La memoria es algo muy personal
Rafaela Carrasco reinterpreta el legado del Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa

Im¨¢genes. Ballet Flamenco de Andaluc¨ªa. Direcci¨®n art¨ªstica: Rafaela Carrasco. Coreograf¨ªa: Rafaela Carrasco y David Coria. Solistas: David Coria, Ana Morales y Hugo L¨®pez. Bailaoras: Rafaela Carrasco, Ana Morales, Alejandra Gud¨ª, Florencia O¡¯Ryan, Laura Santamar¨ªa, Paula Comitre y Carmen Yanes. Bailaores: David Coria, Hugo L¨®pez, Eduardo Leal, Antonio L¨®pez y Alberto Sell¨¦s. M¨²sicos: Antonio Campos, Jos¨¦ Anillo, Jes¨²s Torres y Juan Antonio Su¨¢rez Cano. Creaci¨®n musical: Antonio Campos, Jes¨²s Torres y Juan Antonio Su¨¢rez Cano. Dise?o de iluminaci¨®n y espacio esc¨¦nico: Gloria Montesinos (AAI). Im¨¢genes: Visuales Tama. Dise?o de vestuario: Blanco y Belmonte.
Teatro de la Maestranza. 19 de septiembre de 2014
Si en literatura las memorias pueden ser un g¨¦nero de ficci¨®n, en el terreno de la danza, una mirada hacia atr¨¢s, a lo visto o lo vivido, debe estar sujeta tambi¨¦n a la percepci¨®n o a la experiencia individual. No todos recordamos de la misma forma, y nuestra visi¨®n del pasado es ¨²nica en cada caso. Eso es algo de lo que honestamente previno Rafaela Carrasco al presentar su visi¨®n de cinco coreograf¨ªas de las muchas que puede acumular este Ballet, que naci¨® hace ya veinte a?os como Centro Andaluz de Danza. De este modo, su recuperaci¨®n de esas obras huye decididamente de la recreaci¨®n calcada o de la mimesis para acercarse a una creaci¨®n propia con el sello de su autora, quien por otra parte ha absorbido gran parte del legado de algunos de los maestros que ha seleccionado. Un curioso caso de retroalimentaci¨®n.
La marca de Rafaela puede estar en una cierta modernidad y en la sobriedad que reh¨²ye de lo folcl¨®rico. Tambi¨¦n en un orden exigente, el que debi¨® aprender de Maya, por ejemplo. Con su recuerdo fue ella quien inaugur¨® la funci¨®n con un baile percusivo y en¨¦rgico, mandando sobre una compa?¨ªa ordenada con precisi¨®n. Otra marca podr¨ªa estar en el equilibrio, imprescindible para el car¨¢cter din¨¢mico de su visi¨®n de El perro andaluz de Pag¨¦s, donde dejan sus primeros detalles los solistas Ana Morales y David Coria, que confirmar¨ªan su val¨ªa en cuadros posteriores. La primera con los tangos que cerraron el siguiente cuadro, La leyenda, que creara Jos¨¦ Antonio en homenaje a Carmen Amaya. Lo hab¨ªa abierto la propia Rafaela con una blanca bata de cola infinita, momento de baile templado y l¨ªneas curvas, para dar paso al cuerpo de bailaoras con una armoniosa coreograf¨ªa.
La se?alada sobriedad y alergia a lo folcl¨®rico se manifiestan de forma destacada en la manera en que Rafaela plantea Mirando al sur, de Cristina Hoyos, reconocible, eso s¨ª, por las maletas de una compa?¨ªa en tr¨¢nsito, que terminan jugando un importante papel para la coreograf¨ªa y el baile solista, el de Hugo L¨®pez de forma especial en esta ocasi¨®n. Porque, en la dial¨¦ctica entre lo individual y lo colectivo, Carrasco opta por un reparto equilibrado que el espect¨¢culo agradece.
Una m¨²sica exquisita domina todos los cuadros. Los guitarristas Torres y Cano, junto al cante de Campos y Anillo, soportan todo el peso creando atm¨®sferas, aportando dosis de lirismo y mucha serenidad. Es, por ejemplo, el momento de la entrada de Rafaela en el cuadro postrero que, con juego de mantones, no pod¨ªa m¨¢s que estar dedicado al anterior director del Ballet, Rub¨¦n Olmo. Los acordes de Viaje de regreso de Cano acompa?an el baile de Carrasco y, poco a poco, se va integrando la compa?¨ªa con intercambio de mantones y, de nuevo, con lucimiento de solistas (esta vez le toca a Coria). Al final, todos en el corro de la media luna, se entregan a la m¨²sica de la ca?a para ofrecer los momentos de mayor vivacidad de la noche.
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