Un Moli¨¨re con acento cubano
La compa?¨ªa Mephisto Teatro apuesta por una adaptaci¨®n representada ¨ªntegramente por hombres
Un hombre calvo y de mediana estatura aparece en escena vestido de forma realmente estrafalaria: Bermudas amarillas con motas negras, chaqueta azul el¨¦ctrica con hombreras puntiagudas y babuchas doradas. Una apariencia con la que Monsieur Jourdain, hijo de un trapero enriquecido, pretende alcanzar el afecto de la alta nobleza. Este es el punto de partida de la versi¨®n hispano-cubana de la comedia de Moli¨¨re El burgu¨¦s gentilhombre concebida por la dramaturga Liuba Cid que, despu¨¦s de pasar por los festivales de teatro cl¨¢sico de Almagro, C¨¢ceres, Alcal¨¢ y Olmedo, recala a partir del lunes en el Centro Cultural Galileo con una propuesta peculiar: ¡°los espectadores pueden cenar o tomar algo mientras disfrutan del espect¨¢culo al aire libre¡±, resume la autora de la adaptaci¨®n. Ya son cinco los veranos que el teatro de Chamber¨ª saca el escenario a su patio principal como aliciente para atraer al p¨²blico madrile?o.
¡ª Desde que frecuent¨¢is la nobleza, se?or, os est¨¢is volviendo loco ¡ªespeta la mujer del nuevo rico.
El burgu¨¦s gentilhombre
Horario: Del 4 al 30 de agosto. Lunes a s¨¢bado, 21.00.
Precio: 20 euros. Menores de 16 a?os, 13.
Autor: Liuba Cid
Actores:?Justo Salas, Guillermo Dorda, Rey Montesinos, Juan Antonio Molina, Gabriel Buenaventura, Fidel Betancourt, Daniel Moreno, Jorge Ferrera.
¡ª Desde que frecuento la nobleza, se?ora, puedo dar mi opini¨®n ¡ªresponde altivo el aspirante a arist¨®crata.
¡ª ?Por qu¨¦ habr¨ªa de casarme yo con un tonto tan tonto... y tan bajito? ¡ªreplica ella mir¨¢ndolo con desd¨¦n.
¡°La obra habla de las apariencias, de c¨®mo queremos que nos vean los dem¨¢s. El dilema del ser o no ser en la sociedad. ?Si soy yo mismo me aceptar¨¢n?¡±. La directora explica c¨®mo su protagonista, Jourdain, encarna esa m¨¢scara presente en el imaginario de todas las sociedades y de todas las ¨¦pocas: ¡°el tipo que prefiere aparentar antes que ser¡±. Un tema sin fecha de caducidad en opini¨®n de la autora, puesto que ¡°todos formamos parte del juego de las apariencias¡±. ¡°Como dec¨ªa Calder¨®n ¡ªa?ade¡ª, 'fingimos lo que somos, seamos lo que fingimos¡±.
Para potenciar este juego de artificio, la directora cubana, con m¨¢s de 50 montajes a sus espaldas, decidi¨® que los personajes femeninos tambi¨¦n ser¨ªan representados por hombres. ¡°No se trata de travestidos, sino de asumir personajes femeninos desde una ¨®ptica masculina¡±, opina Justo Salas, el actor que interpreta al protagonista. ¡°Siempre tuve claro que si hac¨ªa este Moli¨¨re hab¨ªa que buscar un tono que se acercase m¨¢s a la farsa que a la comedia. Y para eso era importante jugar con el desdoblamiento de los roles hombre-mujer¡±, razona Cid. ¡°Creo que la farsa conecta con el p¨²blico de forma m¨¢s directa. Las im¨¢genes llegan antes que el texto y nos hacen re¨ªr a todos, sin que medie ning¨²n factor intelectual¡±.
Los ritmos caribe?os que introducen los actores en la representaci¨®n aportan otra de las caracter¨ªsticas diferenciales de esta adaptaci¨®n. ¡°Son pinceladas que de alguna forma configuran la identidad de los actores que interpretan la obra¡±, explica la directora. ¡°En los personajes est¨¢ esa cadencia, ese ritmo, la necesidad de comunicar desde lo caribe?o, desde su propia cultura¡±. De los ocho actores, cinco son cubanos y tres espa?oles, lo que ha permitido, seg¨²n la dramaturga, ¡°un trueque de experiencias creativas y t¨¦cnicas actorales que ha enriquecido el resultado de la obra¡±.
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