Un polic¨ªa vinculado a la guerra sucia contra ETA dirige el 091 en Barcelona
Un tribunal franc¨¦s tambi¨¦n conden¨® a Guti¨¦rrez Arg¨¹elles por el intento de secuestro de un etarra
El inspector-jefe del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa (CNP) Jes¨²s Alfredo Guti¨¦rrez Arg¨¹elles, de 60 a?os, es un hombre muy conocido en el cuerpo por su pasado y por su vinculaci¨®n con la guerra sucia contra ETA. En 1990, fue condenado a dos a?os de prisi¨®n y de inhabilitaci¨®n por matar a un ladr¨®n, que ni siquiera hizo adem¨¢n de defenderse. Poco antes hab¨ªa sido condenado por golpear con la culata de su arma en la cabeza a un motorista en una discusi¨®n de tr¨¢fico. En la misma ¨¦poca, un tribunal franc¨¦s le conden¨® en rebeld¨ªa a dos a?os de prisi¨®n por el intento de secuestro del etarra Jos¨¦ Mar¨ªa Larretxea Go?i.
Desde 2010, Arg¨¹elles est¨¢ de nuevo en la polic¨ªa, adscrito a la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Catalu?a, donde dirige el Centro de Comunicaci¨®n Permanente, que es el 091. ¡°Es un lugar de escasa responsabilidad¡±, aseguran fuentes policiales, ubicado en el hist¨®rico edificio de la V¨ªa Laietana. Consiste en derivar las llamadas que se reciben al 112. En la pr¨¢ctica, supone sobre todo realizar los cuadrantes de los funcionarios que tiene a su cargo, indican otras fuentes policiales.
Pero en realidad, ni siquiera eso. Arg¨¹elles lleva al menos ocho meses de baja. Desde su reincorporaci¨®n, el inspector-jefe ha enlazado de manera intermitente ausencias por cuestiones de salud con periodos de actividad. ¡°Su objetivo es jubilarse¡±, y retirarse con la pensi¨®n que le corresponde como funcionario del grupo A, el m¨¢s alto dentro de la escala, aseguran diversas fuentes policiales consultadas. Lo que explicar¨ªa la discreci¨®n con la que se ha llevado su regreso, que es completamente legal, alega un portavoz de la Jefatura Superior.
El inspector jefe dej¨® el cuerpo en los noventa, despu¨¦s de una cadena de esc¨¢ndalos que pon¨ªan en entredicho su labor policial. Entonces el Ministerio del Interior, que dirig¨ªa Jos¨¦ Luis Corcuera, pod¨ªa haberle expulsado de la polic¨ªa, pero no lo hizo. Arg¨¹elles fue un polic¨ªa tambi¨¦n muy laureado, miembro del m¨ªtico grupo de atracos de Barcelona de finales de los ochenta, que se dedic¨® a combatir la delincuencia salvaje de aquellos a?os, y que particip¨® en el rescate de delantero del Bar?a Enrique Castro, Quini.
El ministro socialista Corcuera pod¨ªa haberle expulsado de la polic¨ªa pero no lo hizo
Tras pasar por atracos, fue reclutado por el que era su superior, Francisco ?lvarez, entonces convertido en el jefe del Mando ?nico Antiterrorista, condenado a su vez a nueve a?os y medio de prisi¨®n por el secuestro de Segundo Marey, al que confundieron con un etarra.
Un incidente similar, el intento de secuestro del etarra Larretxea, en 1983 en Hendaya, le vali¨® a Arg¨¹elles la condena por rebeld¨ªa a dos a?os de prisi¨®n por parte de un tribunal franc¨¦s. Aunque, ya en Espa?a, la Audiencia Nacional archiv¨® el caso.
Arg¨¹elles fue un laureado agente del grupo de atracos de los a?os ochenta en Barcelona
Un a?o despu¨¦s de aquel incidente, Arg¨¹elles regres¨® a Barcelona, destinado a la comisar¨ªa de Sant Andreu, donde protagoniz¨® el homicidio de Jos¨¦ Fernando G¨®mez Mart¨ªn, un ladr¨®n con diversos antecedentes. Inicialmente, su labor fue premiada con 12.000 pesetas ¡ª72 euros¡ª por parte del ministerio.
