El guitarrista esponja
Jos¨¦ Luis Mont¨®n fusiona el flamenco con m¨²sicas, en apariencia, alejadas de ¨¦l
Cuando iba a cumplir 30 a?os de edad, el guitarrista barcelon¨¦s Jos¨¦ Luis Mont¨®n vino a pasar una semana a Madrid y a¨²n no se ha ido. Corr¨ªa el a?o 92 del siglo pasado y no le import¨® que su ciudad viviera entonces su m¨¢xima proyecci¨®n internacional merced a unos juegos ol¨ªmpicos de ensue?o. "Me encant¨® Madrid desde el primer momento; y ahora es como si a¨²n estuviera viviendo aquella semana, que se ha convertido en la m¨¢s larga de mi vida. Y cada d¨ªa me sigue gustando m¨¢s", confiesa para justificar que siga viviendo en el centro de la capital, del que no se ha movido desde entonces aunque haya mediado alguna mudanza.
Sin embargo, su guitarra es viajera y no conoce de fronteras. A lo largo de su vida profesional, ha forjado fama de ser acaso el tocaor (s¨ª, se puede emplear para ¨¦l ese t¨¦rmino) que ha absorbido m¨¢s g¨¦neros y estilos musicales, aparentemente alejados, para arrimarlos al flamenco, su m¨²sica de referencia.
El jazz, la m¨²sica infantil, la ¨¢rabe, el folclore tradicional ib¨¦rico, el acorde¨®n vasco, la cl¨¢sica, el fado, la de c¨¢mara, Bach y otro mont¨®n (no es una gracia por su apellido) de ecos y evocaciones han pasado, y pasan, por su rica y emocionante manera de hacer sonar su instrumento.
"Nunca me planteo eso de las fusiones desde un punto intelectual", sostiene el m¨²sico que este mi¨¦rcoles, en este Madrid vac¨ªo y de escasa oferta cultural de inter¨¦s, estar¨¢ tocando en la sala Galileo Galilei (Galileo, 100, 21.30, entradas 10 euros).
"Es verdad que soy un tipo abierto a todo, pero todas las posibles fusiones que he ido haciendo en mi carrera han ido surgiendo de modo natural, nunca premeditado, cuando vas conociendo a otros m¨²sicos que nos caemos bien y nos planteamos hacer cosas juntos". Ah¨ª est¨¢n, por poner unos ejemplos, Flamenco Etxea (Calle Flamenco, en euskera) su proyecto con el acordeonista Gorka Hermosa, que surgi¨® a su vez de otro anterior, llamado Ib¨ºricum, donde tambi¨¦n estaban, adem¨¢s de ellos dos, Baldo Mart¨ªnez, Germ¨¢n D¨ªaz, Josep Sancho y Jorge Tejerina; o Flamenco ?rabe, con el m¨²sico egipcio Hossam Ramzy.
"Yo lo comparo con el lenguaje hablado. Aqu¨ª nos entendemos todos aunque uno hable con acento andaluz, otro gallego, otro vasco, otro catal¨¢n¡". Para ¨¦l, con la m¨²sica pasa igual. "A Gorka [Hermosa] no le conoc¨ªa hasta que coincid¨ª con ¨¦l en una Bienal Flamenca de Sevilla. Enseguida empezamos a sentir que su acorde¨®n y mi guitarra pod¨ªa hacer cosas y de ah¨ª vino todo lo que hemos hecho juntos". Y lo mismo pod¨ªa decirse de los numerosos artistas que han colaborado con ¨¦l, o viceversa: Mayte Mart¨ªn, Misia, Ara Malikian, Rafael Amargo, Zezo Ribeiro, Antonio El Pipa, Bel¨¦n Maya y una larga lista que no cabr¨ªa en esta p¨¢gina.
El contrabajista Miguel Rodrig¨¢?ez (Mastretta, Ara Malikian, Fet¨¦n Fet¨¦n, El Show de Dod¨®), el percusionista Odey Lizaso y el flautista Juan Carlos Aracil (Elbicho) formar¨¢n con ¨¦l el cuarteto que esta noche repasar¨¢ su fecunda discograf¨ªa con una nueva visi¨®n. "Es flamenco jazz, pero no es jazz, aunque se improvisa", intentaba definir ayer, en medio de los ensayos, lo que van a hacer juntos esta noche.
Utiliza desde el jazz a la m¨²sica infantil, la ¨¢rabe, el folclore ib¨¦rico...
"Nos basamos en la intuici¨®n de cada uno. Y cada uno ha aportado a mis composiciones su propio universo", destacaba. Entre ellas caer¨¢n tambi¨¦n algunas de su ¨²ltimo disco, Solo guitarra, editado en todo el mundo por el sello ECM, que acoge imprescindibles figuras del jazz contempor¨¢neo y de vanguardia como Pat Metheny, Chick Corea o Keith Jarret.
"Algunas de las que yo he tocado solo en ese disco, sonar¨¢n ma?ana [por hoy] arregladas por el cuarteto y creo que se han enriquecido".
Mont¨®n comparte con su mujer, la escultora Teresa del Pozo, un proyecto para ense?ar flamenco a los ni?os. Con su guitarra, y textos y narraciones de ella, intentan explicar sus diversos palos de forma divertida. Rumbas, buler¨ªas y alegr¨ªas que tomaron forma en 2010 en el disco Flamenco Kids en Quillolandia y que est¨¢ a punto de ver su continuidad en una segunda entrega llamada En el Javintro, palabra inventada por la pareja para dar nombre a la escuela de Quillolandia. El propio hijo de su compa?era, de 13 a?os, vuelve a poner tambi¨¦n voces infantiles.
La fama, sin embrago, no acompa?a a la enorme aportaci¨®n que Jos¨¦ Luis Mont¨®n ha hecho a la m¨²sica de este pa¨ªs. La fama, claro est¨¢, entendida como popularidad fuera de los ¨¢mbitos musicales, pues en ellos, su figura est¨¢ reconocid¨ªsima y muchos artistas m¨¢s celebres se lo disputan, aparte de atesorar una lista enorme de premios que tampoco cabr¨ªan aqu¨ª.
"No s¨¦ muy bien qu¨¦ es eso del triunfo y el ¨¦xito. Habr¨ªa que redefinirlo", dice sin ning¨²n tipo de pose ni afectaci¨®n. "Por supuesto que me gustar¨ªa que mi m¨²sica llegara a m¨¢s gente, y creo que, poco a poco, como hormiguita que soy, lo voy consiguiendo, pero no me preocupa lo que parece que se entiende como ¨¦xito". Y sentencia: "Soy muy feliz en el lugar que ocupo".
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