Un ¨®rdago sin cartas a la Uni¨®n Europea
Instituciones vascas y Confebask pactaron la defensa de los incentivos
Al final a las instituciones vascas les han pillado las se?as y los trucos. Despu¨¦s de una larga d¨¦cada jugando al mus con la UE, ocultando las cartas, contando verdades a medias, pasando literalmente de las resoluciones judiciales y enfadando a funcionarios y cargos p¨²blicos de tres diferentes comisarios de la Competencia europea, el Gobierno y las diputaciones se van a retratar el pr¨®ximo mi¨¦rcoles pasando por caja para pagar una multa de 30 millones de euros.
El ¨®rdago sin cartas que lanzaron a la UE cuando la justicia comunitaria ratific¨® que las instituciones vascas ten¨ªan que recuperar las ayudas ilegales, las denominadas vacaciones fiscales, les va a costar a los contribuyentes vascos esos treinta millones m¨¢s los costes derivados de las minutas de los abogados y el descr¨¦dito de una comunidad aut¨®noma que los funcionarios comunitarios estuvieron a punto de considerar en rebeld¨ªa.
Si en 2001, cuando la Comisi¨®n Europea consider¨® ilegales las ayudas, el Gobierno vasco y las diputaciones hubieran dado un paso atr¨¢s no habr¨ªa multa. ¡°Si en vez de apostar y porfiar hubieran apelado a la prudencia institucional debida, esto no hubiera pasado¡±, asegura un ex diputado del PNV.
Ese a?o la UE abri¨® el expediente de las vacaciones fiscales y el 20 de diciembre lo cerr¨® declarando ilegales los reg¨ªmenes de incentivos fiscales que estuvieron en vigor en ?lava, Guip¨²zcoa y Bizkaia entre 1993 y 1995 ¡ªBruselas ya hab¨ªa declarado ilegales, en julio de ese a?o, los posteriores a esta fecha¡ª. Todas las alarmas se dispararon en Euskadi.
Si hasta entonces las instituciones segu¨ªan caminos, no divergentes, pero si paralelos en cuanto a la defensa jur¨ªdica de sus causas abiertas en los tribunales vascos y espa?oles, a partir de ese a?o, la Hacienda del Gobierno vasco tom¨® las riendas del asunto y convoc¨® a las instituciones a una reuni¨®n al m¨¢s alto nivel.
El entonces viceconsejero de Hacienda Jos¨¦ Miguel Bilbao ¡ªtambi¨¦n citado en la comisi¨®n de investigaci¨®n de Epsilon e Hiriko¡ª que fue repescado por Ricardo Gatzagaetxebarria para el mismo cargo esta legislatura, fue quien traslad¨® que, a partir de ese momento, la direcci¨®n letrada de todas las instituciones iba a ser cosa de Ignacio S¨¢enz-Cortabarria, ¡ªespecialista en temas comunitarios¡ª. ?l ha dirigido la defensa de las administraciones vascas ante el Tribunal de Luxemburgo en todos los pleitos fiscales. ¡°No hubo capacidad de maniobra ni de oposici¨®n, no era una sugerencia, fue una imposici¨®n¡±, aseguraron a este diario fuentes que vivieron el proceso en primera persona.
Personas jur¨ªdicas frente a f¨ªsicas
La fiscal¨ªa del Tribunal Superior vasco de Justicia va a abrir diligencias a la vuelta del verano para dilucidar si existen responsabilidades m¨¢s all¨¢ de las pol¨ªticas en la gesti¨®n del dinero p¨²blico por parte de quienes con sus decisiones han propiciado la multa de la UE.
"La sensaci¨®n que hab¨ªa y el clima que se extend¨ªa por parte del PNV en aquellos a?os era que esto iba a acabar olvid¨¢ndose. Todav¨ªa en 2011 en una cena en Vitoria entre representantes institucionales el director de Hacienda de ?lava, Josu Zubiaga (la diputaci¨®n hab¨ªa vuelto al PNV) manten¨ªa en p¨²blico que no iba a haber que pagar ni un euro por el tema de las vacaciones fiscales", recuerda uno de los comensales.
Zubiaga pas¨® por el Tribunal de Cuentas al salir de la diputaci¨®n alavesa, y ahora es viceconsejero con Estefan¨ªa Beltr¨¢n de Heredia en el Departamento de Seguridad. El ¨®rdago se mantuvo hasta el ¨²ltimo minuto dando la impresi¨®n de que a las instituciones les daba igual una eventual multa. Un ex diputado de Hacienda relata la alegr¨ªa que gener¨® en 2008 la sentencia de las Azores, que en cierta manera proteg¨ªa la capacidad normativa fiscal de las administraciones m¨¢s peque?as de los Estados. Esa tesis justificar¨ªa la defensa que se ha hecho de las personas jur¨ªdicas, aun en contra de las f¨ªsicas, que acaban pagando la multa.
