Manuel Bustos pide reincorporarse como funcionario en la Diputaci¨®n de Barcelona
El ex alcalde de Sabadell tiene plaza de t¨¦cnico no cualificado en el ente provincial
El ex alcalde de Sabadell, el socialista Manuel Bustos quiere volver a los inicios y a la casa que le vio crecer: la Diputaci¨®n de Barcelona. Pero no como diputado ¡ªcargo que dej¨® el martes pasado¡ª sino como funcionario. Bustos tiene plaza como t¨¦cnico auxiliar no cualificado. Tras m¨¢s de dos d¨¦cadas de excedencia por ser cargo electo, ha pedido recuperar su antiguo puesto. La Diputaci¨®n tramita su petici¨®n y debe adjudicarle una plaza similar a la que ten¨ªa, que puede ser desde ch¨®fer, auxiliar administrativo u oficial de mantenimiento. A esta categor¨ªa le corresponde una n¨®mina de unos 1.500 euros mensuales, seg¨²n la UGT. Una cifra muy lejana del sueldo cienmileurista del que disfrutaba hasta hace poco.
Bustos (Pedralba, Valencia, 1961) inici¨® su carrera laboral en las brigadas de mantenimiento en el recinto de la Escuela Industrial de la calle Urgell de Barcelona, recuerda un compa?ero de la Diputaci¨®n, y posteriormente fue conserje en el Instituto Paleontol¨®gico Miquel Crusafont de Sabadell. En 1976 se afili¨® a la UGT ¡ªal PSC, un a?o despu¨¦s¡ª y lleg¨® a ser miembro del comit¨¦ de empresa de la Diputaci¨®n, recuerdan desde el sindicato.
Su carrera pol¨ªtica ¡ªy la biograf¨ªa conocida¡ª arranca en 1991 cuando entra como concejal en el Ayuntamiento de Sabadell, entonces gobernado por el comunista Antoni Farr¨¦s. Su ascenso fue fulgurante desde que Farr¨¦s se retira en 1999 y Bustos gan¨® las elecciones. Diputado en el Parlament, cargo de peso en el PSC y l¨ªder municipal desde 2004 ¡ªcuando asumi¨® la presidencia de la Federaci¨®n de Municipios¡ª, en la cima de su carrera su entorno comentaba que incluso aspiraba a ministro, gracias a sus buenas relaciones con dirigentes del PSOE.
Amigo de sus amigos y enemigo de los pocos que se atrev¨ªan a cuestionarlo, se construy¨® un peque?o imperio dominado con mano de hierro en Sabadell. Hasta que una denuncia de un empresario agriet¨® la coraza, dando origen hace cuatro a?os a las escuchas telef¨®nicas de los Mossos que ha derivado en el macrocaso Mercurio, de presunta corrupci¨®n urban¨ªstica en esta ciudad, formado por una treintena de piezas y un sumario de m¨¢s de 13.000 folios, de momento.
El alcalde amable y populista se convirti¨®, con el estallido del caso, en un pol¨ªtico desp¨®tico, vehemente y opaco. Bustos se vio obligado a dejar la alcald¨ªa en febrero de 2013. Y la cuestionada gesti¨®n en las dietas de la Federaci¨®n de Municipios ha hecho que muchos amigos y compa?eros de partido le den ahora la espalda.
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