La integraci¨®n se abre paso en el PSE de ?lava y en Bizkaia crece la pelea
Mikel Torres cuida las agrupaciones mayoritarias de Barakaldo y Bilbao para desnivelar la pugna con I?aki Ega?a
El PSE-EE de ?lava camina hacia una integraci¨®n ¡°ordenada¡± entre las dos opciones que pugnan, con evidente desequilibrio de fuerzas internas, por sustituir a Txarli Prieto en la secretar¨ªa general. Los dos candidatos se arrogan el primer paso en la b¨²squeda de este acercamiento entre dos posiciones que ahora mismo est¨¢n mucho menos alejadas que hace un a?o. Pero Cristina Gonz¨¢lez e Iv¨¢n Ruiz de Eguilaz se sienten obligados a procurar esta aproximaci¨®n en una territorial que viene encajando p¨¦simos resultados electorales a pesar de haber dispuesto en legislaturas no lejanas de un a?orado peso institucional.
No obstante, queda mucho camino por recorrer. En la candidatura de los cr¨ªticos, de hecho, se conf¨ªa en que ¡°hasta las 48 horas anteriores a la presentaci¨®n de las listas¡± hay tiempo suficiente para alcanzar este acuerdo. En el sector oficial, que se saben ganadores, se lleg¨® a perder la esperanza de un acuerdo despu¨¦s de la falta de respuesta a un primer gui?o como fue la inclusi¨®n de Ruiz de Eguilaz en el grupo de delegados al Congreso Federal del PSOE que ratific¨® el inicio de etapa de Pedro S¨¢nchez. Incluso, en el entorno de Cristina Gonz¨¢lez sigue sorprendiendo que no hayan recibido propuesta alguna desde el lado contrario. ¡°La puerta al entendimiento est¨¢ abierta, pero si no quieren luego no pueden hablar de rodillo¡±, advierten.
Desde la direcci¨®n nacional del PSE-EE se conf¨ªa en esta integraci¨®n, aunque hay quien no olvida aquel d¨ªa en el que tres representantes del sector cr¨ªtico de la afiliaci¨®n alavesa pidieron en la sede central de Bilbao la documentaci¨®n sobre los tr¨¢mites a seguir para presentar una alternativa a Idoia Mendia, que nunca fragu¨® por la clamorosa falta de apoyos s¨®lidos.
En cambio, en Bizkaia crece la tensi¨®n por la pugna que mantienen los dos candidatos, Mikel Torres e I?aki Ega?a. M¨¢s all¨¢ de la clara desigualdad que desprende la cifra de avales recibidos en favor del actual alcalde de Portugalete, en la direcci¨®n del PSE-EE se guarda un calculado silencio sobre el resultado final que oficialmente se interpreta como un gesto de exquisita imparcialidad pero que muchos consideran un reflejo de las dudas que les asisten.
Los cr¨ªticos alaveses creen que hasta "48 horas antes" hay tiempo para el acuerdo
¡°Aqu¨ª se cre¨ªa que a Ega?a le apoyaba la direcci¨®n porque estaba cerca de Pastor, pero en realidad es a Mikel Torres a quien le apoya el establishment del partido¡±, defin¨ªa un exdirigente del PSE-EE la correlaci¨®n de simpat¨ªas de la c¨²pula del socialismo vasco en relaci¨®n a los dos candidatos. Pastor, eso s¨ª, est¨¢ manteniendo una reconocida equidistancia ante el desenlace de su relevo aunque hay quien le denota un cierto malestar por la coincidencia de estos dos aspirantes ¡ªsus dos colaboradores m¨¢s pr¨®ximos¡ª y las derivadas que esta campa?a ocasionen al partido a corto plazo en la plaza electoral de Bizkaia.
Precisamente la condici¨®n de alcalde de Torres constituye uno de los motivos de mayor controversia, alentada sobre todo desde la candidatura rival y en la que se incidir¨¢ durante la pr¨®xima campa?a oficial por las agrupaciones locales. ¡°Si Torres pierde, los electores de Portugalete pueden decir que no le quieren ni en el partido y si gana, muchos creer¨¢n que no prestar¨¢ tiempo al pueblo al tener dos cargos¡±, se puede escuchar en el entorno de Ega?a. Torres, en cambio, advierte de que ¡°mi primer lugar es Portugalete¡±, ratificando as¨ª su n¨ªtida vocaci¨®n municipalista.
Donde Torres no tendr¨¢ que justificarse es entre la afiliaci¨®n de Barakaldo y Bilbao, las agrupaciones m¨¢s poderosas de Bizkaia, donde figuran dirigentes influyentes, y que considera un terreno abonado para desnivelar al final la contienda. Mientras, Ega?a, con un conocimiento ¡°de cada palmo¡± de las sedes socialistas en este territorio ha extendido su extensa ronda de contactos sin esperar siquiera al inicio de la campa?a bajo el lema de la confrontaci¨®n directa de ideas, consciente del valor de un voto entre una familia socialista bastante pesimista.
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