El incesante saqueo de los cementerios Sur y de la Almudena
Los camposantos reciben una denuncia al d¨ªa por robos de ornamentaci¨®n de las tumbas Reponer un cristo de un metro cuesta mil euros
Las farolas de las calles del cementerio Sur de Madrid (Carabanchel), el segundo m¨¢s grande de la capital (85,4 hect¨¢reas) tras el de la Almudena (108 hect¨¢reas), no funcionan. La instalaci¨®n el¨¦ctrica no existe porque los ladrones han robado el cable. Hace dos semanas, en el mismo camposanto, aparecieron seis lavabos de los ba?os p¨²blicos rotos, un destrozo para conseguir 11 grifos. Las sepulturas tampoco se libran, desaparece todo tipo de ornamentaci¨®n: im¨¢genes, jarrones, argollas e incluso l¨¢pidas de nichos o la torniller¨ªa que las une a la pared. Tambi¨¦n se sustraen objetos del interior de los veh¨ªculos de los visitantes.
Es el d¨ªa a d¨ªa de los dos macrocementerios de la capital con un goteo de robos incesantes, que desmoraliza a sus responsables, la Empresa Mixta de Servicios Funerarios (EMSF). Para poner freno a los delincuentes, la Almudena solo cuenta con dos vigilantes que patrullan cada uno en un veh¨ªculo las calles del lugar; en el cementerio Sur, se reduce a una persona. Adem¨¢s, se han instalado c¨¢maras de vigilancia, que no parecen disuadir a los delincuentes.
Los camposantos reciben unas cinco reclamaciones semanales por robos, pero el grueso de las quejas se concentra entre la semana anterior y posterior al D¨ªa de Todos los Santos, el 2 de noviembre, periodo en el que se presentan unas 300 denuncias sumando las de ambas necr¨®polis. En esas fechas los ciudadanos acuden de forma masiva y se topan con los destrozos. ¡°Las personas llegan a las oficinas a veces con enfados monumentales, algo que entendemos, porque han desaparecido los ornamentos de las sepulturas de sus familiares y lo consideran una forma de profanaci¨®n del lugar donde descansan sus seres queridos¡±, explican fuentes de la funeraria municipal, que gestiona los 13 cementerios p¨²blicos de Madrid.
El ¨²ltimo golpe a los delincuentes se produjo en enero pasado. La Polic¨ªa Nacional localiz¨® a un matrimonio que transportaba 16 crucifijos de l¨¢pidas y nichos en un veh¨ªculo. La pareja tambi¨¦n desvalijaba coches de los visitantes con el agravante de que utilizaban a sus tres hijos, todos menores, para revestirse de normalidad y despistar. El hombre logr¨® huir.
Todav¨ªa quedan algunas de las piezas en las dependencias del cementerio a la espera de que alguien las reclame. La gran cantidad de enterramientos hace muy complicado saber exactamente de qu¨¦ tumbas proceden, a no ser que exista una reclamaci¨®n. En 2012, ante el incremento de robos, la polic¨ªa puso en marcha la llamada Operaci¨®n Santo, en la que los agentes detuvieron a un hombre y una mujer acusados de haber perpetrado 31 robos en tumbas de los cementerios de la capital. Se recuperaron dos cristos de bronce de un metro de longitud, im¨¢genes de la Virgen, tambi¨¦n de bronce, varias cruces y m¨¢s de 50 argollas con asas labradas.
Sin responsabilidad oficial
El reglamento de cementerios de la Comunidad de Madrid exime a los administradores de los camposantos de responsabilidad en este tipo de delitos. El art¨ªculo 7 especifica que la empresa asegurar¨¢ la vigilancia general de los recintos, si bien no ser¨¢ responsable de los robos o deterioros que pudieran tener lugar en las unidades de enterramiento.
Los 13 cementerios p¨²blicos de Madrid est¨¢n gestionados por la Empresa Mixta de Servicios Funerarios, privatizada parcialmente (el 49% de su capital) a principios de los a?os 90 del pasado siglo.
