Educaci¨®n y futuro
Hay una cosa en la que CiU y PP est¨¢n de acuerdo: los recortes educativos y los retrocesos que consagra la ley Wert
Se inicia el curso escolar con una triste novedad, empieza a aplicarse la ley Wert y contin¨²an los recortes del Gobierno catal¨¢n (CiU-ERC). Inmersos como estamos en el marasmo nacional-patri¨®tico, en Catalu?a esta realidad ha pasado desapercibida para la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Me enfurece este laisser faire y por este motivo, aunque sea a contra corriente, quisiera aportar una reflexi¨®n cr¨ªtica en relaci¨®n al sistema educativo.
Me entristecieron las declaraciones que public¨® EL PA?S donde un licenciado en Sociolog¨ªa de 25 a?os afirmaba: ¡°En este pa¨ªs solo hay tres salidas aunque te formes: paro, precariedad o exilio¡±. El Informe Panorama de la Educaci¨®n 2014 presentado por la OCDE concluye que, con datos de 2012, uno de cada cuatro j¨®venes espa?oles ni estudia ni trabaja. En esto, somos los primeros de Europa y de los pa¨ªses de la OCDE. Ante esta cifra tan desalentadora para los j¨®venes y para el resto de la poblaci¨®n, las respuestas son la ley Wert y los brutales recortes de los gobiernos espa?ol y catal¨¢n en educaci¨®n, que abarcan desde la infancia hasta la universidad y la Formaci¨®n Profesional.
La ley del conservador e impopular ministro del PP plantea un modelo selectivo que aumentar¨¢ las desigualdades. Y, como afirma la soci¨®loga Marina Subirats, ¡°las desigualdades creadas a trav¨¦s de la educaci¨®n tienen un plus de perversi¨®n: aparecen como indiscutibles¡±.
Si la ley Wert (LOMCE) es un problema para la educaci¨®n en Catalu?a, peores son los recortes en educaci¨®n que durante cuatro a?os ha aplicado el Gobierno de CiU
Esta ley va contra la cohesi¨®n social, ya que favorece a la escuela privada en detrimento de la p¨²blica; segrega a los alumnos por capacidades desde segundo curso de ESO con la creaci¨®n de tres itinerarios diferenciados; etiqueta y criba al alumnado con continuas barreras selectivas, multiplicando las rev¨¢lidas y otras pruebas. Esto quiere decir que al salir al mercado de trabajo los estudiantes llevar¨¢n en su mochila la etiqueta de buenos y malos, seg¨²n los itinerarios escogidos y las notas obtenidas. No se forma para que las personas tengan capacidad cr¨ªtica, sean solidarias o responsables, sino mano de obra para satisfacer los intereses de unos pocos.
Adem¨¢s tiene un tinte reaccionario en relaci¨®n a la religi¨®n. Las tesis de los sectores ultraconservadores de la Iglesia cat¨®lica y del Opus Dei se han impuesto y la ley vuelve a colocar a la religi¨®n como una asignatura evaluable que cuenta para la nota final de la Educaci¨®n Secundaria Obligatoria. Adem¨¢s la ley acepta concertar escuelas de un solo sexo. La laicidad salta por los aires y retrocedemos 50 a?os.
En todos estos puntos la derecha espa?ola y catalana est¨¢n de acuerdo. CiU ha votado cada uno de los art¨ªculos que imprimen a la ley un fuerte car¨¢cter ideol¨®gico conservador y favorecen la privatizaci¨®n y el esp¨ªritu mercantilista. La ley, como sentenciaba Subirats, convierte el sistema educativo ¡°en una f¨¢brica de t¨ªtulos¡±. CiU critica los aspectos centralizadores de la ley (y con raz¨®n) pero calla en la defensa de la escuela p¨²blica.
Si la ley Wert (LOMCE) es un problema para la educaci¨®n en Catalu?a, peores son los recortes en educaci¨®n que durante cuatro a?os ha aplicado el Gobierno de CiU: el presupuesto se ha reducido en 1.200 millones de euros, lo que deja el gasto p¨²blico educativo en un 3,6% del PIB catal¨¢n, mientras la media de la UE est¨¢ en 5,2%.
El Gobierno catal¨¢n ha eliminado tambi¨¦n la financiaci¨®n de las guarder¨ªas; las tasas universitarias han subido hasta un 170% y son las terceras m¨¢s caras de la UE; contin¨²an los recortes en la FP y se han creado nuevas tasas; han empeorado las condiciones laborales del profesorado con una p¨¦rdida del 30% de su poder adquisitivo y las plantillas se han reducido en 3.000 docentes mientras el n¨²mero de alumnos aumentaba en 60.000. Y el profesorado interino cobra un 15% menos del salario.
?Cu¨¢nto puede soportar una sociedad donde sus j¨®venes tienen una tasa de paro del 52%, sufren contratos precarios indignos y a menudo solo les queda la soluci¨®n del exilio? ?Cu¨¢nto tiempo vamos a esperar a reaccionar en contra de un sistema, de una ley y de unos recortes que condenan a toda una generaci¨®n a ser mano de obra barata de un sistema depredador y dual que har¨¢ que los ricos vayan a la privada y los pobres a la p¨²blica sin medios ni oportunidades?
Millones de personas han salido a la calle para reclamar la independencia de Catalu?a porque creen que su calidad de vida mejorar¨¢ y que a partir del 9 de noviembre todo volver¨¢ a ser como antes. Lo que no saben (o no quieren saber) es que si no salen a la calle de forma masiva para reclamar mejor educaci¨®n, un sistema educativo equitativo, que supere las desigualdades y que haga mejores personas a los j¨®venes, nuestro pa¨ªs se convertir¨¢ en un triste p¨¢ramo intelectual, con j¨®venes sin ilusi¨®n donde quiz¨¢s el germen de la violencia contra el sistema tenga el terreno abonado. La esperanza est¨¢ en que el oto?o de las banderas de barras y estrella deje paso al rojo de la indignaci¨®n y la revuelta.
Joan Boada Masoliver es profesor de Historia.
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