La crisis duplica los ¡®ni-nis¡¯
El alza del paro y la precariedad laboral retrasan la emancipaci¨®n juvenil pese al abaratamiento de los alquileres. Adem¨¢s, son ya el 9% los menores de 30 a?os que ni estudian ni trabajan
Madrid es una de las regiones espa?olas que mejor est¨¢ capeando una crisis que dura ya seis a?os, pero eso no significa que vaya bien, y en especial que vaya bien para todos. En realidad, para algunos, los j¨®venes menores de 30 a?os, no va bien y, a tenor del ¨²ltimo informe del Consejo de la Juventud de Espa?a (del primer trimestre del a?o aunque se conoci¨® en verano), financiado con fondos de la Uni¨®n Europea, la situaci¨®n ha empeorado gravemente en el ¨²ltimo a?o. La tasa de paro ha crecido (m¨¢s de la mitad de menores que buscan trabajo no lo encuentran, pese a llevar m¨¢s de un a?o intent¨¢ndolo), cuatro de cada diez empleados tiene un contrato temporal (y muy pocos superan el a?o de duraci¨®n) y son mayor¨ªa los j¨®venes con un trabajo inferior a su cualificaci¨®n profesional. En el ¨²ltimo a?o se ha duplicado adem¨¢s la cifra de j¨®venes que ni estudian ni trabajan, que ya suman el 9% del total. Espa?a es el pa¨ªs de la UE con mayor porcentaje de j¨®venes entre 15 y 29 a?os que ni estudian ni trabajan (25,79%) por delante de Italia (24,62%) seg¨²n un reciente informe de la OCDE.
¡°La autonom¨ªa de los j¨®venes puede definirse como aquella situaci¨®n en la que tienen apoyo necesario, recursos y oportunidades para elegir vivir de forma independiente, conducir sus propias vidas, llevar a cabo una participaci¨®n social y pol¨ªtica completa en todos los sectores de la vida diaria y ser capaces de tomar decisiones de forma independiente¡±, asegura el informe J¨®venes, derechos y ciudadan¨ªa, dirigido por Lorenzo Navarrete, profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense, para el Instituto de la Juventud (Injuve, dependiente del Ministerio de Sanidad).
Dicho estudio entiende esa autonom¨ªa (emanciparse es, seg¨²n la Real Academia de la Lengua, ¡°liberarse de cualquier clase de subordinaci¨®n o dependencia¡±) ¡°en una doble vertiente: independencia econ¨®mica (acceso a un trabajo digno y a una renta b¨¢sica, lo que facilita el acceso a la vivienda) y capacidad para definir un proyecto vital (por ejemplo, crear una familia)¡±.
El eje fundamental es pues el empleo, justo el cimiento podrido en esta pir¨¢mide personal. En el ¨²ltimo a?o ha crecido en Madrid el porcentaje de j¨®venes en paro, la precariedad de los que tienen empleo, el n¨²mero de quienes abandonan el mercado laboral e incluso el de los que renuncian no s¨®lo a hallar trabajo sino tambi¨¦n a volver a estudiar para mejorar sus oportunidades futuras.
Fruto fundamentalmente del envejecimiento, la regi¨®n sigue perdiendo j¨®venes. En el primer trimestre de 2014 hab¨ªa 915.464 personas de 16 a 29 a?os (un 4,4% menos que hace un a?o) y 492.627 de 30 a 34 a?os (un 7,7% menos). Sumados, son casi uno de cada cuatro madrile?os.
Siguen estando ¡°mejor posicionados en el mercado laboral¡± que los j¨®venes de otras regiones, pero su situaci¨®n ha empeorado en el ¨²ltimo a?o. Seis de cada diez menores de 30 a?os tiene trabajo o lo est¨¢ buscando. La tasa del paro, pese a ser una de las m¨¢s bajas del pa¨ªs, llega al 35,5%, y se eleva al 54,1% entre los j¨®venes de 16 a 24 a?os. Hace un a?o era dos puntos inferior en el primer caso y casi seis puntos en el segundo. A su vez, la tasa de paro actual de los espa?oles menores de 25 a?os es 2,8 puntos inferior a la existente en el segundo trimestre del a?o pasado (55,97%).
El informe es ¡°positivo¡± sin embargo en cuanto a las condiciones laborales de los que s¨ª tienen empleo, y no s¨®lo porque la situaci¨®n en Madrid sea notablemente mejor al resto del pa¨ªs.
