Los ¡®esplais¡¯ asumen la lucha contra la pobreza infantil este verano
La medida quiere evitar la imagen asistencial de abrir los comedores escolares
Para Noem¨ª, de 13 a?os, ayer era un d¨ªa muy especial. Era su primer d¨ªa en un casal. Su familia ha decidido apuntarla para que pueda distraerse durante el verano. Pas¨® el mes julio junto a sus padres en su municipio natal, Figueres. Los recursos no dan para m¨¢s vacaciones. ¡°Ahora me quedar¨ªa en casa jugando con el tel¨¦fono o mirando la tele¡±, admite la ni?a. Su plan para agosto ha dado un giro de 180 grados gracias al Casal en Moviment, que acoge la escuela Vedruna de Barcelona. Aqu¨ª har¨¢ talleres, ir¨¢ a la piscina y de excursi¨®n.
El primer d¨ªa fue una toma de contacto con compa?eros y monitores. ¡°Al principio me apart¨¦ porque me daba verg¨¹enza, pero ahora ya he hecho amigos¡±, explica Noem¨ª, sonriente despu¨¦s de jugar un rato a baloncesto y antes de sentarse a la mesa junto a 70 ni?os m¨¢s para atacar el arroz con verduras y el pescado que hay en el men¨².
Este es uno de los diferentes casals marcadamente sociales que se han organizado este verano para atender a los ni?os socioecon¨®micamente m¨¢s vulnerables, aquellos que durante el curso cuentan con el la alimentaci¨®n de los comedores escolares pero cuyas familias pueden tener problemas para ofrecerles una alimentaci¨®n adecuada durante las vacaciones.
A final del curso pasado, cuando salt¨® la alerta por la existencia de casos de malnutrici¨®n infantil, algunos ayuntamientos improvisaron medidas de urgencia, como mantener comedores escolares abiertos durante el verano para alimentar aquellos menores m¨¢s necesitados. Tarragona, Terrassa y Amposta adoptaron esta in¨¦dita medida. Este verano, las administraciones y las entidades han querido huir de esta imagen que puede estigmatizar a los ni?os y han optado por organizar un programa de atenci¨®n m¨¢s transversal. ¡°No se trata solo de dar de comer. No creemos en un modelo asistencial, sino en una visi¨®n m¨¢s integral que tenga en cuenta tambi¨¦n la educaci¨®n de los menores¡±, afirma Maria Val¨¨ncia, portavoz de la Fundaci¨®n Pere Tarr¨¦s.
Los centros no solo ofrecen
Terrassa ha adoptado este cambio de modelo. El pasado a?o abri¨® cuatro colegios para dar de comer a 300 menores. Este verano la actividad se ha concentrado en dos entidades de la ciudad para llegar a 110 ni?os, que seleccionan los servicios sociales, las escuelas y el propio esplai. La lista de actividades l¨²dicas que han preparado en el centro social del barrio de Guadalhorce es larga, pero la primera hora de la ma?ana est¨¢ reservada al refuerzo escolar. Sentados en c¨ªrculo, los m¨¢s peque?os ¡ªde tres a cinco a?os¡ª escuchan atentos el cuento que les explica la monitora. Los m¨¢s mayores refuerzan la lectura o hacen las tareas encargadas desde la escuela.
Hasta hace poco, en Salt no se pod¨ªan mantener abiertos los casals en agosto porque muchas familias no pod¨ªan permit¨ªrselo, cuenta el concejal de Educaci¨®n Robert F¨¤bregas. Este a?o el Ayuntamiento ha reforzado las becas y unos 150 ni?os del municipio se han inscrito. ¡°Aqu¨ª tambi¨¦n hay un tema de salud emocional, los ni?os no pueden estar encerrados dos meses y medio¡±, incide F¨¤bregas. Los adolescentes no participan, pero para asegurar su alimentaci¨®n Cruz Roja entregar¨¢ a unos 90 j¨®venes una tarjeta para que puedan adquirir alimentos frescos en un supermercado.
