616 euros desatan la pol¨¦mica en Vitoria
El alcalde de Vitoria sostiene que esta ayuda social incita a los magreb¨ªes a no trabajar
¡°Si alguien comete fraude, es para dar de comer a sus hijos, no para poner dinero en un banco suizo¡±. Mohammed Satglarhezal tiene 37 a?os, lleva casi 20 viviendo en Espa?a y dos en Vitoria, donde asegura que ¡°nunca¡± se ha sentido rechazado. Su pa¨ªs de origen es Marruecos, pero no pertenece al 22% de los magreb¨ªes de ?lava (1.950 de 8.606) que perciben la Renta de Garant¨ªa de Ingresos (RGI). Tanto su hermana como sus allegados cobran esta ayuda del Gobierno vasco con la que se trata de garantizar un ingreso m¨ªnimo de 616 euros a los m¨¢s necesitados, sean espa?oles o no. El pasado julio alcanz¨®, con 65.568 beneficiarios, su cifra m¨¢s alta.
Las ¨²ltimas semanas, este subsidio ha sido objeto de las cr¨ªticas del PP alav¨¦s. El alcalde de Vitoria, Javier Maroto, apuntaba el pasado julio que colectivos como los marroqu¨ªes y los argelinos viven ¡°en su mayor¨ªa de las ayudas y no quieren trabajar¡±. Su partido ha apoyado estas opiniones para abrir el debate de que las ayudas sociales, superiores a las del resto de Espa?a, crean un efecto llamada entre la poblaci¨®n extranjera.
Las asociaciones que trabajan con inmigrantes tildan a Maroto de ¡°xen¨®fobo¡± y ¡°reaccionario¡±, y piden que el Ayuntamiento le declare persona non grata.
Los datos del Observatorio Vasco de la Inmigraci¨®n, de agosto de 2014, desmontan en parte esta teor¨ªa, al revelar que el n¨²mero de inmigrantes en Euskadi descendi¨® en 2013 por segundo a?o consecutivo. El estudio verifica que el ¨²ltimo curso salieron de Euskadi 7.960 extranjeros, reduciendo en un 5,3% el total. El Pa¨ªs Vasco es la quinta comunidad con un ¨ªndice menor de extranjeros por habitantes (un 6,4%).
El Ayuntamiento afirma que la asistencia municipal ha atendido al 59% de los marroqu¨ªes empadronados en Vitoria, una cifra que alcanza el 72% entre los nigerianos. El 36,9% de los atendidos durante los ¨²ltimos seis meses, adem¨¢s, eran inmigrantes sin empadronar o empadronados en el ¨²ltimo medio a?o. Al hablar de la Renta de Garant¨ªa de Ingresos, la prestaci¨®n alcanza a uno de cada cinco magreb¨ªes.
Este servicio de prestaci¨®n que el PP critica ya se endureci¨® en 2011, cuando la reforma de la Ley para la Garant¨ªa de Ingresos y la Inclusi¨®n Social, impulsada por el PP y PSOE, impuso que solo pudieran acceder a la RGI los ciudadanos que llevaran empadronados m¨¢s de tres a?os. Hasta ese momento, era suficiente con seis meses. El PP ped¨ªa entonces un m¨ªnimo de cinco a?os para tener derecho a esa ayuda.
¡°Ven¨ªamos a Euskadi porque hab¨ªa m¨¢s trabajo que en el resto de Espa?a, no por la ayuda¡±, apunta Satglarhezal. ¡°?C¨®mo va a crearse un efecto llamada si uno tiene que pagar un piso de 500 euros por lo menos durante tres a?os para luego recibir la ayuda?¡±, insiste, al apuntar que los inmigrantes no se quedar¨¢n en el Pa¨ªs Vasco si no hay trabajo.
