La paz social da mucha guerra
Las pol¨ªticas que puso en marcha Andaluc¨ªa en los 90 para salvar empresas y los fondos de formaci¨®n ponen en jaque a la Junta
Las pol¨ªticas de empleo puestas en marcha por los Gobiernos socialistas en Andaluc¨ªa a partir de mediados de los a?os 90 llevan tres a?os en el punto de mira de jueces y fiscales. El Ejecutivo que entonces presid¨ªa Manuel Chaves sali¨® al rescate de empresas y de trabajadores despedidos, con dif¨ªcil retorno laboral, para garantizar la llamada paz social. En sus autos, la juez instructora del caso de los ERE, Mercedes Alaya, considera que ese fin se antepuso al cumplimiento de la legalidad. A este caso, que se encuentra ahora en el Tribunal Supremo porque afecta a nueve aforados por su condici¨®n de diputados, parlamentarios auton¨®micos o senadores, entre ellos los expresidentes de la Junta Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n, le sigue ahora el de los cursos de formaci¨®n que investigan varios juzgados de la comunidad por presunto fraude, entre ellos, el de Alaya.
M¨¢s all¨¢ de lo que determinen los jueces, hay una enorme sombra sobre la gesti¨®n de las pol¨ªticas de empleo durante m¨¢s de una d¨¦cada, algo que el Gobierno de coalici¨®n de PSOE e IU pretende enmendar de plano en lo que el consejero de Educaci¨®n, Luciano Alonso, llama ¡°ordenar el pasado¡±. Las irregularidades traen de cabeza al Gobierno que preside Susana D¨ªaz y empiezan a generar tensiones entre los distintos departamentos, especialmente entre Econom¨ªa, donde estaban hasta 2012 las competencias de Empleo, y Educaci¨®n, que a partir de esa fecha asume las relacionadas con la formaci¨®n para el empleo.
Visto con los ojos de hoy, con unas arcas p¨²blicas exhaustas, la decisi¨®n de acudir al rescate de miles de trabajadores despedidos puede no entenderse. Pero cuando se pusieron en marcha, Andaluc¨ªa estaba incendiada por los cuatro costados. Los empleados de empresas grandes como Santana, Puleva, Cervezas Alhambra, Intelhorce o Astilleros, donde los sindicatos ten¨ªan una gran capacidad movilizadora, originaron graves conflictos laborales en un momento (entre 1994 y 1996) de enorme debilidad electoral del PSOE.
El Gobierno de Chaves decidi¨® acudir al rescate de los trabajadores en un proceso que, se sabe ahora, incluy¨® en los ERE al personal afectado pero tambi¨¦n al de empresas auxiliares e intrusos que en ning¨²n caso ten¨ªan derecho a percibir las ayudas. En la comisi¨®n de investigaci¨®n del Parlamento sobre los ERE tanto Manuel Chaves y Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n como los exconsejeros defendieron el haber puesto en marcha medidas que beneficiaron a unas 25.000 personas entre los a?os 2001 hasta 2009, al recibir prejubilaciones financiadas con fondos p¨²blicos.
Pero tambi¨¦n con la lupa actual, ambos casos ponen al descubierto una gesti¨®n pol¨ªtica y administrativa que el secretario general de CC OO, Francisco Carbonero, no duda en calificar de ¡°chapuza descomunal¡± por la falta de control sobre el dinero p¨²blico.
?C¨®mo es posible que en una Administraci¨®n donde en los servicios generales hay empleadas unas 45.000 personas pueda haber una monta?a de expedientes sin revisar? No existe una respuesta a esta pregunta m¨¢s all¨¢ de que una fuente del Gobierno andaluz admite que hubo ¡°negligencia administrativa¡±. Altos funcionarios de la Junta de Andaluc¨ªa y varias fuentes socialistas destacan que la falta de control se debi¨® a que ¡°no hab¨ªa recursos humanos¡± y se?alan la dificultad de los concursos de traslado de los funcionarios. Tambi¨¦n a?aden que al contrario que otros departamentos que mueven enormes recursos p¨²blicos, como Sanidad o Educaci¨®n, en las sucesivas consejer¨ªas de Empleo siempre ha existido una ¡°visi¨®n asistencial¡± de la propia Administraci¨®n que gener¨® una ¡°grand¨ªsima red clientelar¡±.
CC OO denuncia falta de control y culpa al Gobierno de ineficiencia
¡°Hab¨ªa much¨ªsimo dinero procedente del Fondo Social Europeo que se pod¨ªa perder si se paralizaban las ayudas por no estar listos los expedientes de justificaci¨®n anteriores, de ah¨ª que se firmaran resoluciones de exceptuaci¨®n¡±, afirma una de las fuentes, que insiste en que en todas las comunidades aut¨®nomas se hizo lo mismo. La ley de Hacienda P¨²blica de la Junta permite emitir propuestas de pago cuando a¨²n est¨¢n pendientes de verificar otras ayudas, pero en ning¨²n caso se exime de dar cuenta de la utilizaci¨®n de ese dinero. Esta situaci¨®n se agrav¨® a partir de 2007 cuando se produjo una acumulaci¨®n de expedientes sin revisar ¡°important¨ªsimo¡±, dice un ex alto cargo.
El Gobierno andaluz, hasta hace poco, argumentaba que dicha ley permit¨ªa la ¡°exoneraci¨®n¡± de las ayudas, cuando ese t¨¦rmino implica condonaci¨®n del pago. Lo que permite la ley es la ¡°exceptuaci¨®n¡±. As¨ª se hizo porque de lo contrario muchas entidades dejar¨ªan de funcionar. El l¨ªder de CC OO afirma que ¡°hay mucha gente que ha hecho las cosas bien y otras que se han aprovechado de la falta de controles¡± y culpa al Gobierno andaluz de ¡°haber sido incapaz de poner en marcha una aparato administrativo eficiente¡±.
Hay distintos testimonios de funcionarios que describen a la perfecci¨®n la falta de control de las subvenciones. El director general de Formaci¨®n para el Empleo, Carlos Ca?avate, afirm¨® el pasado julio a la Guardia Civil que la plantilla de su departamento la integraban tan solo 21 funcionarios, insuficientes para realizar con diligencia una labor inspectora. Esta plantilla se aument¨® hasta 64, que es la que ha revisado parte de los 8.505 expedientes pendientes de an¨¢lisis desde noviembre de 2013 hasta mayo de 2014.
Tambi¨¦n existe el testimonio ante el juez de un funcionario de la Junta por la concesi¨®n de dos subvenciones a CC OO del departamento de Seguridad y Salud Laboral, en febrero pasado, en la que este afirma que ¨²nicamente ¨¦l estaba al cargo de controlar la documentaci¨®n presentada por las entidades para acceder a subvenciones hasta que se incorporan dos empleados p¨²blicos, que lo ¨²nico que hac¨ªan era ¡°recoger las cajas de documentaci¨®n¡±, que ni tan siquiera pasaban por el registro.
?Por qu¨¦ se llega a esta situaci¨®n? A esta pregunta responde Carbonero: ¡°No es una decisi¨®n premeditada. Es una situaci¨®n de ir sobrados, de pura inercia, de dejar hacer y no prever que estas cosas pod¨ªan pasar. Se ha sido muy permisivo y ha habido muchos puestos de responsabilidad ocupados por dirigentes de un solo partido. Siempre hay que tener las depuradoras a punto¡±.
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