Feij¨®o se niega a condenar los a?os de caciquismo de Jos¨¦ Luis Baltar

De puntillas y sin responder a varias de las preguntas que se le formularon pas¨® ayer el presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, sobre la condena por un delito continuado de prevaricaci¨®n al bar¨®n ourensano del PP Jos¨¦ Luis Baltar. Pese a que la justicia considera probado que enchuf¨® en la Diputaci¨®n a 104 personas ¡°elegidas por ¨¦l¡±, Feij¨®o se limit¨® a calificar los hechos como ¡°una irregularidad¡±. Eludi¨® condenarlos, como tampoco lo hizo con el resto de comportamientos caciquiles de Baltar a lo largo de su carrera pol¨ªtica como popular. Ya ¡°no es militante del PP¡±, dijo.

?La condena a nueve a?os de inhabilitaci¨®n, de hecho, no tendr¨¢ efectos pr¨¢cticos ya que Baltar est¨¢ jubilado: en enero de 2010 entreg¨® la direcci¨®n del PP ourensano a su hijo, Jos¨¦ Manuel Baltar; en enero de 2012 tambi¨¦n le cedi¨® la presidencia de la Diputaci¨®n y se dio de baja en el partido en enero de 2013.

En la rueda de prensa posterior al Consello de la Xunta se le record¨® a Feij¨®o su agradecimiento expreso a Baltar por ayudarlo a ganar las elecciones auton¨®micas. Baltar tambi¨¦n fue clave para que Feij¨®o resultase elegido en 2005 sucesor de Manuel Fraga en el PP gallego. Ayer el presidente gallego asegur¨® que la condena al bar¨®n ourensano ¡°nada tiene que ver en fechas con otros asuntos¡±. Tambi¨¦n defendi¨® que ¡°a uno tienen que juzgarlo en funci¨®n de sus propias decisiones; de momento las decisiones en la Xunta de Galicia nunca fueron cuestionadas, ni la publicidad ni la concurrencia en ninguna actuaci¨®n, tanto en materia de personal como en materia de contrataci¨®n p¨²blica¡±.

Esas son las claves de la condena a Baltar, ya que la sentencia dice que enchuf¨® en la Diputaci¨®n a 104 personas sin anunciar debidamente las plazas vacantes y sin garantizar la igualdad entre los posibles candidatos pese a las advertencias que hab¨ªa recibido sobre tal ilegalidad. Feij¨®o admiti¨® que ¡°publicidad y concurrencia son principios b¨¢sicos fundamentales¡± para la contrataci¨®n en cualquier administraci¨®n p¨²blica. Pero redujo el alcance de transgredirlos: ¡°Si no se cumplieron aqu¨ª, evidentemente da lugar a una irregularidad, y veremos si en la fase de recurso, de presentarse, esa irregularidad queda o no sin efectos jur¨ªdicos¡±, dijo, para justificar a continuaci¨®n que el condenado ejerza ¡°su derecho¡± de recurrir la sentencia ¡°en el caso de que no le advirtieran de esa pr¨¢ctica, que parece ser que es lo que se alega¡±.

Feij¨®o no contes¨®o a la pregunta sobre si esta condena da?a la imagen de su partido, ni si deslegitima la elecci¨®n de Jos¨¦ Manuel Baltar como sucesor de su padre primero al frente del PP ourensano y luego de la Diputaci¨®n. A esas preguntas directas el presidente gallego se limit¨® a contestar que ¡°en cuanto se inici¨® una denuncia al respecto [Baltar] present¨® la baja del partido y no es militante¡±. Seg¨²n dijo, es a ¨¦l al que ¡°le corresponde dar cuenta de sus actuaciones¡±, obviando as¨ª los 22 a?os en que, bajo las siglas del PP, presidi¨® la Diputaci¨®n defini¨¦ndose a s¨ª mismo como ¡°cacique bueno¡±.

Porque tampoco sobre el total de la trayectoria de Baltar quiso opinar Feij¨®o, al que se le pregunt¨® tambi¨¦n expresamente si, con independencia de este caso, considera que hubo algo ¨¦ticamente reprochable en su gesti¨®n al frente de la Diputaci¨®n en todos sus a?os o si, por el contrario, es un ejemplo a seguir por cualquier gobernante p¨²blico. Sonriendo, Feij¨®o volvi¨® a referirse solo a ¡°esa denuncia presentada que hoy tiene el primer resultado en una sentencia¡±. ¡°Ni me gust¨® ni me gusta¡±, dijo, para a continuaci¨®n pasar al ataque y criticar al gobierno local del PSOE en Ourense, ¡°imputado en su totalidad¡±. ¡°No es mi responsabilidad¡±, dijo Feij¨®o, ¡°mi responsabilidad es decir que no me gusta ni comparto ese tipo de pr¨¢cticas¡±.

Adem¨¢s de con el gobierno local de Ourense, Feij¨®o tambi¨¦n fue duro con el expresidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol, del que critic¨® los ¡°grav¨ªsimos indicios de enriquecimiento¡± que pesan sobre ¨¦l tras confesarse defraudador fiscal. Tambi¨¦n calific¨® de ¡°sorprendente¡± que el Gobierno catal¨¢n no supiese nada de su comportamiento.