Los mejores embajadores de Valencia se resisten a volver a sus pa¨ªses de origen
M¨¢s de 3000 'erasmus' han residido este a?o en la ciudad Las empresas asociadas bullen ante la llegada de la nueva hornada
Fiestas, amistad, sexo. Incluso amor. Estas son algunas de las nociones que circundan la leyenda del programa Erasmus, la exitosa iniciativa europea que desde 1987 ha propiciado que alrededor de tres millones de estudiantes universitarios pasen una temporada en un pa¨ªs distinto al suyo. De los 270.000 que participaron este a?o ¡ªlo que supone un r¨¦cord¡ª, m¨¢s de 3.000 lo hicieron en Valencia. Esto convierte a la capital del Turia en el principal destino para los beneficiarios de estas becas. Debe ser porque a las fiestas, la amistad, el sexo y hasta el amor, no hay nada que le venga tan bien como la playa, el buen clima y unos precios comparativamente bajos.
Es la ciudad perfecta para una beca as¨ª. Se come bien y hay mucha fiesta y mucha chica guapa. ?Puedo confirmarlo! Besmir, estudiante italiano
"Es la ciudad perfecta para una [beca] Erasmus", asegura entusiasmado Besmir, un estudiante de Econom¨ªa de 26 a?os natural de Perugia (Italia). Aunque termin¨® las clases el pasado 6 de julio, se quiere quedar de vacaciones unas semanas m¨¢s. Cuenta que vino por primera vez en 2013 para visitar a un amigo ¡ªque cursaba la beca¡ª y que su impresi¨®n coincidi¨® con la fama que preced¨ªa a la ciudad: que se com¨ªa bien y que hab¨ªa mucha fiesta y mucha chica guapa. "?Ahora lo puedo confirmar yo mismo!", exclama antes de soltar una carcajada.
3.000 alumnos como Besmir, que pasan entre un a?o y seis meses en busca de diversi¨®n, constituyen un buen sector de negocio. As¨ª, en los ¨²ltimos a?os han surgido en la ciudad numerosos organismos ¡ªalgunos con ¨¢nimo de lucro, otros sin ¨¦l¡ª que ayudan a los estudiantes en sus primeros tr¨¢mites, a buscar piso o hasta a preparar las asignaturas m¨¢s dif¨ªciles.
Una de las firmas que buscan abiertamente hacer negocio es SoyErasmus. Adem¨¢s de excursiones, alojamiento o fiestas, ofrecen una tarjeta a sus socios para acceder a descuentos en diferentes establecimientos. Andr¨¦s Portillo, su fundador, tiene a cuatro empleados dados de alta. Denuncia que en los ¨²ltimos cinco a?os han florecido un muchas empresas que simplemente abren un perfil en Facebook y hacen la misma labor que ellos. Quiz¨¢ por ello, este a?o no les ha ido tan bien y han tenido que empezar a compartir local con una cafeter¨ªa. A pesar de todo, Andr¨¦s no pierde la fe en el fen¨®meno. Entre otras cosas, porque "muchos se resisten a irse".
Andreea Popa forma parte de esa "resistencia". Estudiante de marketing, lleg¨® a Valencia desde Dinamarca en busca de "algo diferente, calor y gente latina". En su correcto espa?ol, esbozado en las telenovelas venezolanas y asentado en los ¨²ltimos seis meses, asegura que la estancia le supo a poco. Por eso se ha quedado de pr¨¢cticas de empresa en SoyErasmus. Describe las despedidas de los que se fueron como tr¨¢gicas, lacrimosas. Un trago por el que ella no ha querido pasar.
Impera la idea de que el ayuntamiento de Valencia no valora el fen¨®meno como deber¨ªa
Alejandro Molina, por su parte, se centra en los alojamientos. Dirige una empresa de alquiler de pisos (Flats2Enjoy) que se nutre de los j¨®venes becados de toda Europa. Considera que el ayuntamiento de Valencia desaprovecha el fil¨®n que estos representan. "Est¨¢ claro que este es el destino Erasmus por excelencia, y esto ha cambiado la ciudad. Usan el Valenbisi en masa, piden pel¨ªculas en versi¨®n original y los cines las empiezan a proyectar. Son mucha gente que tiene peso, pero el ayuntamiento no se quiere enterar", se queja. Seg¨²n ¨¦l, las calles est¨¢n llena de edificios "que se caen a pedazos" que, si se rehabilitasen, "dar¨ªan mucha vida a las empresas como la nuestra y m¨¢s seguridad a los chavales contra los piratas".
Carlos Pomer, jefe de la oficina de Relaciones Internacionales de la Universidad de Valencia, coincide en que se ignora el potencial que guardan los m¨¢s de 3.000 j¨®venes que llegan cada a?o. "Es algo de lo que he intentado convencer a diferentes administraciones, pero no me hacen caso. Est¨¢ claro que tienen m¨¢s inter¨¦s en los megaeventos deportivos o religiosos, no s¨¦ por qu¨¦ ser¨¢", afirma con cierto tono sarc¨¢stico, para continuar: "Ojal¨¢ se diesen cuenta del valor que tienen unos chicos que vienen a aprender y a pasarlo bien, y que luego hablan de tu ciudad fuera y te traen a familiares y a amigos. Muchos se quedan, y son gente preparada. Y, si se marchan, acaban volviendo. Es seguro".
V¨ªdeo que resume la estancia de unos 'erasmus' en Valencia.
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