampoco dispone de ¡°de recursos, de ingresos, y de forma de vida conocidos¡±. ¡°La hu¨ªda¡±, concluye V¨¢zquez Ta¨ªn, ¡°solo le supondr¨ªa beneficios¡±.
El juez ve "imposible concebir" el crimen sin participar Basterra
Rosario Porto y Alfonso Basterra se sentar¨¢n en el banquillo en la Audiencia de A Coru?a acusados de asesinar a su hija a trav¨¦s de ¡°un plan premeditado¡± durante meses. Ser¨¢ un jurado popular el que dictamine si los padres de Asunta son culpables. Las conclusiones del instructor del caso inciden en el papel central de Basterra en el crimen despu¨¦s de que el imputado, rompiendo la l¨ªnea de defensa mostrada hasta ahora, haya descargado en la recta final de la investigaci¨®n toda la culpa en su exesposa. Para Ta¨ªn, el asesinato de la peque?a ¡°resulta imposible sin la participaci¨®n, o al menos el consentimiento, de ambos imputados". El juez describe a la madre como una mujer sumisa, dominada y maltratada por su exmarido, una ¡°situaci¨®n de preeminencia¡±, subraya el auto, que ¡°hace que sea imposible concebir el asesinato¡± de Asunta ¡°al margen del imputado Alfonso Basterra¡±.
El juez insiste en que los padres drogaron conjuntamente a Asunta durante al menos tres meses con lorazepam, cuyos restos fueron hallados en el pelo de la ni?a, y rechaza el argumento de la defensa de Basterra que esgrime que, aunque el periodista compraba el medicamento, era Porto la ¨²nica que lo guardaba y gestionaba. ¡°Es sospechoso que [Basterra] nunca hab¨ªa adquirido lorazepam hasta la fecha de la primera intoxicaci¨®n de Asunta, cuando su esposa lo tomaba desde hac¨ªa meses al menos¡±, afirma Ta¨ªn en el auto. ¡°Es sospechoso que necesite 75 pastillas en doce d¨ªas y luego no vuelva a necesitarlas, seg¨²n su defensa, hasta dos meses despu¨¦s¡±. Y contin¨²a el magistrado: ¡°Es sospechoso que todos los episodios en los que Asunta supuestamente aparece bajo los efectos del lorazepam se producen en la vivienda de Alfonso¡±.
El instructor del caso est¨¢ convencido de que Basterra no estuvo en su casa encerrado la tarde en que muri¨® su hija y sostiene que el padre, al igual que la madre, se dirigi¨® al chal¨¦ de Teo donde, afirma, muri¨® la cr¨ªa. A falta de im¨¢genes de las c¨¢maras callejeras que lo demuestren, se basa Ta¨ªn en el testimonio de una testigo que vio al padre de Asunta en las calles de Santiago m¨¢s all¨¢ de las seis de la tarde, en el ¡°sospechoso comportamiento de su terminal telef¨®nico¡±, en ¡°las diferentes versiones que el imputado ofreci¨® durante la investigaci¨®n sobre qu¨¦ hab¨ªa estado haciendo esa tarde¡± y en los indicios que ¡°apuntan a la presencia de dos personas en el lugar del crimen¡±. En la casa, abunda el auto, fueron halladas ¡°dos fundas vac¨ªas de mascarillas 3M¡±. Recuerda el juez que la autopsia y las anal¨ªticas concluyen que en la tarde del 21 de septiembre Asunta fue atada antes de morir, cuando ya estaba drogada, y fue asfixiada con un ¡°elemento deformable¡± con el que le taparon ¡°boca y nariz¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.