¡°Mi oficina est¨¢ en el campo¡±
Juan Trias est¨¢ al frente de una premiada marca de arroz del Delta del Ebro
Desde la mesa de trabajo de Juan Trias, de 62 a?os, solo se divisan campos de arroz. La oficina, de peque?as dimensiones, est¨¢ completamente rodeada de naturaleza en Sant Jaume d'Enveja (Montsi¨¤), en el Delta del Ebro.
El color verde y la tranquilidad dominan el horizonte. Las plantas de arroz florecen a lo largo de 820 hect¨¢reas, las que engloban la enorme finca que dirige. Esta se llama Illa de Riu, como la marca del arroz que comercializa. La empresa planta este cereal desde 1917. Juan forma parte de la tercera generaci¨®n de propietarios, junto a seis hermanos y unos sobrinos. ¡°Nac¨ª en Esplugues de Llobregat pero no me imagino viviendo en ning¨²n lugar que no sea el Delta, no podr¨ªa. Mi oficina est¨¢ en medio del campo¡±, explica. En la actualidad el negocio acumula clientes en Estados Unidos, Inglaterra, B¨¦lgica, Suiza, Alemania o Rep¨²blica Dominicana, y su arroz cosecha premios internacionales. Pero el camino hacia el ¨¦xito de este agricultor no ha sido f¨¢cil. ¡°Mi abuelo era marino mercante. Un buen d¨ªa decidi¨® establecerse en tierra firme, y mi abuela ten¨ªa propiedades en el Delta¡±, relata Juan. La finca se llama as¨ª porque hace siglos el terreno en realidad era una isla propiedad de un vecino llamado Riu. ¡°En el Delta no se puede plantar nada m¨¢s que arroz. Se intent¨® soja y algod¨®n, pero no funcion¨®¡±, resume Juan.
El nuevo DNI
Juan Trias
62 a?os
Antes: horticultor
Ahora: arrocero premiado
Al inicio de la Guerra Civil su abuelo fue asesinado. La madre de Juan se acababa de casar con un ingeniero industrial. El reci¨¦n estrenado matrimonio tuvo que huir a Sevilla, donde permanecieron dos a?os. All¨ª, el padre de Juan encontr¨® trabajo en un campo de aviaci¨®n, pero en cuanto pudieron regresaron al Delta. Quien llevaba el peso de la empresa era la abuela, opina Juan. ¡°La llamaban la comandanta¡±, detalla. La mujer fund¨® una escuela dentro de la finca para ense?ar a leer y escribir a los hijos de los payeses y arrendatarios que viv¨ªan en barracas en Illa de Riu. El edificio hoy es un alojamiento de turismo rural. En 1953 la se?ora muri¨® y el padre de Juan junto a un encargado tomaron las riendas del negocio. Juan empez¨® a entrar en contacto con las tierras en la d¨¦cada de 1970 en L'Aldea (Baix Ebre), en una finca dedicada al cultivo de hortalizas y presidida por una hermosa casa completamente pintada de blanco, donde vive la familia en la actualidad.
Illa del Riu, el producto que comercializa, es habitual en las cocinas de Adri¨¤, Ruscalleda y Gaig
Juan decidi¨® su futuro al terminar el servicio militar. ¡°El encargado y mi padre se iban haciendo mayores, vi que ten¨ªa que ir adentr¨¢ndome en el negocio, de lo contrario la finca se iba a la ruina¡±, cuenta. Hoy la empresa emplea a 12 personas fijas y produce tres variedades de arroz: Bomba, Carnaroli y Bah¨ªa, con semillas propias. ¡°El primero estuvo a punto de desaparecer, nosotros plant¨¢bamos un campo o dos para comidas familiares. Es el mejor por textura, forma¡Es como preguntarse por qu¨¦ un coche Mercedes es mejor que un Seat¡±, sentencia.
Illa de Riu empez¨® a comercializar esta variedad cuando Juan entr¨® en contacto con un empresario de Valencia, quien le encarg¨® varias toneladas. ¡°Al tercer a?o, con 100 toneladas pedidas, me dej¨® tirado. Dijo que ya no le interesaba. Tuve que lanzarme al ruedo. Dise?amos una bolsa, registramos la marca y salimos al mercado hace ya 18 a?os¡±, afirma Juan, quien dio a conocer la firma recorriendo los restaurantes m¨¢s afamados ¡°ech¨¢ndole morro¡± y regalando a los chefs paquetes de sus arroces. Hoy explica que muchos establecimientos galardonados con Estrellas Michelin utilizan el arroz Illa de Riu, como el Celler de Can Roca, Can Juvany, Dos Cielos, Carles Gaig o Hoffman. ¡°En el caso de Ferran Adri¨¤ est¨¢bamos haciendo una cata de bomba en El Bulli, le dije que desear¨ªa que tuviese mi arroz en su restaurante. ?Y me lo sac¨® del armario!¡±, dice Juan. ¡°Me atrever¨ªa a decir que introduje en el mundo arrocero a Carme Ruscalleda, que fue nuestra clienta. No hab¨ªa visto nunca un campo de arroz hasta que la invit¨¦¡±, explica con orgullo.
Tom¨® las riendas del negocio cuando peligraba su futuro y ahora da empleo a 12 personas
Juan acude cada d¨ªa a la oficina, atiende la burocracia, y despu¨¦s colabora con los trabajos de la finca. Su momento favorito de la temporada es la cosecha, que alcanza unas 3.300 toneladas anuales: ¡°Es el momento de agradecimiento al esfuerzo hecho¡±. El arroz bomba Illa de Riu gan¨® el a?o pasado dos estrellas dentro del Premio Superior Taste Award que otorga el International Taste & Quality Institute (ITQI) de Bruselas. En 2014, la marca ha vuelto a ser premiada con una estrella por la variedad de arroz Carnaroli. Durante la presente edici¨®n, Illa de Riu ha sido la ¨²nica marca de arroz del mundo en recibir un galard¨®n. Juan confiesa que los premios y el reconocimiento de los chefs son su principal aliciente para seguir trabajando. Por eso no piensa en jubilarse.
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