Un ¨¢rbol en el quir¨®fano
El s¨ªmbolo de la pol¨ªtica vasca en Gernika, trasplantado en 2005, ha entrado en oto?o, no drena como deber¨ªa y sus ra¨ªces no est¨¢n bien nutridas
Un frondoso roble se erige sobre el escudo de Bizkaia y Euskadi. Es el ¨¢rbol de Gernika, un s¨ªmbolo de las antiguas tradiciones forales frente al que han jurado desde Fernando el Cat¨®lico al lehendakari I?igo Urkullu, quien en 2012 enton¨® en euskera aquello de ¡°en pie sobre la tierra vasca y bajo el roble de Gernika¡±. Lejos queda hoy, sin embargo, la imagen de ese ¨¢rbol centenario y casi mitol¨®gico. El actual, la cuarta generaci¨®n, no ha cumplido la d¨¦cada junto a la Casa de Juntas de Bizkaia y ya comienza a tener achaques.
¡°Ha entrado prematuramente en el oto?o¡±, confirm¨® ayer la profesora de Biolog¨ªa vegetal de la Universidad del Pa¨ªs Vasco Miren Du?abeitia. Las pocas hojas que le quedan son marrones, su tronco se mantiene esquel¨¦tico, y en el arcilloso suelo a su alrededor han abierto un foso para intentar que sus ra¨ªces vuelvan a nutrirse y crecer. Los turistas no pueden ni acercarse.
¡°Est¨¢ vivo y en movimiento¡±, subray¨® el t¨¦cnico encargado de su recuperaci¨®n, Kepa Txarterina, que apunt¨® que el suelo no drena, las ra¨ªces no respiran y el agua no fluye. El objetivo ahora es tratar de revivirlo con estimulantes de crecimiento. El ¨¢rbol de 28 a?os, trasplantado en 2005, no tiene al menos el hongo Armillae mellea, que mat¨® a su padre, el ¨¢rbol hijo. No est¨¢ enfermo pero tampoco se alimenta debidamente.
Bajo las cuatro generaciones del roble han jurado se?ores de Bizkaia y lehendakaris
Las condiciones en las que le ha tocado vivir a este roble no son comparables a las de ninguna otra planta de esta magnitud. Su casa es un contenedor de hormig¨®n gigante sobre un suelo muy delimitado por el cemento. Es un lugar seco y oscuro. A las doce ya comienzan a hacerle sombra los edificios a su alrededor. Un problema que no ten¨ªa su abuelo, el ¨¢rbol viejo, plantado entre 1742 a 1860 y cuyo tronco muerto todav¨ªa se mantiene en un altar de honor en el jard¨ªn contiguo.
El ¨¢rbol se ha creado un metabolismo de supervivencia y se prepara para soportar un duro invierno. ¡°Toda la energ¨ªa la deja para la producci¨®n de frutos. Ve su final y produce herencia¡±, apunt¨® Txarterina, que lleva desde marzo observando irregularidades en el comportamiento. Las altas precipitaciones de 2013, que superaron los 2.000 litros por metro cuadrados en Euskadi, fueron la gota que colm¨® la maceta gigante del ¨¢rbol Gernika.
No fue hasta la semana pasada, aun as¨ª, cuando el PSE hizo saltar las alarmas, con una pregunta a la Diputaci¨®n en la que los socialistas advert¨ªan de su deterioro. ¡°Es un tema t¨¦cnico, no pol¨ªtico o partidario¡±, record¨® ayer la presidenta de las Juntas Generales, Ana Madariaga, que mostr¨® su preocupaci¨®n ¡°por este s¨ªmbolo milenario de las libertadas vascas cuyo linaje permanecer¨¢ en el tiempo¡±.
A su alrededor se form¨® la pol¨ªtica del Se?or¨ªo de Bizkaia, en un tiempo cuando los asuntos p¨²blicos se lidiaban bajo un ¨¢rbol. Frente a ¨¦l jur¨® su cargo tambi¨¦n el primer lehendakari: Jos¨¦ Antonio Aguirre, en 1936. Los ejemplares de la estirpe de roble viejo se conservan hoy en las Euskaletxeak, centros y comunidades de la di¨¢spora vasca alrededor del mundo.
¡°Vamos a darle una oportunidad, porque aunque ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil sustituirlo, ¨¦ste es el nuestro¡±, afirm¨® Du?abeitia. ¡°En este entorno ninguno volver¨¢ a vivir 100 a?os, pero si lo cambi¨¢ramos a un lugar m¨¢s apropiado, ya no ser¨ªa el ¨¢rbol de Gernika¡±. Habr¨¢ que esperar a primavera para diagnosticar si el joven roble est¨¢ a la altura de su leyenda familiar. Podr¨ªa no llegar a conocer a su cuarto lehendakari.
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