El renacimiento de Fagor

10 meses despu¨¦s de que la econom¨ªa, el cooperativismo e incluso parte de la idiosincrasia vasca se viera sacudida por la quiebra de Fagor Electrodom¨¦sticos, la adjudicaci¨®n de los activos a la empresa catalana Cata de quien fuera l¨ªder nacional en l¨ªnea blanca parece haber puesto fin a una pesadilla. ¡°Supuso un gran golpe tanto real como simb¨®lico¡±, apunta el alcalde de Mondrag¨®n, Inazio Azkarragaurizar (Bildu). La crisis desatada con la solicitud del concurso de acreedores ¡°rompi¨® los mitos. El cooperativismo tambi¨¦n se resiente ante la crisis y no garantiza un empleo de por vida. Eso es la prueba de lo que nos vino de golpe, un nubarr¨®n muy grande¡±, redondea el edil.

Y aunque en el aire todav¨ªa queden muchas inc¨®gnitas y el proceso no se haya saldado con la soluci¨®n ideal para muchos, de los planes de Cata solo se pueden pronunciar palabras positivas, seg¨²n las fuentes consultadas. La oferta de la firma catalana ¡ª finalmente la adjudicataria de todos los activos de Fagor por un total de 28,5 millones y el compromiso de crear 705 puestos de trabajo directos el primer a?o, 850 en cuatro¡ª incluye la apertura de todas las plantas y, por lo tanto, la promesa de mantener toda la producci¨®n en el Pa¨ªs Vasco.

¡°La propuesta de Cata parece s¨®lida, muestra que hay un proyecto industrial detr¨¢s y abre la esperanza a una comarca que, con el cierre de Fagor Electrodom¨¦sticos, entr¨® en shock. No obstante, hay que ser prudentes", apuntan fuentes del Departamento de Innovaci¨®n de la Diputaci¨®n de Gipuzkoa. Prudencia, al igual que han solicitado los sindicatos ante los planes de empleo dise?ados por Cata, una de las m¨¢ximas preocupaciones para casi todas las personas consultadas, entre trabajadores e instituciones, y sobre los que las centrales han asegurado se mantendr¨¢n vigilantes para garantizar su cumplimiento.

De los 1.895 socios que trabajaban en el Pa¨ªs Vasco para la cooperativa en las diversas plantas, Mondrag¨®n Corporaci¨®n ha ofrecido una ¡°soluci¨®n¡±, seg¨²n explica un portavoz del grupo cooperativista, a unos 1.500. El grueso, 1.050 han sido reubicados en otras cooperativas y ¡°a los restantes hasta llegar a los 1.500 se les han ofrecido jubilaciones, prejubilaciones o indemnizaciones pactadas¡±. Todav¨ªa, apunta el portavoz, quedan unos 400 socios a los que no se les ha podido ofrecer alguna propuesta. ¡°La oficina de empleo de la corporaci¨®n ha hecho un esfuerzo descomunal¡±, defiende la misma fuente, que asegura que el grupo est¨¢ dispuesto a colaborar con Cata ¡°en el tema del empleo¡±.

Estos 10 meses para Jos¨¦, trabajador de Edesa, se pueden resumir en una palabra: ¡°frustraci¨®n¡±. El exempleado y socio acaba de volver al paro tras haber sido reubicado por dos meses en otra cooperativa del grupo pero su suerte podr¨ªa cambiar. Jos¨¦ podr¨ªa ser una de las personas que encajen en los planes de futuro de Cata para la planta de Basauri o incluso, defiende, para algunas de las otras instalaciones que Fagor Electrodom¨¦sticos tiene repartidas por Gipuzkoa, pero le asaltan dudas.

La fundamental es el r¨¦gimen de los empleados que formen parte de las plantillas del nuevo Fagor. ¡°Llevo m¨¢s de 20 a?os en el r¨¦gimen de Lagun Aro, si nos contrata Cata, seg¨²n han explicado, pasar¨ªamos a la Seguridad Social durante los tres primeros a?os, luego tendr¨ªamos la opci¨®n de decidir volver al r¨¦gimen anterior o mantenernos en el nuevo. Pero qu¨¦ pasa si no funciona, yo, por ejemplo, me podr¨ªa ver otra vez sin trabajo y con m¨¢s de 50 a?os en un r¨¦gimen en el que no he cotizado¡±, explica Jos¨¦, que a?ade que a muchos de sus compa?eros tambi¨¦n les asaltan los mismos temores.

Otro empleado, antiguo trabajador de la planta central de Fagor Electrodom¨¦sticos, en Mondrag¨®n, y ahora reubicado en otra cooperativa, no quiere o¨ªr hablar de los planes de Cata. ¡°Ya no ser¨¢ lo mismo, y yo, desde luego, si me ofreciesen trabajar con ellos dir¨ªa que no¡±, asegura el empleado, que prefiere ocultar su nombre. El trabajador defiende que las condiciones de permanecer en la Corporaci¨®n son inigualables y cree que Cata lo tendr¨¢ dif¨ªcil si quiere contar con antiguos empleados de Fagor para poner en marcha las nuevas plantas. Al menos con los que son socios, ¡°a las personas de una cierta edad no les compensa, quiz¨¢s a los m¨¢s j¨®venes, y a aquellos que no sean cooperativistas, les puede interesar, pero al resto no¡±, resuelve.

Los responsables de Cata, precisamente, adelantaron en la rueda de prensa que ofrecieron para explicar los planes de futuro para el nuevo Fagor que ya tienen perfilada la nueva c¨²pula de la empresa que gestionar¨¢ los activos de la antigua cooperativa. Personas en su ¡°mayor¨ªa¡±, aseguraron, procedentes de la cooperativa, ¡°gente del Pa¨ªs Vasco que ha estado muchos a?os defendiendo los colores de Fagor¡±.