Arranca un curso pol¨ªtico muy tenso y bajo la sombra de la corrupci¨®n
Las reformas electorales que planea el PP y las investigaciones judiciales sobre varios alcaldes siembran la incertidumbre ante el inicio de una larga campa?a hasta las municipales
El s¨ªndrome de la vuelta al trabajo se le juntar¨¢ a no pocos pol¨ªticos gallegos con otra dolorosa circunstancia: tambi¨¦n se han acabado las vacaciones judiciales. El inicio del curso pol¨ªtico equivale este a?o al arranque de una campa?a de nueve meses hasta las elecciones municipales del pr¨®ximo mayo, un periodo lo suficientemente largo como para descartar nuevas revelaciones de los varios sumarios en marcha que han causado ya grandes da?os a la mayor¨ªa de los principales ayuntamientos de Galicia.
?Mientras los jueces hurgan en las miserias municipales, todo apunta a que el oto?o traer¨¢ una gran tangana pol¨ªtica a cuenta de las reformas electorales que el PP se dispone a acometer en solitario. El cambio de la ley para facilitar las mayor¨ªas absolutas en los municipios va a tener unos ecos especialmente broncos en Galicia, donde su influencia sobre el resultado final puede ser mayor dadas las peculiaridades de la pol¨ªtica galllega. Y adem¨¢s se juntar¨¢ con otra reforma sin consenso de las reglas electorales, en este caso la que pretende aprobar antes de final de a?o el presidente Alberto N¨²?ez Feij¨®o para reducir de 75 a 61 los diputados del Parlamento aut¨®nomo.
La juez de Lugo Pilar de Lara trabaja sin reparar en calendarios electorales. En v¨ªsperas de las auton¨®micas de 2012 provoc¨® una grave crisis en el PSdeG tras ordenar la detenci¨®n del entonces alcalde socialista de Ourense, Francisco Rodr¨ªguez. Fue el inicio de la Operaci¨®n Pok¨¦mon sobre tratos presuntamente corruptos de autoridades locales con empresas beneficiarias de contratas p¨²blicas, que ya ha dejado maltrechos a los gobiernos del PSdeG en Lugo y Ourense y del PP en Santiago. En las pr¨®ximas semanas el curso del sumario deber¨¢ aclarar si son ciertas las acusaciones de recibir sobornos contra el alcalde de Ferrol, el popular Jos¨¦ Manuel Rey Varela, o si la investigaci¨®n en A Coru?a se detiene, como hasta ahora, en la antesala de otro regidor del PP, Carlos Negreira. Con un estilo mucho m¨¢s sigiloso que el de De Lara, otra juez de Vigo lleva meses instruyendo la Operaci¨®n Patos. Casi nada ha trascendido de ese sumario, aunque s¨ª se sabe que investiga a dos instituciones hasta ahora fuera del alcance de los jueces: el Ayuntamiento de Vigo, que gobierna el PSdeG, y la Diputaci¨®n de Pontevedra, en manos de los populares. El presidente de este ¨²ltimo organismo y l¨ªder provincial del PP, Rafael Louz¨¢n, est¨¢ sometido adem¨¢s a otra investigaci¨®n por un supuesto cohecho en una confusa operaci¨®n comercial con uno de sus diputados.
Si los juzgados pueden ser a¨²n una caja de sorpresas, en la arena estrictamente pol¨ªtica la tormenta se antoja inevitable. El PP gallego se ha metido en una situaci¨®n parad¨®jica. Nadie ven¨ªa reclamando con mayor insistencia que Feij¨®o una ley para poner coto a los gobiernos de coalici¨®n. Pero Rajoy ha tomado la iniciativa justo cuando sus compa?eros gallegos tambi¨¦n van a cambiar las reglas electorales, en este caso para las auton¨®micas, contra el criterio de las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas. La tensi¨®n est¨¢ garantizada, con un Feij¨®o dispuesto a la pelea en defensa de un freno legal a los ¡°gobiernos que se deciden en los despachos¡± y de un recorte de diputados que, sin alterar la proporcionalidad entre las grandes fuerzas, dificultar¨¢ el acceso al Parlamento a los partidos minoritarios.
Si se mantuviese el sistema actual de elecci¨®n de alcaldes, el PP se arriesgar¨ªa a que una ca¨ªda de unos cuantos centenares de votos le privase de la mayor¨ªa absoluta en las tres ciudades que gobierna, A Coru?a, Ferrol y Santiago. Pero, aun con una ley que otorgase la mayor¨ªa a partir del 40% de los votos, los populares tendr¨¢n que sudar la camiseta para mantener esas tres plazas, donde obtuvieron en 2011, en condiciones mucho m¨¢s favorables, poco m¨¢s del 43%. Feij¨®o viene de encajar su primer rev¨¦s electoral en las europeas, y un segundo en las municipales le dejar¨ªa un camino lleno de dificultades con un calendario por delante que incluye las generales, en oto?o de 2015, y las auton¨®micas, al a?o siguiente.
Los socialistas, excepto en Vigo, donde Abel Caballero ha logrado incluso pactar con el PP, son una nube de enigmas. No se sabe si el m¨¢s veterano de sus alcaldes, el de Lugo, Xos¨¦ L¨®pez Orozco, se presentar¨¢ a despecho de su imputaci¨®n judicial. En ciudades como Santiago y Ferrol se anuncian primarias a cara de perro. Y en A Coru?a el partido est¨¢ fracturado, con un sector que maniobra para descabalgar al l¨ªder provincial, Francisco Caama?o.
M¨¢s a la izquierda, el resultado sin precedentes de las europeas ha abierto grandes grandes esperanzas. En la ¨²ltima cita con las urnas, la suma de las tres opciones rupturistas ¡ªAGE, BNG y Podemos¡ª super¨® tanto al PP como al PSdeG en los municipios de mayor tama?o. Pero las incertidumbres tambi¨¦n abundan, sobre por ver si cuajan las mareas ciudadanas que est¨¢n creciendo por todas partes. El fen¨®meno no es homog¨¦neo. En algunos casos, como en A Coru?a, se ha gestado al margen de los partidos, pero en otros, como Vigo y Ferrol, el protagonismo lo han llevado militantes de las fuerzas en la ¨®rbita de AGE. Los C¨ªrculos de Podemos, con gente implicada a t¨ªtulo individual, est¨¢n, de momento, a la expectativa.
En el BNG han surgido voces de alcaldes y dirigentes ajenos a la mayoritaria UPG que piden un acercamiento a las mareas. Aunque la direcci¨®n ha rebajado el tono de su rechazo a confluir con fuerzas ¡°espa?olistas¡±, tampoco ha dado muestras de que vaya a abandonar su estrategia de resistir en solitario como ¨²nica fuerza genuinamente nacionalista.
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