Oto?o con Parker y Difranco

La escasa actividad musical llega a su fin junto al verano y Madrid recibe este fin de semana a dos grandes veteranos artistas del rock y el pop internacional para arrancar el curso de forma vibrante: el londinense Graham Parker y la neoyorquina Ani Difranco. Hay otra visita de post¨ªn, Richie Kotzen, aunque de menor recorrido; y una forma muy original y valerosa de arrimarse al folk tradicional ib¨¦rico con nuevas miradas, que propone El Na¨¢n.

A su manera, Parker en los a?os ochenta y Difranco en los noventa, fueron dos artistas de marcada influencia para muchos m¨²sicos espa?oles. El brit¨¢nico ven¨ªa de la pub music que imperaba en su pa¨ªs en los setenta, junto al punk, que cristaliz¨® en la new wave que abrazaron grupos de la movida madrile?a como Nacha Pop o Los Secretos.

Difranco, por su parte, justo 20 a?os m¨¢s joven, en su papel de chica de melod¨ªas sencillas pero letras comprometidas, marc¨® la senda que seguir¨ªan Merche Corisco, Russian Red o Annie B. Sweet. Junto a su grupo The Rumour, cre¨® grandes himnos como Stupefaction, Protection o Local girls, incluidos en el determinante disco Squeezing out sparks.

Acompa?ado del genial Brinsley Schwarz, hoy arranca una peque?a gira que le tendr¨¢ unos d¨ªas por Espa?a. A Difranco, la maternidad le ha cambiado algo su vida: mantiene su actitud rebelde pero m¨¢s atemperada. La religi¨®n, la pol¨ªtica, el sexo y otras materias entraban antes en sus letras; ahora parece m¨¢s introspectiva, pone en valor las contradicciones, o dualidades, de la vida. Al menos eso se refleja en el disco que viene a presentar en directo, Allergic to water, donde expresa que lo que necesitamos para vivir tambi¨¦n puede perjudicarnos.

Richie Kotzen se presenta como un guitar hero del siglo XXI. Procedente de la ciudad estadounidense de Reading (no confundir con la brit¨¢nica del famoso festival de rock) y de la misma edad que Ani Difranco, su recorrido es menor, puesto que lo suyo es un estilo eternamente demonizado: el rock duro, de guitarras contundentes. Sin embargo, comparte la pasi¨®n por Bob Dylan.

En Espa?a el folk, entendido como la m¨²sica que se inspira en la tradici¨®n oral sonora ib¨¦rica y reproduce parte de sus fuentes, est¨¢ cambiando. El Na¨¢n es uno de los grupos m¨¢s ejemplares de ello. Reconstruye sonidos y melod¨ªas del campo castellano para hacerlas sonar nuevas con una suerte de influencias distintas en su interior. De Babel a ?taca, su primer disco hace cuatro a?os supuso un revulsivo por la manera de combinar texturas s¨®nicas con ecos de otras geograf¨ªas.

Su segundo disco, C¨®digo de barros, editado este a?o, y que defienden el domingo en directo, es un canto a los pueblos de Castilla construidos en adobe y ya despoblados. Sus casas no se caen, se deshacen y vuelven a la tierra: de esa met¨¢fora inspiradora han creado un ¨¢lbum enormemente hermoso.

Y como el verano a¨²n no se acaba, los pueblos de la regi¨®n siguen de fiestas con propuestas de escaso inter¨¦s art¨ªstico pero de segura respuesta popular. Manuel Carrasco, Duncan Dhu, Chenoa, Celtas Cortos, Merche o Antonio Orozco son algunos de los artistas a los que les toca estos d¨ªas animar esas fiestas.

Adem¨¢s, hay un festival gratuito para mostrar el reciente rock de los pa¨ªses del norte de Europa, en el que participan los suecos Old, los daneses Lydmor, los finlandeses Black Twig, el noruego Thomas Dybdahl y los islandeses D¨ªsa. Y un encuentro de mujeres artistas espa?olas reunidas bajo la marca Se?oritas On Fire. Esmeralda Grao, Cristina del Valle, Natalia Vergara, Ainhoa Cantalapiedra, Estela de Mar¨ªa, Roc¨ªo de Porres y Sonia Dorado conforma ma?ana su n¨²cleo duro.