El son mexicano de Pere Calders
El Grec presenta ¡®Nevares¡¯, concierto sobre un cuento del autor
La sabidur¨ªa popular dice que los cementerios reproducen la estructura social de la ciudad de los vivos. Quiz¨¢ en eso pensaba Pere Calders en 1967 cuando public¨® Aqu¨ª descansa Nevares, uno de sus relatos largos m¨¢s se?alados, surrealista y c¨¢ustico: Lalo Nevares, hastiado de la pobreza que envuelve el barrio de barracas en el que vive con los suyos, decide trasladarse a un suntuoso cementerio de piedra. La felicidad ser¨¢ breve, inversamente proporcional a la eterna estulticia humana: el reparto de las sepulturas acabar¨¢ reproduciendo injusticias y criterios de la ciudad viva.
De esa historia influida por la etapa mexicana del exilio del autor y marcada por el realismo y la denuncia social de la ¨¦poca, el escritor y compositor musical Ignasi Roda (hijo del hist¨®rico dramaturgo y cr¨ªtico teatral Frederic Roda), se acord¨® casi 17 a?os despu¨¦s, cuando el movimiento okupa surg¨ªa en media Europa con una fuerza que ya no dejar¨ªa. Le pareci¨® ¡°una buena alegor¨ªa¡±, de la misma manera que ahora, tambi¨¦n con buen tino, le parece que tiene una vigencia brutal en plena crisis de los desahucios. En cualquier caso, en 2005 acab¨® una adaptaci¨®n para hacer un gran musical, pero como los tiempos no est¨¢n para apuestas complejas y caras lo version¨® para concierto, que es el que el Teatre Grec de Barcelona acoger¨¢ ma?ana mi¨¦rcoles, en sesi¨®n ¨²nica.
Es una historia influida por la etapa mexicana del exilio del autor
Tampoco es que la orquestaci¨®n est¨¦ excesivamente liofilizada. El concierto, con una duraci¨®n aproximada de 100 minutos, reunir¨¢ en el escenario a m¨¢s de 60 int¨¦rpretes, 38 de los cuales los m¨²sicos de la Orquestra Simf¨°nica de Sant Cugat; tambi¨¦n habr¨¢ un coro de 17 personas y siete solistas. Estos ¨²ltimos, am¨¦n de cantar, ofrecer¨¢n algunos cuadros interpretativos. En conjunto, la propuesta musical realza el componente l¨ªrico de la historia literaria.
¡°He sido muy fiel al esp¨ªritu del cuento de Calders, excepto a su final¡±, reconoce Roda, que lleva en su haber una treintena de comedias musicales pero que admite que pudo concluir la ambiciosa composici¨®n de Nevares gracias a la colaboraci¨®n del pianista Josep Anton Garcia. El final del cuento, muy como era Calders, es m¨¢s pesimista que el que plantea Roda en su musical. En el relato, Lalo Nevares abandona el cementerio antes de que lleguen las fuerzas de seguridad a restablecer la situaci¨®n, constatando as¨ª la triste y redundante naturaleza humana. ¡°Yo me apunto a una idea m¨¢s reivindicativa y quiz¨¢ ut¨®pica: la del derecho a tener un lugar digno para vivir¡±. Tristemente vigente en la ciudad de los vivos.
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