Noches de fiesta y ruido en el Bes¨°s

Los vecinos de la playa de Sant Adri¨¤ del Bes¨®s no pueden dormir por las noches desde junio. Casi todos los d¨ªas lo mismo: m¨²sica hasta las seis de la ma?ana, j¨®venes bebidos tumbados por la calle y una discoteca que hace o¨ªdos sordos a la normativa de funcionamiento. Las v¨ªctimas de tanta fiesta, organizados para combatir el fen¨®meno, est¨¢n molestos con el Ayuntamiento, al que acusan de haber actuado de forma lenta, confusa y poco transparente. Tambi¨¦n recelan del ¡°poder¡± que la discoteca L¡¯Atl¨¤ntida ha demostrado tener ante sus quejas.

Tras mucho insistir, los vecinos lograron a finales de junio que el Ayuntamiento realizara controles de sonido durante la madrugada. ¡°La m¨²sica era realmente muy molesta y hab¨ªa que probar que nosotros no ¨¦ramos unos delicados¡±, explica el vecino Fausto Ram¨ªrez. Y los resultados les han dado la raz¨®n. Mientras la ordenanza municipal de ruidos y vibraciones indica un l¨ªmite m¨¢ximo nocturno de 50 decibelios, las mediciones han revelado que en la zona se alcanza una media 65, con picos de m¨¢s de 80. El barrio no entiende tampoco por qu¨¦ el Ayuntamiento no hizo estos controles antes de autorizar la actividad del local.

Tras comprobar los excesos ac¨²sticos y ver que la discoteca no adoptaba medidas para corregirlos, el Gobierno municipal decret¨® el cierre cautelar. Pero L¡¯Atl¨¤ntida ha hecho caso omiso y ha seguido con sus fiestas hasta altas horas de la madrugada, por lo que el Consistorio solicit¨® que fuera precintada por orden judicial. El juzgado, sin embargo, rechaz¨® esta petici¨®n por contener errores de forma. ¡°Es ah¨ª cuando nos planteamos si es un problema de ineptitud o si en el fondo el Ayuntamiento busca tolerar el funcionamiento del local. O tiene mala suerte o realmente est¨¢ intentando hacer alg¨²n tipo de maniobra dilatoria por algo que desconocemos", opina el vecino Pedro S¨¢nchez.

Un portavoz del Ayuntamiento ha declinado ofrecer su versi¨®n del conflicto, aunque en un comunicado asegur¨® que ¨¦ste seguir¨¢ realizando mediciones de los niveles de ruido y controlando sus excesos con un aparato instalado la semana pasada. La m¨¢quina incluye un limitador de sonido que deber¨ªa evitar que la m¨²sica sobrepase los decibelios permitidos. ¡°Pero esos registros no son p¨²blicos, por lo que los vecinos desconocemos esa informaci¨®n¡±, reclama Ram¨ªrez. ¡°Estamos disconformes con c¨®mo ha procedido el Ayuntamiento porque todas estas son medidas que han de tomarse antes, no despu¨¦s de nuestras quejas¡±.

El barrio acusa al Consistorio de actuar de forma lenta e ineficaz

Una responsable del Grupo Amnesia, firma que controla la discoteca L¡¯Atl¨¤ntida, tambi¨¦n rechaz¨® hacer declaraciones sobre el caso, que adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta que la empresa prev¨¦ crecer e instalarse en la zona del F¨°rum de Barcelona. ¡°Se trata de un complejo mucho m¨¢s grande y ambicioso. El epicentro ser¨¢ la discoteca Amnesia, pero habr¨¢ 83 locales que albergar¨¢n restaurantes, deportes, tiendas y actividades de playa¡±, anuncia la compa?¨ªa.

Una de las ideas previstas es organizar grandes festivales de m¨²sica electr¨®nica. El primero ya se ha hecho. El Barcelona Beach Festival, organizado el pasado 26 de julio en la Platja Port F¨°rum, cont¨® con la presencia de destacados dj internacionales como David Guetta, Avicii y Steve ?ngelo, y a ¨¦l acudieron unas 25.000 personas. El objetivo: transformar la zona en una peque?a Ibiza.

¡°Si el Ayuntamiento tiene conocimiento de un plan a futuro interesante para nuestra ciudad, y no para esa empresa, los vecinos lo desconocemos¡±, apunta Ram¨ªrez, quien dice estar de acuerdo con desarrollar la zona pero advierte el riesgo de hacerlo desde una perspectiva alejada del turismo familiar.

La portavoz de Amnesia, por su parte, afirma que es un error interpretar el complejo como una amenaza. Se trata, a?adi¨®, de una iniciativa integradora. ¡°Esto es una gran oportunidad para el desarrollo socioecon¨®mico de una zona bastante castigada por el paro y por una estigmatizaci¨®n social que viene de muy lejos¡±.

En el barrio no se muestran convencidos. ¡°Debemos tomar conciencia del modelo de turismo que estamos instalando. Ya no solo es el problema de la discoteca, sino de toda una serie de actividades vinculadas a ella¡±, advierte Ram¨ªrez. Al igual que ¨¦l, varios vecinos denuncian que Sant Adri¨¤ se est¨¢ trasformando en un destino de turismo de borrachera y drogas, con escaso control policial. Seg¨²n testimonios, la Guardia Urbana nunca aparece, porque no dispone de los efectivos suficientes para controlar la cantidad de personas que asisten a las fiestas.

La empresa ha dicho que la firma ya cuenta con los permisos para llevar adelante el proyecto. Solo faltar¨ªa concretar formalidades respecto a las concesiones.