El porcentaje de empleados a jornada completa ha crecido (dos puntos, hasta el 74,6%), y ha aumentado el tiempo medio de permanencia en la empresa (de 31 a 32 meses). La tasa de temporalidad es la m¨¢s baja del pa¨ªs, y en el ¨²ltimo a?o la contrataci¨®n temporal de j¨®venes ¡°ha disminuido de forma considerable¡±. Aun as¨ª, pr¨¢cticamente cuatro de cada diez menores de 30 a?os tiene contrato temporal (y s¨®lo el 19,3% de estos supera el a?o de duraci¨®n). Ha crecido adem¨¢s un 8,6% la cifra de j¨®venes que realizan un trabajo inferior a su cualificaci¨®n profesional (son ya el 55,6%); y se han disparado un 59% los contratos de formaci¨®n o pr¨¢cticas. El 61,4% de los contratos a espa?oles de 15 a 24 a?os son temporales, seg¨²n un estudio del Instituto de la Juventud.
Las chicas se van antes de casa por estudios o pareja
El ¨²ltimo Informe de la Juventud en Espa?a elaborado por el Injuve ya advert¨ªa el a?o pasado sobre ¡°el papel de sostenimiento econ¨®mico de las familias respecto de la poblaci¨®n joven, que se refleja en una reducci¨®n bastante limitada de la emancipaci¨®n juvenil en estos a?os de crisis¡±. ¡°Realmente, la situaci¨®n de dependencia econ¨®mica de sus padres ha empeorado, aunque no en la misma proporci¨®n del impacto de la crisis sobre la destrucci¨®n del empleo juvenil. La media de ingresos y salarios ha descendido entre los j¨®venes y m¨¢s entre las chicas¡±, dec¨ªa.
Indicaba adem¨¢s que ¡°los hombres retrasan la emancipaci¨®n en tiempos de crisis hasta tener un trabajo, mientras que en el caso de las mujeres se resienten menos las tasas de emancipaci¨®n porque, a pesar de las dificultades laborales se independizan para formar pareja y familia¡±.
Los datos en la Comunidad de Madrid respaldan la afirmaci¨®n: la tasa de emancipaci¨®n de los menores de 30 a?os era en el primer trimestre de 2014 muy superior entre mujeres (26,4%) que entre hombres (18,2%).
El informe del Injuve se?alaba que, mientras que la mitad de los varones se va de casa de sus padres para ¡°adquirir independencia¡± o por ¡°haber conseguido autonom¨ªa econ¨®mica¡±, esos motivos s¨®lo son citados por cuatro de cada diez mujeres. Sin embargo, la formaci¨®n de un hogar o familia es la explicaci¨®n del 22,8% de chicas (frente al 13,5% de chicos), que tambi¨¦n aventajaban a los varones en porcentaje achacable a los estudios (24,4% frente a 20,4%.
En cuanto a los j¨®venes en paro, siete de cada diez cuenta con experiencia laboral, uno m¨¢s que hace un a?o, lo que refleja dificultades crecientes para hallar el primer empleo. La mitad de menores de 30 a?os que buscan trabajo llevan m¨¢s de un a?o haci¨¦ndolo; en el caso de los j¨®venes entre 30 y 34 a?os, son casi seis de cada diez. En el ¨²ltimo a?o, el paro ha disminuido entre los j¨®venes con estudios primarios, fundamentalmente porque han abandonado la b¨²squeda; y ha aumentado en cambio entre los de estudios secundarios (del 43,2% al 51,3%) y superiores (del 19% al 24,4%).
De los 368.518 j¨®venes menores de 30 a?os que ni tienen trabajo ni lo buscan, el 77,3% est¨¢ estudiando. Sin embargo la cifra de aquellos que ni estudian ni trabajan (ni-nis) pr¨¢cticamente se ha duplicado en el ¨²ltimo a?o, pasando de 46.406 a 83.516, y constituyen ya el 9% de los j¨®venes menores de 30 a?os de la regi¨®n.