Tambi¨¦n justificar¨ªa que el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka calificara esa multa de "mal menor" ya que al menos la UE dejaba a salvo el fuero, la especificidad vasca, su capacidad normativa tributaria.
El PNV controlaba el Gobierno, y las diputaciones de Bizkaia y de Gipuzkoa, mientras que ?lava estaba en manos del PP. La diputaci¨®n alavesa, que apenas dos a?os antes hab¨ªa contratado los servicios de Cuatrecasas ¡ªdecisi¨®n que adopt¨® el diputado peneuvista Carlos Peral¡ª tuvo que rescindir sus servicios y S¨¢enz-Cortabarria comenz¨® dar instrucciones tambi¨¦n en la casa de Ram¨®n Rabanera.
El recurso de todas y cada una de las decisiones judiciales y administrativas relacionadas con esas ayudas se convirti¨® en el modus operandi, hasta que el 14 de diciembre de 2006 el Tribunal de Justicia de la UE dio la raz¨®n a la Comisi¨®n Europea y volvi¨® a solicitar a Espa?a que recuperara las ayudas al considerarlas ¡°incompatibles con el mercado com¨²n¡±. Adem¨¢s, pidi¨® las listas de las empresas beneficiarias de las ayudas.
Ni siquiera en ese momento las instituciones se plantearon en serio iniciar la complicada recuperaci¨®n de las ayudas. La minuta de Saenz-Cortabarria segu¨ªa subiendo en el entorno ya de los dos millones de euros, y la preocupaci¨®n de la patronal vasca Confebask iba en aumento. Ten¨ªan razones para estar enfadados. Se hab¨ªan acogido a un marco normativo legalmente implantado por las tres diputaciones forales y apoyadas por el Gobierno vasco y a?os despu¨¦s la UE cambia las reglas. El error no era suyo, pero en vez de buscar una soluci¨®n Confebask opt¨® por sumarse a la partida.
La presi¨®n de la UE empezaba a ser asfixiante y la preocupaci¨®n de la patronal era que las listas con los nombres de las empresas y las cuant¨ªas recibidas acabaran en manos de Competencia o del Tribunal europeo que juzgaba el tema.
En otra cita al m¨¢s alto nivel entre todas las instituciones y Confebask ¡°el entonces representante ejecutivo de la patronal fue especialmente contundente y claro. Facilitar las listas a la UE ser¨¢ casus belli¡± amenaz¨® en una reuni¨®n tensa ante los representantes de Hacienda de las cuatro instituciones.
Cambiar de estrategia a esas alturas del partido no parec¨ªa viable. Todos decidieron tirar para adelante con la esperanza de llegar a un acuerdo, quiz¨¢s como el que en 1999 sellaron la administraci¨®n central y la vasca con la paz fiscal, o que se olvidara. En los lentos pero seguros pasillos de la UE, las cosas no funcionan as¨ª.
En septiembre de 2009 el Tribunal de Primera Instancia de la Uni¨®n Europea (TUE) volvi¨® a confirmar a decisi¨®n del Ejecutivo comunitario al rechazar los recursos presentados por las diputaciones forales de ?lava, Bizkaia y Gipuzkoa, el Gobierno vasco y la Confederaci¨®n Empresarial Vasca (Confebask), y el 24 de noviembre de 2010 la Comisi¨®n anunci¨® que ¡°hab¨ªa solicitado al Tribunal que imponga una sanci¨®n¡± a las instituciones vascas por su reiterada negativa a recuperar las ayudas y obstruirlas sentencias de la UE.
Fieles a sus socios las diputaciones siguieron intentando de todo para eludir sus obligaciones. Desde enviar furgonetas llenas de documentaci¨®n para que fueran los funcionarios europeos quienes los cribaran, hasta recuperar una cantidad inferior a lo que dictaba la UE y as¨ª ganar tiempo. El pasado mayo el tribunal de la UE confirm¨® la sanci¨®n. Poco antes se hab¨ªa acabado de recuperar la ¨²ltima de las ayudas en Gipuzkoa. La unidad de acci¨®n ya se hab¨ªa roto. Hab¨ªa dado paso al s¨¢lvese quien pueda con una instituci¨®n de cada color pol¨ªtico. Ya era demasiado tarde, demasiado caro.
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