A Coru?a apremia el desalojo de 12 familias para edificar 1.200 viviendas
Los afectados viven en terrenos donde se construir¨¢ una gran urbanizaci¨®n
La madre de ?lvaro, de 72 a?os, llora desconsolada desde la visita de apoyo, ayer, de un edil del BNG. Nada sab¨ªa de la notificaci¨®n del Ayuntamiento de A Coru?a urgiendo el inmediato desalojo de la casa con huerta en la que naci¨® y que ahora comparte con su hijo, de 50 a?os, y su nieto, de 26. Estos le hab¨ªan ocultado la llegada, en pleno agosto, de la carta de Urbanismo. ¡°A la vecina de al lado, de 90 a?os, tampoco le dijeron nada sus hijos, vive sola y el disgusto puede matarla¡±. Son dos de las 12 familias de expropiados forzosos que a¨²n resisten viviendo en suelo destinado al conocido como Parque Ofim¨¢tico, una urbanizaci¨®n de unas 1.300 viviendas promovida por la Xunta y cuya construcci¨®n, tras dos d¨¦cadas de rocambolescas modificaciones, continuas denuncias judiciales y un sinf¨ªn de obst¨¢culos, arranc¨® al fin esta primavera.
?Se trata de todo un nuevo barrio residencial a la entrada de la ciudad. Nada que ver con el proyecto original del Gobierno gallego que consist¨ªa, y de ah¨ª su nombre, en un pol¨ªgono de oficinas, con campo de golf, helipuerto y apeadero de tren incluidos. Pero aquel plan fue reconvertido en promoci¨®n inmobiliaria. Eso s¨ª una vez expropiados forzosos y a bajo precio, en aras de su ¡°utilidad o inter¨¦s p¨²blico¡±, 157.000 metros cuadrados de fincas.
Ansiosos est¨¢n por ver avanzar las obras unos 300 propietarios de los futuros pisos, muchos de ellos de protecci¨®n oficial, que, agrupados en cooperativas, llevan a?os pagando los cr¨¦ditos que contrajeron sin ver, hasta ahora, una gr¨²a en acci¨®n. Los trabajos de urbanizaci¨®n y la construcci¨®n de algunas de las torres de viviendas empezaron finalmente, pero sin que se haya dado soluci¨®n a los ¨²ltimos resistentes, antiguos due?os de los solares expropiados sin su consentimiento. Queda una docena de familias que no quiso o no pudo vender el terreno que le dieron en compensaci¨®n por sus propiedades, ni tampoco tienen dinero para afrontar los gastos de dotar el nuevo barrio de aceras, farolas o alcantarillado. En su mayor¨ªa ancianos, se niegan a marcharse de la casa en la que llevan toda la vida o casi. ¡°Nos metieron a promotores por la fuerza, pero no lo somos, ni tenemos dinero para construir o promover nada¡±, insiste ?lvaro.
La casa con huerta que construy¨® su abuelo, carretero de profesi¨®n, ni siquiera est¨¢ en el ¨¢mbito del Parque Ofim¨¢tico, sino del otro lado de la avenida Alfonso Molina, la arteria de seis carriles de entrada a la ciudad. Una propiedad expropiada por decreto, al igual que otras cuatro viviendas colindantes, con el fin de albergar equipamientos p¨²blicos, como un colegio, para los habitantes de la futura urbanizaci¨®n. Y mientras llegan las notificaciones del Ayuntamiento advirtiendo de que si no desalojan de forma voluntaria, se ejecutar¨¢ por la fuerza, los afectados, con ayuda de Stop Desahucios, retomaron sus movilizaciones. ¡°Por las buenas no vamos a entregar las llaves, no van a conseguir que baje las orejas¡±, advierte ?lvaro. Por de pronto, a¨²n est¨¢ esperando que el Ayuntamiento responda a sus alegaciones ¡ªest¨¢ en plazo¡ª y su ruego de no verse afectado. ¡°No pido m¨¢s que quedarme como estoy¡±.
Cuando fueron expropiados, ¡ªpor la fuerza, insiste¡ª sus terrenos de 1.500 metros cuadrados, la Xunta les compens¨® con 197.000 euros por la casa de dos alturas y los ¨¢rboles frutales de su huerta as¨ª como con un solar de 500 metros cuadrados en el futuro Parque Ofim¨¢tico. Pero el dinero no lo vieron: fue ¨ªntegramente para pagar gastos de urbanizaci¨®n de un terreno que ¡°no vale nada tampoco¡±. ¡°Ni nosotros tenemos para construir all¨ª, ni lo quiere ning¨²n promotor profesional tal como est¨¢ la construcci¨®n¡±, asegura. ¡°Incluso ofrecimos el terreno libre de cargas a cambio de una vivienda, y ni as¨ª¡±. Les negaron tambi¨¦n un piso de alquiler social ¡°porque al ser promotores forzosos en el Ofim¨¢tico, se supone que tenemos dinero¡±. La pescadilla que se muerde la cola. ¡°Ten¨ªamos una propiedad libre de cargas y nos la cambian por otra con cargas y sin casa¡±, a?ade otra afectada. Hasta 125.000 euros son los que debe pagar por los gastos de urbanizaci¨®n del terreno con que le compens¨® la Xunta. Seguir¨¢n luchando, advierten. El Ayuntamiento, por tel¨¦fono, les asegur¨® que no hicieran caso de la notificaci¨®n de desalojo. ¡°Que estemos tranquilos, nos dijeron. Pero ?c¨®mo vamos a estarlo?¡±. ?lvaro no se cree nada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.