Ocurri¨® la noche del 7 al 8 de febrero de 1984, cerca de paseo de Fabra y Puig. Arg¨¹elles y dos agentes m¨¢s hab¨ªan recibido un soplo de que el ladr¨®n estaba en la zona. Era sospechoso de haber participado en tres atracos y de haber herido a un polic¨ªa en Ripoll. Pero adem¨¢s, en el momento de su asesinato, el ladr¨®n ven¨ªa justo de robar a punta de pistola 250 gramos de marihuana a un expolic¨ªa y excompa?ero de Arg¨¹elles. En un sem¨¢foro, cuando el sospechoso ten¨ªa un coche delante, lo que imped¨ªa su huida, los tres hombres le rodearon a pie, empu?ando sus armas.
Arg¨¹elles ¡ª¡°experto tirador, monitor de tiro de la Escuela General de Polic¨ªa¡±¡ª se acerc¨® por el lado izquierdo, hasta la ventana del conductor, y le grit¨® ¡°alto, polic¨ªa¡±. ¡°Inmediatamente efectu¨® un disparo con su rev¨®lver Astra, del calibre 38¡±, recoge la sentencia.
El inspector-jefe ¡°efectu¨® no menos de dos disparos m¨¢s, todos ellos dirigidos al conductor del veh¨ªculo, sin que conste en qu¨¦ orden¡±. Otro agente dispar¨® tratando de buscar las ruedas. El tercer polic¨ªa no us¨® el arma.
La bala penetr¨® a la v¨ªctima por el ¡°espacio supraclavicular izquierdo¡± y le caus¨® la muerte. Su pareja, Montserrat C.T., tambi¨¦n recibi¨® un disparo en la pierna. El coche continu¨® la marcha unos 40 metros, hasta que choc¨® contra un ¨¢rbol. Dentro encontraron un arma, 681.000 pesetas ¡ª4.093 euros¡ª, 10 jeringuillas ¡ªdos de ellas usadas¡ª, un reloj, una navaja, dos anillos de oro y los 250 gramos de hach¨ªs y la documentaci¨®n del expolic¨ªa al que acababa de robar.
Precisamente, el caso del excompa?ero de Arg¨¹elles condenado por tr¨¢fico de drogas motiv¨® la reapertura del asesinato del ladr¨®n, que permaneci¨® tres a?os sin investigar, e incluso supuso una felicitaci¨®n por parte el ministerio a Arg¨¹elles.
Al juzgarse al polic¨ªa por tr¨¢fico de drogas, se pusieron de nuevo sobre la mesa las extra?as circunstancias en las que muri¨® Jos¨¦ Fernando G¨®mez Mart¨ªn. La versi¨®n inicial dada por Arg¨¹elles de que el ladr¨®n inici¨® un tiroteo qued¨® desmentida. Cuando la Audiencia pidi¨® revisar el caso, el coche de la v¨ªctima, un Renault 4, ya hab¨ªa sido desguazado y su historial cl¨ªnico y radiograf¨ªas hab¨ªan desaparecido.
La compa?era de la v¨ªctima declar¨® que ni siquiera tuvo tiempo de coger su arma para defenderse. El testimonio de la mujer, otra de las piezas clave, no fue sencillo de conseguir. Inicialmente, la Audiencia orden¨® a la polic¨ªa que la localizase. Tras varios meses sin resultado, opt¨® por ped¨ªrselo a la Guardia Civil, que dio con ella a los pocos d¨ªas. Arg¨¹elles fue condenado en 1990 por un delito de homicidio, con el atenuante por exenci¨®n incompleta de responsabilidad, por obrar en el cumplimiento de la ley, a dos a?os de prisi¨®n menor. Tambi¨¦n tuvo que indemnizar con cinco millones de pesetas ¡ª30.050 euros¡ª a la familia de la v¨ªctima.
Tras aquello, Arg¨¹elles fue inhabilitado y acab¨® dejando el cuerpo. Su compa?ero y exjefe, Francisco ?lvarez, tambi¨¦n acab¨® fuera, condenado a nueve a?os y medio de prisi¨®n por la guerra sucia contra ETA. Juntos montaron en Barcelona la empresa de seguridad Check and In, que sigue activa. Hasta 2010, Arg¨¹elles era el administrador ¨²nico. Pero tras su reincorporaci¨®n a la polic¨ªa, pas¨® a ser ¨²nicamente apoderado.
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