El diputado general de ?lava y secretario general del PP alav¨¦s, Javier de Andr¨¦s, ha planteado, adem¨¢s, limitar las ayudas en el tiempo para ¡°no garantizarlas de por vida¡±. Un estudio hecho para el Ararteko (Defensor del Pueblo vasco) apuntaba que solo el 7% de la poblaci¨®n extranjera recibe ayudas por un periodo superior a seis a?os, ¡°algo que se dispara a un 43% en los aut¨®ctonos¡±.
¡°No se puede juzgar a todos por lo que hacen unos¡±. En eso coinciden tanto Satglarhezal como Santiago, un vecino vitoriano de su misma edad que lleva cobrando el subsidio desde hace dos a?os.
¡°Desde que cobro la ayuda lo paso peor, porque la gente no hace m¨¢s que preguntar qu¨¦ hago con mi vida¡±, comenta Santiago, que dice que odia el sistema de la RGI por ¡°la falta de atenci¨®n¡± que le dan. ¡°Las propias trabajadoras sociales me dijeron que los moros se lo llevan todo. No quiero que me comparen con otros, solo que solucionen mi problema¡±, asegura este vitoriano que se enfrenta a todo tipo de cursos de formaci¨®n.
Los perceptores de la RGI, una ayuda que se entrega a todo el que cumpla una serie de requisitos, tiene una serie de condicionantes: tienen que recibir formaci¨®n del centro vasco de empleo y gestor (Lanbide), y aceptar el empleo cuando se lo ofrezcan. Sathlarhezal asegura que con el m¨¢s m¨ªnimo error se la puede quitar: ¡°Un amigo se qued¨® un d¨ªa m¨¢s de lo convenido en Marruecos y le quitaron un a?o de ayuda¡±.
Aunque se cumpla lo estipulado, los fraudes pueden darse por falta de control. Ninguno de los receptores oculta que existan. ¡°Hay gente que no se esfuerza por salir adelante, pero ocurre en todas las nacionalidades¡±, aseguran fuentes de Lanbide. Santiago reconoce que a veces ¨¦l est¨¢ m¨¢s ¡°atento a buscar trabajo¡± que el propio centro. Por eso, no ven complicado que alguien pueda saltarse la normativa, al existir poco control.
El nivel de fraude en estas subvenciones es solo del 1%, seg¨²n el Gobierno vasco
El Gobierno vasco asegura que la bolsa de fraude detectado no super¨® entre 2012 y 2013 el 1% de los beneficiarios y que, de las 11.050 prestaciones que fueron suspendidas por irregularidades, el 90% fueron recuperadas al subsanar errores o negar indicios.
Sathlarhezal es especialmente cr¨ªtico con el foco que se ha puesto en los magreb¨ªes en la capital vasca. ?lava no es siquiera la provincia donde los inmigrantes del norte de ?frica perciben m¨¢s RGI. El 28% de los magreb¨ªes empadronados en Bizkaia cobran la ayuda del Gobierno Vasco. En ?lava, a su vez, los subsaharianos ascienden, asimismo, al 28%.
El colectivo magreb¨ª es el tercero que m¨¢s ayudas recibe en toda Euskadi, despu¨¦s de los aut¨®ctonos y los de Sudam¨¦rica (un 16% de este grupo cobra la RGI), aunque porcentualmente es el primero. Satglarhezal siente que a ellos se les ataca m¨¢s que a los dem¨¢s, y que el mensaje crea un rechazo acaban sintiendo incluso sus hijas, nacidas en Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Vitoria
- Javier Maroto
- Renta Garant¨ªa Ingresos
- Inmigrantes
- Lanbide
- Ayuda social
- Ayudas p¨²blicas
- ?lava
- Inmigraci¨®n
- Gobierno Vasco
- Pol¨ªtica social
- Servicio p¨²blico empleo
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Pa¨ªs Vasco
- Oficina empleo
- Espa?a
- Migraci¨®n
- Empleo
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Econom¨ªa
- Demograf¨ªa
- Sociedad
- Trabajo
- Administraci¨®n p¨²blica