Una tragedia humana y cultural
Representaba como nadie la figura del editor humanista
Conoc¨ª a Jaume Vallcorba a finales de los a?os 70 y desde entonces hab¨ªamos tenido una relaci¨®n continuada fundamentada en la amistad y el amor a los libros. Creo que nunca he conocido a nadie que tuviese tanto amor a los libros. De hecho, en estos ¨²ltimos meses, cuando la enfermedad ya le estaba azotando con toda su furia, Jaume me insisti¨® varias veces en que su relaci¨®n con los libros hab¨ªa sido uno de los grandes acicates de su existencia.
Jaume representaba como nadie la figura del editor humanista. A una vasta erudici¨®n y un gusto exquisito sumaba un enorme conocimiento de la cultura occidental. Jaume Vallcorba era un hombre de letras que durante muchos a?os ejerci¨® como profesor universitario y entre sus alumnos ha dejado huella de su vasto saber. Aunque su ¨¢rea espec¨ªfica eran las literaturas rom¨¢nicas, donde hab¨ªa seguido la maestr¨ªa de Mart¨ª de Riquer, sus conocimientos se extend¨ªan a todas las etapas de la cultura europea. De este modo, cuando decidi¨® dedicarse m¨¢s ampliamente a la tarea de editor, pudo conciliar su vocaci¨®n universitaria y su pasi¨®n por la edici¨®n. Cualquiera que repase los cat¨¢logos, primero de Quaderns Crema y luego de Acantilado, puede corroborar lo que acabo de decir. Mientras Quaderns Crema es un referente hist¨®rico en la edici¨®n en lengua catalana; Acantilado, en relativamente pocos a?os, se ha convertido en la editorial intelectualmente de referencia en toda Espa?a y en Latinoam¨¦rica.
Vallcorba, adem¨¢s de ser un editor muy s¨®lido, era tambi¨¦n audaz y se lanzaba a grandes proyectos que otros editores jam¨¢s hubieran intentado. De ah¨ª, sus ediciones de Montaigne, Chateaubriand, y tantos otros autores cl¨¢sicos que se han convertido en un tesoro textual para la cultura contempor¨¢nea gracias las cuidados¨ªsimas publicaciones. La p¨¦rdida de Jaume Vallcorba abre un enorme vac¨ªo en la historia de la edici¨®n. Personalmente, para m¨ª abre un enorme vac¨ªo desde el punto de vista afectivo, intelectual despu¨¦s de casi 40 a?os de amistad.
Recordaremos su amor a la literatura y a la vida. Es una tragedia humana y una tragedia cultural.
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