El lado humilde del Jazzaldia
Ra¨²l Romo y Hasier Oleaga financian ¡®Maracas para dos¡¯ con ¡®crowdfunding¡¯
La m¨²sica no muere, ni lo har¨¢, pero cada vez lo tiene m¨¢s dif¨ªcil para sobrevivir. Estos d¨ªas el sonido del Jazzaldia de San Sebasti¨¢n ha retumbado por todas las paredes de la ciudad. Sin embargo, la situaci¨®n del sector no suena tan bien como las partituras de los c¨¦lebres int¨¦rpretes. El saxofonista Ra¨²l Romo y el bater¨ªa Hasier Oleaga, el d¨²o vasco que ayer se encarg¨® de dar el cierre al festival de jazz, saben de primera mano que vivir de la composici¨®n no est¨¢ al alcance de todos.
Prueba de ello es la publicaci¨®n de su primer disco, Maracas para dos, resultado de un crowfunding, una cooperaci¨®n colectiva que sirve para conseguir dinero y poder financiar la producci¨®n. Lo hicieron por una ¡°evidente falta de financiaci¨®n¡±, dice Romo. ¡°Las discograf¨ªas, en el jazz en particular, no apoyan econ¨®micamente nuestros proyectos. Por eso nuestra forma de obtener recursos fue pedir ayuda a la gente y ofrecerles la oportunidad de ser part¨ªcipes de nuestro disco utilizando sus voces en las grabaciones de algunas canciones. Fue una manera de agradecer su apoyo y compartir una buena experiencia¡±.
La obra es una ¡°org¨ªa¡± de groove, funk y jazz en el que tambi¨¦n ha participado Mr. Boss, encargado de colorear el disco con sus multiefectos de sonido. Los instrumentos que han utilizado en su obra son la bater¨ªa, la percusi¨®n, la voz, el saxo y el teclado.
Parte del disco, compuesto por 12 canciones, son¨® ayer en el Espacio frigo, en la zona trasera del Kursaal. Para sus autores fue un paso ¡°enorme¡±. ¡°Nunca hemos tocado en un escenario tan grande y con tanto espacio libre¡±, afirma Romo.
¡°Nuestra forma de obtener recursos fue pedir ayuda a la gente¡±
En la misma l¨ªnea a Oleaga no le asusta tener que tocar en aire libre, a pesar de estar acostumbrado a actuar en sitios peque?os, cubiertos y rincones sin la luz del sol. ¡°El espacio abierto nos brinda una oportunidad muy atractiva para que el p¨²blico pueda bailar y participar con nosotros. La ¨²nica vez que hemos actuado en un escenario de este estilo fue en la terraza de una cafeter¨ªa de Vitoria¡±, recuerda. Por otro lado, el hecho de tocar en el cierre del Jazzaldia, no supone ninguna inquietud para Oleaga, quien afirma que ¡°nada es m¨¢s importante que tocar para el p¨²blico¡±.
La trayectoria de ambos artistas muestra que para los m¨²sicos el ¨²nico m¨¦todo de supervivencia es ¡°hacer muchas cosas a la vez¡±. Romo, adem¨¢s de solista, ha sido colaborador en la grabaci¨®n de bandas sonoras de pel¨ªculas como Airbag, Torapia o Reinas y ha tocado con grupos como The Hot Wok, Ortophonk, Betagarri, Boogaloos y Allnighters.
¡°Como interprete es muy dif¨ªcil vivir de la m¨²sica en general, la mayor¨ªa de nuestro mundo est¨¢ acostumbrada a compaginar con la pedagog¨ªa¡±, comenta. En su caso, ahora da clases en el centro Luis Aramburu, la escuela municipal de m¨²sica de Vitoria. ¡°La labor de las escuelas musicales en los ¨²ltimos a?os se est¨¢ notando con m¨¢s frecuencia¡±.
En el caso de Oleaga, entre otras cosas, tocar al lado de prestigiosos int¨¦rpretes nacionales e internacionales como David Berkman, Mikel Laboa, Donald Harrison, Jorge Rossy o Joe Smith le convierte en un mago de la percusi¨®n. ¡°Los artistas tenemos que picar de muchos palos para poder sobrevivir. Sin embargo, tengo la necesidad vital de hacer lo que m¨¢s deseo¡±.
Quienes aportaron dinero pudieron poner sus voces a las canciones
Maracas para dos ofrece una propuesta ¡°muy singular¡±, de acuerdo a la definici¨®n de sus autores, y responde a la ¡°necesitad de tener calor humano¡±. El p¨²blico, pese a que el aficionado vasco est¨¢ etiquetado con un car¨¢cter fr¨ªo, dice Oleaga, ¡°siempre suele responder activamente¡±, aunque reconoce que es un auditorio ¡°especial¡±. ¡°Hemos compuesto melod¨ªas f¨¢cilmente bailables para que nadie se quede quieto¡±.
Por otro lado, el grupo no participa a lo largo del a?o en eventos tan solemnes como el festival de San Sebasti¨¢n. El p¨²blico del d¨ªa a d¨ªa pertenece a un c¨ªrculo ¡°m¨¢s cercano y humilde¡±. ¡°Son personas que suelen estar relacionadas con el jazz¡±, explican. ¡°Solemos decir que en los conciertos hay m¨¢s m¨²sicos que p¨²blico¡±, bromea Oleaga. ¡°Festivales como el Jazzaldia no deja de ser un evento al que la gente no viene necesariamente por la m¨²sica, sino por la celebraci¨®n del evento en s¨ª¡±, dice Romo.
En cuanto a la filosof¨ªa de vida, Oleaga cree que los m¨²sicos de su gremio viven bajo el ¡°s¨¢lvese quien pueda¡± en la jungla de la m¨²sica, ¡°donde el individualismo no cede ning¨²n capricho al sentido corporativista como en otros sectores de la m¨²sica¡±. Quiz¨¢s sea este el motivo por el que los que deciden formar parte de este mundo entran como salen: en soledad.
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