¡°Gracias a los ¡®casals¡¯ que se puedan permitir ser ni?os¡±, dice una monitora
Entidades y administraciones subrayan los beneficios que este tipo de actividades tienen para los peque?os. ¡°Lo f¨¢cil era abrir los comedores de las escuelas, pero adem¨¢s de cubrir las necesidades b¨¢sicas hay que mejorar la integraci¨®n y la educaci¨®n. Este sistema permite a los ni?os conocer las entidades del barrio y ello tambi¨¦n les ayuda a integrarse¡±, a?ade Xavi Folch, de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Terrassa. Los padres tambi¨¦n lo aplauden. Sonia Polonio, que dej¨® ayer a sus tres hijos de entre tres y 11 a?os en este casal vallesano, lo ve como un alivio para la econom¨ªa familiar, que tira adelante con unos exiguos 426 euros mensuales. ¡°Esto no da para mantener a cinco personas. Y as¨ª los ni?os salen de casa y lo pasan bien. Y para m¨ª tambi¨¦n supone un descanso durante unas horas¡±, admite la madre.
Los monitores reconocen que este tipo de chavales requieren tambi¨¦n un trabajo a nivel de actitud, ya que acostumbran a ser m¨¢s nerviosos y a reclamar continuamente su atenci¨®n. ¡°Por la ma?ana llegan m¨¢s apagados o desanimados, sea porque est¨¢n tristes o porque no han desayunado bien. Pero al entrar les damos la bienvenida con una canci¨®n y ves que se activan, empiezan a coger fuerzas y se marchan contentos¡±, explica Hamilton Mina, monitor del centro Guadalhorce. ¡°Venir al casal es para ellos un soplo de aire fresco. Viven sumidos bajo una densa nube gris. Nosotros los ayudamos a elevarse por encima para que vean que tambi¨¦n hay luz y que se puedan permitir ser ni?os¡±, remacha Laia de Egu¨ªa, responsable del Casal en Moviment de Barcelona.
¡°Los recursos no son suficientes¡±
Fijar el n¨²mero total de beneficiarios por los casales y colonias sociales resulta dif¨ªcil, ya que son los ayuntamientos los principales impulsores y las cifras no est¨¢n centralizadas. Pero echando un vistazo a las actividades de las dos principales entidades de ocio catalanas puede dar una idea de la magnitud. La Fundaci¨®n Pere Tarr¨¦s atender¨¢ solo este agosto a 900 ni?os (el 260% m¨¢s), tanto en colonias (estancias de varios d¨ªas) como en 10 casals (actividades de d¨ªa) en varios municipios catalanes. Y Fundesplai ha organizado 61 casals sociales, el doble que el a?o pasado, llegando a unos 700 chicos. "Este incremento se explica porque la situaci¨®n de crisis no se ha resuelto todav¨ªa y a que muchas familias empobrecidas que eran reticentes a pedir ayuda porque no est¨¢n acostumbradas a ello empiezan a acudir a los servicios y las entidades sociales", explica Maria Val¨¨ncia, portavoz de la Pere Tarr¨¦s.
Este aumento se debe, en parte, a los mayores recursos que las administraciones han destinado a este tipo de actividades infantiles. La Generalitat ha aportado este verano 200.000 euros adicionales a las entidades, que en total destinan 1,7 millones en becas para casales y colonias. El Departamento de Bienestar Social tambi¨¦n ha impulsado iniciativas que combinan la vertiente l¨²dica con la alimentaria a trav¨¦s de los centros abiertos de la Generalitat, que acoger¨¢n unos 2.000 menores, la misma cantidad del programa Jugar y Leer.
Tambi¨¦n se han reforzado las becas para estancias en los albergues del proyecto. La portavoz de la Pere Tarr¨¦s admite que las administraciones se muestran m¨¢s sensibles ante la pobreza infantil, aunque asegura que los recursos que se destina ¡°todav¨ªa no son suficientes¡±. Desde el inicio de la crisis, el volumen de menores en situaci¨®n de vulnerabilidad no ha dejado de aumentar, hasta llegar al actual 30,9%, seg¨²n datos de Unicef.
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