El salario medio de los j¨®venes menores de 30 a?os asciende a 13.753 euros netos anuales. Ese sueldo mileurista ha aumentado un 1,3% en un a?o, y es el segundo m¨¢s alto del pa¨ªs. Sin embargo, ¡°el mercado inmobiliario es uno de los m¨¢s restrictivos de Espa?a, y ese incremento de nivel adquisitivo no ha podido contrarrestar la ligera subida del precio de la vivienda¡±, asegura el estudio. De esta forma, ¡°la emancipaci¨®n residencial tan s¨®lo ser¨ªa viable en el caso del alquiler¡±, que ha bajado de precio con fuerza en el ¨²ltimo a?o. Y ni aun as¨ª, puesto que esa viabilidad se circunscribe a los j¨®venes de 30 a 34 a?os que,adem¨¢s, viven en pareja.
El estudio se?ala que el precio medio de la vivienda asciende a 201.000 euros (un 0,6% m¨¢s que hace un a?o, seg¨²n la estad¨ªstica del Ministerio de Fomento), mientras que el m¨¢ximo tolerable para un joven asalariado ser¨ªa de 83.000 (106.000 en el caso de aquellos entre 30 y 34 a?os). Para una pareja, el m¨¢ximo ser¨ªa de 150.000 euros (182.000 entre 30 y 34 a?os). Y todo ello teniendo en cuenta que la entrada media a pagar asciende a 60.000 euros.
En cuanto al alquiler, la renta media es 700 euros, un 9,1% menos que hace un a?o; el m¨¢ximo tolerable para un asalariado de menos de 30 a?os es 344 euros (444 para los j¨®venes entre 30 y 34 a?os) y 625 para parejas (758 para aquellos entre 30 y 34).
Por todo ello, la tasa de emancipaci¨®n residencial ha sufrido ¡°un fuerte retroceso¡± entre los menores de 30 a?os, que ¡°han visto truncados sus proyectos emancipatorios debido a una situaci¨®n m¨¢s desfavorable de los mercados laboral e inmobiliario¡±, concluye el estudio. La tasa ha bajado del 25,4% al 22,3% en ese segmento de edad. Entre los 16 y los 24 a?os, s¨®lo el 7% de j¨®venes vive por su cuenta (casi dos puntos menos que hace un a?o); entre los 25 y los 29 a?os, son el 43,8% (cinco puntos y medio menos).
Y no s¨®lo resulta m¨¢s dif¨ªcil irse de casa, sino que muchos de los que lo lograron han tenido que volver: el n¨²mero de hogares de menores de 30 a?os cay¨® un 16,7% en el ¨²ltimo a?o, y un 5% entre aquellos de 30 a 34 a?os.
¡°La vivienda para los j¨®venes es el principal problema ya que no permite el desarrollo personal del individuo y su independencia. Tiene consecuencias muy importantes a largo plazo ya que retrasa el ritmo de vida. Provoca no s¨®lo una limitaci¨®n o merma econ¨®mica sino el hecho de hipotecar toda una vida para la obtenci¨®n de una vivienda. Hoy en d¨ªa, una pareja con un sueldo medio se mantiene sin ahorro y sin poder planificar a largo plazo su vida. Su desarrollo como pareja tambi¨¦n se ve limitado dado que no se pueden abrir espacios de convivencia, de mayor relaci¨®n porque es necesario trabajar muchas horas para hacer frente a los pagos¡±, aseguraba un diplomado de 24 a?os citado en el estudio J¨®venes, derechos y ciudadan¨ªa.
Quiz¨¢ sirva de conclusi¨®n una de las afirmaciones contenidas en el estudio Bienestar y Felicidad de la Juventud Espa?ola, coordinado hace siete a?os por Federico Javaloy, catedr¨¢tico de Psicologia Social de la Universidad de Barcelona: ¡°Los j¨®venes espa?oles se sienten bastante felices. Aquellos con mayores ingresos, de mayor nivel educativo, independientes econ¨®micamente y que viven en su propia casa no son m¨¢s felices pero est¨¢n m¨¢s satisfechos con su vida afectiva y su libertad. Pero los j¨®venes dependientes econ¨®micamente de la familia y viviendo en los hogares paternos no son menos felices, comprensible porque informaban de mayor frecuencia de actividades de ocio. Los que tienen independencia econ¨®mica y viven independientes de la familia de origen, si bien no son m¨¢s felices, muestran mayor satisfacci¨®n laboral, con sus relaciones afectivas y vida er¨®tica, as¨ª como con la libertad¡±.
Emanciparse no da la felicidad pero s¨ª libertad. Pero, en Madrid, cada d¨ªa parece m¨¢s complicado.
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