En este escenario, el ¨²nico camino a seguir por la persona que descubre que han esquilmado la sepultura de sus familiares es acudir a las oficinas del camposanto donde les facilitan una hoja de reclamaci¨®n para rellenar. Adem¨¢s, se les sugiere que interpongan una denuncia en la comisar¨ªa.
¡°Nosotros no somos los propietarios de las sepulturas y por lo tanto no somos competentes para acudir a la Polic¨ªa¡±, explican fuentes de la funeraria.
En el caso de que los afectados se decidan a reponer la ornamentaci¨®n desaparecida se enfrentan a un importante desembolso econ¨®mico. Un crucificado de grandes dimensiones, de un metro de longitud aproximadamente y bronce fundido, cuesta unos mil euros, aunque tambi¨¦n se puede conseguir una pieza semejante pero de bronce inyectado y de medio metro por 100 euros. Entre ambos importes existe un amplio abanico de im¨¢genes u otro tipo de ornamentaci¨®n para elegir.
Los ladrones revenden luego la mercanc¨ªa en chatarrer¨ªas de la regi¨®n. Aunque los precios oscilan, el kilo de cobre se compra a entre tres y seis euros, mientras que el lat¨®n se paga a entre dos y cuatro euros. El aluminio y el plomo cotizan a entre uno y dos euros.
La funeraria municipal es consciente de que la vigilancia actual es insuficiente. ¡°Es una gran extensi¨®n de terreno que los delincuentes conocen perfectamente. Si los vigilantes realizan la ronda por un lado, ellos se van por otro¡±, declaran fuentes de la EMSF. En 2011 la Federaci¨®n de Trabajadores de Vigilancia de USO denunci¨® la reducci¨®n a la mitad del personal encargado de la custodia de estas dos necr¨®polis. Ricardo Sanguino, portavoz de USO, se?ala que ya advirtieron en ese momento del problema de desprotecci¨®n que se iba a originar debido a que son zonas muy extensas y muy expuestas. ¡°No hicieron caso, y el personal en las condiciones en las que est¨¢ no puede hacer nada m¨¢s¡±, concluye.
Para compensar el recorte en personal, se instalaron c¨¢maras. ¡°Pero son claramente insuficientes¡±, se?ala un responsable de la empresa, mientras muestra una de las torres de vigilancia que han instalado en la zona de nichos donde se van a producir los nuevos enterramientos. Una soluci¨®n ser¨ªa destacar a agentes de la polic¨ªa municipal en la entrada del cementerio, para vigilar los coches o furgonetas sospechosas.
Las l¨¢pidas de los nichos reci¨¦n puestas y todav¨ªa sin grabar tampoco est¨¢n a salvo: en ocasiones se sustraen para luego revenderlas. Y ni siquiera los cuatro clavos de hierro que sujetan la l¨¢pida al nicho, que la EMSF se ha visto obligada a sustituir por otros de pl¨¢stico, con ninguna salida en el mercado. Para ello encargaron un estudio a un laboratorio, que les facilit¨® el tipo de material adecuado para soportar las temperaturas extremas en invierno y en verano de Madrid.
¡°Si se sustrae un tornillo de una de las esquinas del nicho no pasa nada, pero si se quitan los dos de arriba, la l¨¢pida puede no aguantar y caer al suelo, con el consiguiente peligro porque pesan entre 30 y 40 kilos¡±, comenta un responsable del cementerio Sur. En estos casos, el visitante puede encontrarse no solo sin la ornamentaci¨®n, sino sin l¨¢pida.
La lucha contra los delincuentes contin¨²a, pero con los pocos recursos que se emplean para la vigilancia de estos recintos, es muy complicado ponerle fin. La Polic¨ªa Nacional monta dispositivos en el momento en el que se detecta un incremento de los robos, pero no disminuyen, aseguran fuentes de la EMSF. Desde el Ayuntamiento informan que no ha habido repunte en los robos ¨²ltimamente. Pero no cesan y a las oficinas de los camposantos contin¨²an llegando reclamaciones cada d¨ªa.
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