El ¡®low-cost¡¯ llega a las gasolineras
Los operadores de Barcelona cuestionan ante el Ministerio de Industria la seguridad de las estaciones de servicio de bajo coste y sin trabajadores
Jos¨¦ Amado lleva en su cartera cerca de cuarenta gasolineras para la venta. Un papel por cada una de ellas, excepto un caso de un paquete conjunto de veinte estaciones de servicio. Figura la localizaci¨®n, una peque?a descripci¨®n, el promedio de gasolina servida al a?o y el precio. Cuestan entre 1,5 y 3,5 millones de euroscada una. Negociables. ¡°?Sabe por qu¨¦ est¨¢n venta? Porque la facturaci¨®n han ca¨ªdo un promedio de un 15%. Y evidentemente no hay quien compre una¡±, dice el tambi¨¦n presidente de la Asociaci¨®n de Estaciones de Servicio de Barcelona, quien intenta ser gr¨¢fico: ¡°Ganamos tanto vendiendo una Coca Cola en nuestras tiendas como vendiendo 40 euros de gasolina¡±. Se repite el fen¨®meno de los cines: se gana m¨¢s con las palomitas que con la entrada.
La Asociaci¨®n Espa?ola de Operadores de Productos Petrol¨ªferos (AOP) calcula que en los ¨²ltimos diez a?os la distribuci¨®n de gasolinas se ha desplomado casi un 40%, mientras que los gas¨®leos de automoci¨®n han sufrido una ca¨ªda del 7%. La mejora de los motores de los veh¨ªculos y, sobre todo, la crisis, est¨¢n detr¨¢s de ese nuevo escenario.
Mientras tanto, en Espa?a se ha desplegado una potente red de gasolineras low cost, muchas de ellas sin personal visible y que basan su ¨¦xito en el precio, que ha venido a complicar todav¨ªa m¨¢s la competencia. M¨²ltiples marcas han desembarcado en el mercado en los dos ¨²ltimos a?os, completando la oferta anterior de bajos precios que anticiparon hipermercados y cooperativas gracias a la liberalizaci¨®n impulsada por el Gobierno central y a la facilidad de implantaci¨®n en casi cualquier lugar de la geograf¨ªa. Mientras los nuevos modelos de gasolineras proliferan en Espa?a, el sector ha visto c¨®mo se cerraban un total de 1.100 estaciones de servicio en los ¨²ltimos cinco a?os.
Pero los vendedores independientes no est¨¢n seguros de que esa competencia de bajo coste cumpla todas las normas. De hecho ya han lanzado se?ales de alarma. Lo han denunciado al Ministerio de Industria, al que piden mano dura para evitar la irrupci¨®n de gasolineras que pone en riesgo al resto de operadores, sobre todo a los independientes.
¡°El ¨²nico modo para abaratar costes es despedir al personal¡±
¡°Hoy en d¨ªa solo hay un mecanismo para conseguir abaratar costes: despedir a personal¡±, asegura Amado, que explica que una estaci¨®n de servicio debe tener como m¨ªnimo cuatro empleados para cubrir todos los turnos y asumir las libranzas de los trabajadores si est¨¢ abierta hasta las diez de la noche. Un informe encargado por la patronal a Fide concluye que esas gasolineras incumplen la normativa en materia de seguridad y las normas b¨¢sicas de consumo y as¨ª se lo han hecho llegar al Gobierno central.
El estudio repasa diferentes situaciones en las que es necesaria la presencia de un trabajador especializado, desde las m¨¢s sencillas a las m¨¢s complejas. Desde el hecho de que un cliente tenga que pagar cantidades predeterminadas a que pueda repostar sin control mientras fuma o habla por tel¨¦fono pese a que est¨¢ manipulando una materia peligrosa. Desde la necesidad de cambiar con urgencia una manguera en mal estado a solventar los vertidos de carburante. ¡°Y, evidentemente, no hay forma de conocer la calidad y la cantidad que te sirve el surtidor¡±, completa Amado, propietario de m¨¢s de una docena de gasolineras independientes.
¡°No reclamamos ning¨²n privilegio, solo igualdad de condiciones¡±, reitera el empresario. El sindicato UGT tambi¨¦n ha denunciado la proliferaci¨®n de gasolineras de bajo coste en los dos ¨²ltimos a?os con un lema: ¡°gasolineras low cost, seguridad low cost¡±. Y lamenta que por lograr una reducci¨®n de quince c¨¦ntimos en el repostaje de un litro de combustible se ponga en peligro la seguridad a la vez que se impone un marco de competencia en el que las gasolineras con trabajadores tienen las de perder. El sector est¨¢ en guerra con la oferta de bajo precio.
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